Descabezan la comisaría de Bella Vista

Descabezan la comisaría de Bella Vista

La primera medida, ante los reclamos de los vecinos, fue remover a los tres jefes de la comisaría y designar a un nuevo responsable. El comisario Quiroga recibió órdenes expresas de devolverle la tranquilidad a la gente, después de la violación de una nena.

PROMESAS DE MÁS SEGURIDAD. Ayer comenzaron a llegar refuerzos de vehículos y personal para realizar el operativo Ciudad Segura en Bella Vista. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL PROMESAS DE MÁS SEGURIDAD. Ayer comenzaron a llegar refuerzos de vehículos y personal para realizar el operativo "Ciudad Segura" en Bella Vista. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
11 Mayo 2012
Caminar por las calles de Bella Vista a la hora de la siesta es como transitar por esos pueblos -de los que casi ya no quedan- donde todos conocen a todos y la gente duerme con la puerta sin llave. Sin embargo, durante esta semana sus habitantes se encargaron de demostrar lo contrario. Hartos de convivir con una inseguridad que -según dicen- desconocen, alzaron sus voces y prometieron no detenerse hasta obtener resultados.

Y la primera respuesta fue la remoción de la cúpula policial de la comisaría de esa ciudad. Después de las protestas vecinales que se extendieron a lo largo de todo el día lunes, el martes empezaron a verse los primeros cambios. "A mí me comunicaron que debía venir para acá y no me dieron mayores explicaciones", afirma el comisario principal Aldo Omar Quiroga, quien desde hace 72 horas ocupa la silla que pertenecía al comisario Enrique Lezcano hasta el día del estallido.

El flamante jefe de la comisaría de Bella Vista fue traído desde Delfín Gallo por disposición del jefe de Policía, comisario Jorge Racedo, y del jefe de la Unidad Regional Este (URE) comisario José Díaz. Éstos fueron claros a la hora de trazarle las directivas: "organizar mejor al personal policial y su distribución, hacerlo más operativo para que se note la presencia y responder con urgencia a todas las necesidades de la gente que está cuestionando el problema de la inseguridad", precisa Quiroga.

Por su parte, él se encuentra atravesando una inusual etapa de adaptación. Se muestra preocupado por la situación y expresa su deseo por responder a la demanda de la gente. Dentro de un edificio antiguo, con sus paredes descascaradas, apila las denuncias que recibió a lo largo de sus primeras 48 horas al frente de la comisaría. "Recién llevo dos días acá y ya tengo el libro hasta la mitad", comenta mientras hojea un alto de exposiciones policiales.

Quiroga insiste en la idea de acercarse a la gente y transmitirle tranquilidad. "Ayer (por el miércoles) me reuní con los vecinos del barrio 250 viviendas", menciona. Después de ese encuentro, se puso en contacto con sus superiores y solicitó apoyo.

La respuesta llegó ayer con la implementación del operativo "Ciudad Segura", que permanecerá en ese municipio durante todo el fin de semana.

Mejorar la imagen
El primer objetivo que se propuso Quiroga fue "dar una mejor imagen para que la gente se quede más tranquila". Y para ello, propone una metodología de trabajo que implique la colaboración de todos los sectores de la sociedad.

"Quiero reunirme con el intendente (Luis Espeche), los concejales, el director de Defensa Civil y el director de Tránsito para que ellos también se comprometan. La seguridad no sólo forma parte de la Policía sino que todos tenemos que actuar, ya sea con una mejor iluminación, con la limpieza de baldíos, con el ordenamiento del tránsito y concientizando a la gente para que no les dé motocicletas a los chicos", expresó el comisario.

Actualmente, en la comisaría de Bella Vista cuentan con cuatro motos y dos camionetas, una de las cuales se encuentra en reparación. En cuanto a la cantidad de efectivos, hay 40 uniformados, repartidos en distintas áreas, por lo que sólo la mitad sale a la calle, según detalla Quiroga.

Por lo que puede percibir, el comisario opina que los mayores disturbios se producen los fines de semana y en la zona céntrica. "El problema es el alto consumo de alcohol y que viene mucha gente de afuera que se junta en la plaza y a veces pernoctan ahí", explica.

En ese sentido, Quiroga agrega que a la gente le molesta que los viernes y sábados por la noche los vehículos transiten a excesiva velocidad, que la música suene demasiado fuerte y que haya muchos menores al volante. "Esta es una situación que queremos controlar. Nos hemos comprometido a implementar medidas tendientes a contrarrestar todo este flagelo para que la gente se sienta más tranquila", concluye, con la esperanza de que esta vez las cosas salgan bien.

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