Agronomía de la UBA advierte por la caída de las áreas sembradas con trigo en el país

Agronomía de la UBA advierte por la caída de las áreas sembradas con trigo en el país

El cultivo de invierno es suplantado por la soja. Una recuperación a largo plazo.

EFECTO. Si se siembra menos trigo, habrá suelos desnudos en el invierno.  EFECTO. Si se siembra menos trigo, habrá suelos desnudos en el invierno.
25 Mayo 2012
Más allá de los pronósticos del clima y de la humedad presente en los suelos de cada región, para el inicio de la campaña de los cultivos de invierno, el trigo volvería a retroceder fuertemente en su área de siembra, afectado por las restricciones comerciales que traban las exportaciones.

Según Daniel Miralles, docente de la Cátedra de Cerealicultura de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) e investigador del Conicet, la superficie de trigo bajaría entre el 20% y el 25%, respecto de los 4 millones de hectáreas implantadas en el ciclo 2011/12.

"Dependerá de las decisiones políticas estatales. Si se continúa con la intervención del mercado, entonces los agricultores sembrarán menos trigo, aun cuando existe una demanda mundial cada vez más creciente", afirmó. Lo cierto es que el cultivo viene perdiendo unas 270.000 hectáreas por año, en la última década.

Como contrapartida, los productores optarían por sembrar otros cultivos de invierno, de los cuales la cebada cervecera presenta las mayores perspectivas de incremento, tanto para vender como malta, grano o forrajera.

Según Miralles, la caída del trigo tiene efectos negativos en todos los aspectos técnicos: "los suelos tendrán menores períodos de cobertura, habrá un menor aporte de rastrojo, aparición de nuevas malezas (como rama negra) y un mayor uso de agroquímicos para el control de estas malezas emergentes, por ejemplo".

Además, advirtió que la fuerte disminución del área sembrada de trigo no se cubrirá en su totalidad con otros cultivos de invierno, ya que el crecimiento de la cebada representa menos del 20% de la caída del otro cereal.

Por esa razón se induce que una gran cantidad de hectáreas va a pasar a implantarse con el monocultivo de soja.

"Este proceso acompaña el incremento de soja, que si bien puede aumentar el ingreso de divisas para el país por exportaciones, representa una estrategia a corto plazo. Un sistema con pobres esquemas de rotación, reducción de aporte de rastrojos y predominio de un monocultivo, redundará en un empobrecimiento de todo el sistema de producción en el mediano plazo", apuntó Miralles.

Discusión
"Las consecuencias de este escenario requerirán un largo proceso de recuperación en el futuro. Este aspecto debería discutirse seriamente dentro de los esquemas de proyección de las políticas agropecuarias para el país, ya que de no tomar conciencia de estos aspectos negativos podríamos llegar a una situación irreversible", sentenció el especialista.

"Esperemos que esto pueda revertirse en el futuro y que nuestro país vuelva a tener plena libertad de comercialización de los cereales que produce y que permita ir mejorando nuestra capacidad potencial de producción de los suelos, porque en este último aspecto vamos exactamente en el sentido contrario", finalizó.

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