Buscan un espacio para estar en familia o entre amigos. Se escapan del estruendo y de la polución de lugares ruidosos de la provincia. Otros necesitan un espacio amplio para estrenar los nuevos rollers, realizar actividad física o llevar a sus pequeños hijos a andar en bicicleta. Es que los 5 kilómetros y medio de la avenida Presidente Perón se han convertido en una enorme pista de salud. El paisaje que acompaña a esta arteria, que recorre de punta a punta a Yerba Buena, se rodea por contrastes: cerros y cemento, countries y barrios, campos de caña de azúcar y edificios de alta gama, escuelas provinciales y campus educativos privados. Y hasta un puesto de tortillas al rescoldo que se instaló frente al único centro comercial de la zona.
Desde las 17, Daniel Sueldo se ubica con su mujer y sus dos hijas en la rotonda de la avenida Perón. Mate de por medio, esta familia del barrio Obispo Piedrabuena disfruta todos los domingos del verde que ofrece el pie del cerro San Javier. Para ellos es un placer recorrer en auto varios kilómetros para encontrar un espacio con poca polución y más fresco que el centro de la capital. Pero lo que resulta llamativo es el por qué de ese recorrido cuando tienen el parque 9 de Julio a apenas tres cuadras. "Mirá todo el espacio que hay acá. Podemos jugar con otros chicos y es todo más lindo", cuenta la pequeña Solana. Ella y su hermana Julieta remarcan la diferencia entre el gran pulmón de San Miguel de Tucumán y la avenida que representa el futuro de Yerba Buena. "En el parque hay mucho amontonamiento, es más sucio y no hay ni un espacio para estar tranquilas", agregan las niñas, mientras su padres preparan una improvisada merienda.
A unos pocos metros, Pierina Pignataro y tres amigos repiten un ritual: charla con mate al aire libre. "Antes nos instalábamos en la rotonda de la avenida Aconquija, pero acá hay menos ruido porque no se paran los autos con los baúles abiertos y los parlantes a todo volumen. Además, no hay tanta mugre", resalta Cristina Calvente, mientras se recuesta en el acolchado césped y su amiga se dedica a sus artesanías en cuero.
Desde que termina el cañaveral (en dirección sur/norte) la práctica deportiva o cualquier actividad física comienza a desarrollarse a pleno. Bicicletas, rollers, patinetas, longboards y patines saltadores (una extraña mezcla entre rollers y zancos) rodean esta importante zona de crecimiento inmobiliario. Para Nélida Juárez y su hijo Franco, de siete años, la platabanda de la Perón resulta ideal para correr o para caminar. "Nos gusta venir acá no sólo por el paisaje, sino también por la seguridad", agrega Nélida. Durante la semana ella también se entrena con su hijo.
El paseo deportivo o el día al aire libre concluye cuando el sol se oculta y las luces de la Perón comienzan a prenderse y a mostrar un paisaje más similar al de la ciudad.
Más seguridad y menos autos: un notable progreso en cinco años
Ricardo Schilman recorre los cinco kilómetros y medio de la avenida Presidente Perón tres veces por semana. Y los domingos le dedica su tiempo a su hijo, Ignacio, que lo sigue en su nueva bicicleta. "Este lugar ha progresado mucho durante los últimos cinco años -destacó-. Se ha poblado más, por lo que resulta más seguro venir a practicar deportes. La diferencia que encuentro con la Aconquija es que acá hay más seguridad y menos tránsito".
Longboard: primer día de práctica
Raúl Ruiz Courel, Nano Gutiérrez y César Martina Lobo investigaban el domingo por la tarde el pavimento de la Perón. Es que en su primer día de práctica con el longboard (una patineta que es ideal para bajar cuestas a gran velocidad) enfatizaron que no hay mejor lugar en Tucumán para iniciarse en esta práctica. "Está buena la avenida para empezar, porque no es tan empinada y es tranqui", apuntaron los jóvenes. Los tres viven en la capital.
Footing: quejas por la basura
"Vení, vení", le dijeron a la periodista de LA GACETA, mientras caminaban por la platabanda de la avenida. "Mirá cómo está todo lleno de basura. Tenemos que esquivarla para caminar", se quejaron Norma Arroyo y Antonio Marengo. "Queremos que limpien toda la Perón, porque es fundamental. Acá se busca calidad de vida. Salimos a respirar aire, no basura. Además, durante los fines de semana no hay seguridad, no hay controles. El patrullaje se hace los días de semana", revelaron.
Rollers: como un paseo
Cuando puede, hace lo que más le gusta. Antonella Spinelli se calza los rollers en su casa en el Barrio Oeste I y empieza a disfrutar del paisaje. Patina con una sonrisa y a veces lo hace acompañada: ayer la seguía en bicicleta su prima, Agostina Vargas. El paseo comienza como a las 18 y termina cerca de las 19.30 o 20. "Es el lugar más tranquilo para patinar -explicó-. Además paseamos y también nos sentamos a tomar algo en los bares del centro comercial. Es un lindo paseo".
Ciclismo: parada en la rotonda
Muy equipados -aunque según ellos son amateurs- Daniel Orellana y Mario Flores descansaban en la rotonda al pie del cerro. "Estamos tomándole cancha a la bicicleta. Después nos vamos a animar a subir el San Javier, pero por ahora la avenida Perón es una buena práctica para iniciarnos en este deporte", contó Orellana. Remarcó las bondades de esta arteria: "es más amplia que cualquier avenida, y más tranquila. Además, hay menos polución y contaminación ambiental".