24 Abril 2012
Están presentes en la vida cotidiana desde los tiempos más remotos. Porque tal vez ya en ese entonces el hombre descubrió que no sólo debía alimentar el cuerpo, sino también el espíritu, para distinguirse además de sus hermanos mamíferos. Hay sociedades que se sienten orgullosas de ellos y los recuerdan constantemente. Pintores, músicos, escritores, bailarines, cantantes, actores, filósofos, intelectuales en general, son los promotores de la cultura de una comunidad, que también incluye las tradiciones.
Se ha anunciado que este año se inaugurará en su totalidad Lomas de Tafí, gigantesco complejo habitacional que reunirá alrededor de cinco mil viviendas. El barrio dependerá de la Municipalidad de Tafí Viejo. Los cientos de calles y las numerosas plazas aún no tienen nombre. Tal vez sería una buena oportunidad para que Tafí Viejo rindiera homenaje a sus fundadores y hacedores de cultura.
Aunque ya existía desde mucho tiempo atrás, Tafí Viejo nació como villa veraniega en 1900, con el nombre de San José de Calasanz. Entre los pobladores de aquella época, suele citarse a Paulino Rodríguez Marquina, José Fischer, Alberto Padilla, Fermín Molina, Tiburcio Heredia. Con la apertura de los Talleres, llegaron muchos extranjeros que se radicaron en esa ciudad.
Se podría evocar, por ejemplo, a los mentores de la Sociedad Española de Beneficencia y Socorros Mutuos, que estuvo ligada a pioneros de la vida cultural y comercial de la comunidad taficeña, tales como los Cané, Encinar, Piqué, Martorell, Bomba, Luppetti, Sabaté, Torrens, Xamena, Martinelli, Marsilli, Carrer, García y Cristóbal, por citar algunos nombres.
En el aspecto deportivo, sobresale, entre otros, la figura de don Juan Tetú, que había nacido en Avignon (Francia) y fue operario en los Talleres. Instructor de tenis y boxeo, preparador físico de fútbol y básquet, pintor, bien merecería ser recordado con una plaza. Otro tanto podría suceder con José Martorell, discípulo de Tetú, que se destacó como boxeador y representó a Tucumán en el Campeonato Panamericano de Texas y también peleó en Dallas.
Se podría evocar al destacado médico José Manuel Raya o a los impulsores de Juvenilia, entidad cultural creada en 1941, cuyos "Juegos florales" alcanzaron prestigio nacional. Alfredo de la Zerda, Leonardo Cardozo, Eduardo Antonietta, Rodolfo Waldmeyer, Lorenzo Parra y el incansable Armando Burgos, figuran entre sus presidentes.
Don Vespaciano Brizuela, el primer intendente, el querido sacerdote David Dip, autor además de una de las primeras historias, Miguel Xamena, creador de la banda municipal, fueron otras de las personalidades de Tafí Viejo. El músico y poeta Osvaldo "Chichí" Costello bien merecería un busto en una plaza que lo evocara, al igual que la poeta Dora Fornaciari o el escenógrafo Hernani Bomba. También se podría homenajear en vida a Ernestina Salazar, destacada artista plástica o al poeta Néstor Rodolfo Silva, al prolífico compositor y letrista Rubén Cruz o a Raúl "Mono" Villafañe, uno de los mejores cantores del folclore tucumano.
De ese modo, la Municipalidad de Tafí Viejo podría agradecer a todos aquellos que con su aporte a lo largo de más de un siglo contribuyeron al progreso económico, social y cultural de esa comunidad. Tanto los artistas son las voces que enriquecen el alma de un pueblo, los ciudadanos que trabajaron por la grandeza de esa comunidad, bien merecen un reconocimiento.
Se ha anunciado que este año se inaugurará en su totalidad Lomas de Tafí, gigantesco complejo habitacional que reunirá alrededor de cinco mil viviendas. El barrio dependerá de la Municipalidad de Tafí Viejo. Los cientos de calles y las numerosas plazas aún no tienen nombre. Tal vez sería una buena oportunidad para que Tafí Viejo rindiera homenaje a sus fundadores y hacedores de cultura.
Aunque ya existía desde mucho tiempo atrás, Tafí Viejo nació como villa veraniega en 1900, con el nombre de San José de Calasanz. Entre los pobladores de aquella época, suele citarse a Paulino Rodríguez Marquina, José Fischer, Alberto Padilla, Fermín Molina, Tiburcio Heredia. Con la apertura de los Talleres, llegaron muchos extranjeros que se radicaron en esa ciudad.
Se podría evocar, por ejemplo, a los mentores de la Sociedad Española de Beneficencia y Socorros Mutuos, que estuvo ligada a pioneros de la vida cultural y comercial de la comunidad taficeña, tales como los Cané, Encinar, Piqué, Martorell, Bomba, Luppetti, Sabaté, Torrens, Xamena, Martinelli, Marsilli, Carrer, García y Cristóbal, por citar algunos nombres.
En el aspecto deportivo, sobresale, entre otros, la figura de don Juan Tetú, que había nacido en Avignon (Francia) y fue operario en los Talleres. Instructor de tenis y boxeo, preparador físico de fútbol y básquet, pintor, bien merecería ser recordado con una plaza. Otro tanto podría suceder con José Martorell, discípulo de Tetú, que se destacó como boxeador y representó a Tucumán en el Campeonato Panamericano de Texas y también peleó en Dallas.
Se podría evocar al destacado médico José Manuel Raya o a los impulsores de Juvenilia, entidad cultural creada en 1941, cuyos "Juegos florales" alcanzaron prestigio nacional. Alfredo de la Zerda, Leonardo Cardozo, Eduardo Antonietta, Rodolfo Waldmeyer, Lorenzo Parra y el incansable Armando Burgos, figuran entre sus presidentes.
Don Vespaciano Brizuela, el primer intendente, el querido sacerdote David Dip, autor además de una de las primeras historias, Miguel Xamena, creador de la banda municipal, fueron otras de las personalidades de Tafí Viejo. El músico y poeta Osvaldo "Chichí" Costello bien merecería un busto en una plaza que lo evocara, al igual que la poeta Dora Fornaciari o el escenógrafo Hernani Bomba. También se podría homenajear en vida a Ernestina Salazar, destacada artista plástica o al poeta Néstor Rodolfo Silva, al prolífico compositor y letrista Rubén Cruz o a Raúl "Mono" Villafañe, uno de los mejores cantores del folclore tucumano.
De ese modo, la Municipalidad de Tafí Viejo podría agradecer a todos aquellos que con su aporte a lo largo de más de un siglo contribuyeron al progreso económico, social y cultural de esa comunidad. Tanto los artistas son las voces que enriquecen el alma de un pueblo, los ciudadanos que trabajaron por la grandeza de esa comunidad, bien merecen un reconocimiento.