14 Abril 2012
Videla admitió que hubo un plan de desapariciones
Por primera vez, el ex dictador reveló que los crímenes para combatir la subversión fueron para "no provocar protestas en el país". "Había que eliminar un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la Justicia, ni tampoco ser fusiladas". Negó la existencia de listas de los asesinados
ENEMIGOS. El ERP, más peligroso que Montoneros, según Videla. TELAM
BUENOS AIRES. El ex dictador Jorge Videla admitió por primera vez que la dictadura asesinó a "siete u ocho mil personas", que sus cuerpos fueron desaparecidos "para no provocar protestas dentro y fuera del país" y que el golpe militar de 1976 "fue un error porque no se necesitaba para combatir a la subversión".
En el libro "Disposición final", del periodista Ceferino Reato, que hoy lanzará la editorial Random House Mondadori, Videla reconoce que la dictadura asesinó civiles "para ganar la guerra contra la subversión".
"No había otra solución. Estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la Justicia, ni tampoco fusiladas", reveló.
Según Videla, líder del golpe del 24 de marzo de 1976 y presidente de facto durante cinco años hasta marzo de 1981, "los cadáveres fueron eliminados para no provocar protestas. Cada desaparición puede ser entendida como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte".
Reato entrevistó a Videla durante veinte horas entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en la celda número 5 de la prisión federal de Campo de Mayo. Allí, el ex dictador confesó que hizo desaparecer cuerpos de personas muertas en tiroteos, como el del jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, porque "era una persona que generaba expectativas. La aparición de ese cuerpo iba a dar lugar a homenajes, a celebraciones. Era una figura que había que opacar. La frase 'Solución Final' nunca se usó. 'Disposición Final' fue una frase más utilizada. Son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final", indicó Videla.
Además, precisó que "por su preparación militar e ideológica, el (ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra cosa. Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo con el que había nacido". "No hay listas con el destino final de los desaparecidos. Podría haber listas parciales, pero desprolijas", añadió.
"Las desapariciones fueron luego de los decretos del presidente interino Ítalo Luder, que nos dio licencia para matar. Desde el punto de vista militar no necesitábamos el golpe. Fue un error", dijo. "Nuestro objetivo era disciplinar a una sociedad anarquizada y con respecto al peronismo: salir de una visión populista, demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario", prosiguió. Reveló que los empresarios "se lavaron las manos. ¿Cuántas veces me dijeron 'se quedaron cortos, tendrían que haber matado a mil, a diez mil más'". "Dios sabe lo que hace, por qué y para qué. Yo acepto su voluntad. Creo que Dios nunca me soltó la mano", afirmó. (DYN)
En el libro "Disposición final", del periodista Ceferino Reato, que hoy lanzará la editorial Random House Mondadori, Videla reconoce que la dictadura asesinó civiles "para ganar la guerra contra la subversión".
"No había otra solución. Estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la Justicia, ni tampoco fusiladas", reveló.
Según Videla, líder del golpe del 24 de marzo de 1976 y presidente de facto durante cinco años hasta marzo de 1981, "los cadáveres fueron eliminados para no provocar protestas. Cada desaparición puede ser entendida como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte".
Reato entrevistó a Videla durante veinte horas entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en la celda número 5 de la prisión federal de Campo de Mayo. Allí, el ex dictador confesó que hizo desaparecer cuerpos de personas muertas en tiroteos, como el del jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, porque "era una persona que generaba expectativas. La aparición de ese cuerpo iba a dar lugar a homenajes, a celebraciones. Era una figura que había que opacar. La frase 'Solución Final' nunca se usó. 'Disposición Final' fue una frase más utilizada. Son dos palabras muy militares y significan sacar de servicio una cosa por inservible. Cuando, por ejemplo, se habla de una ropa que ya no se usa o no sirve porque está gastada, pasa a Disposición Final", indicó Videla.
Además, precisó que "por su preparación militar e ideológica, el (ERP) era más enemigo que Montoneros; era algo ajeno, otra cosa. Montoneros guardaba algo del nacionalismo, del catolicismo, del peronismo con el que había nacido". "No hay listas con el destino final de los desaparecidos. Podría haber listas parciales, pero desprolijas", añadió.
"Las desapariciones fueron luego de los decretos del presidente interino Ítalo Luder, que nos dio licencia para matar. Desde el punto de vista militar no necesitábamos el golpe. Fue un error", dijo. "Nuestro objetivo era disciplinar a una sociedad anarquizada y con respecto al peronismo: salir de una visión populista, demagógica; con relación a la economía, ir a una economía de mercado, liberal. Queríamos también disciplinar al sindicalismo y al capitalismo prebendario", prosiguió. Reveló que los empresarios "se lavaron las manos. ¿Cuántas veces me dijeron 'se quedaron cortos, tendrían que haber matado a mil, a diez mil más'". "Dios sabe lo que hace, por qué y para qué. Yo acepto su voluntad. Creo que Dios nunca me soltó la mano", afirmó. (DYN)
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