02 Abril 2012
FANÁTICOS. Le sacaron fotos, lo filmaron y hasta le pasaron mensajes escritos en los teléfonos celulares; Dero mostró que está del lado del pueblo. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
De nuevo los anteojos oscuros en la noche. De nuevo los chicos presumidos con musculosas y las chicas que agitan el pelo con los ojos cerrados, cada uno por su lado. Hacía rato que no se hacía en Tucumán una de estas fiestas electrónicas multipista multitodo, y el sábado fue el regreso a esa (para muchos) buena costumbre, con un set explosivo del consagrado DJ Ezequiel Dero.
Las bandejas comenzaron a rodar a las 2 en punto. Más tarde él confesó que quería arrancar de a poco, pero la masa sedienta y apurada de una noche que se esfuma a toda velocidad le exigió pisar el acelerador e inyectó adrenalina antes de lo previsto. Buena reacción, propia de un artista que recorrió el mundo y que sabe qué, cómo y cuándo dar lo que hay que dar.
No se ve mucho por estas playas que el DJ tome el micrófono para agitar a "las bestias", como le gusta llamar a su audiencia de La 100; pero el remixer, productor y también locutor lo hizo, alineándose con los principales DJs internacionales.
"Esta es una de las mejores noches en lo que va de 2012", fue uno de los piropos que lanzó para el regocijo tucumano. ¿No habrá sido mucho? Dero viene de tocar en Miami, en la fiesta Juicy Beach para una multitud y acá, en Banco Provincia (bautizado para la ocasión Energy Meeting Point), lo hizo para un poco más de 500 entusiastas. "Pero fue así -confesó el DJ en una entrevista con LA GACETA-. Tucumán está, sin exagerar, dentro de las cinco mejores provincias en cuanto a nivel energético. Es increíble cómo responde el público".
En su set remixó la mayoría de las canciones que sonaron en el verano, que suenan ahora y que nunca dejaron de sonar. La tarima del vip, pegada a las bandejas del DJ y un metro más elevada -aunque con la misma energía que la pista general-, vibró con David Guetta, Poncho, Tiësto, Pitbull, Red Hot Chili Peppers... Entre fotos, saludos y festejos interminables para uno de los precursores de la música electrónica en el país, los fans le mostraban mensajes escritos en sus teléfonos celulares. "Me saludaban, me pedían canciones, me pedían una foto", reveló más tarde Dero, encantado con el aguante de sus seguidores
El momento cruel
Quince minutos antes de la hora maldita, Ezequiel Dero anticipó el final con una melodía que sonaba a canción de cuna. Los cortes bruscos en los remixes que siguieron hicieron reaccionar a un público siempre susceptible con el fin prematuro de la fiesta. "Me quedé con ganas de tocar hasta las 10. He vivido topes horarios en otros lados, pero las 4 me parece una locura. Creo que las 5.30 o 6 estaría bien, pero no a las 4, cuando la gente nunca llega antes de las 2", opinó Dero, luego de ver pasar de la euforia a las caras largas cuando se prendieron las luces letales.
Ese detalle es una de las claves para entender por qué hace tanto tiempo no se hacían fiestas de este tipo; lo admitió el organizador, Javier Zabala, aunque apuntó que no es el único motivo. Y a pesar de que los asistentes desocuparon el club sin chistar, el folclore de todos los fines de semana se actualizó religiosamente: "¿dónde es el after?"
Las bandejas comenzaron a rodar a las 2 en punto. Más tarde él confesó que quería arrancar de a poco, pero la masa sedienta y apurada de una noche que se esfuma a toda velocidad le exigió pisar el acelerador e inyectó adrenalina antes de lo previsto. Buena reacción, propia de un artista que recorrió el mundo y que sabe qué, cómo y cuándo dar lo que hay que dar.
No se ve mucho por estas playas que el DJ tome el micrófono para agitar a "las bestias", como le gusta llamar a su audiencia de La 100; pero el remixer, productor y también locutor lo hizo, alineándose con los principales DJs internacionales.
"Esta es una de las mejores noches en lo que va de 2012", fue uno de los piropos que lanzó para el regocijo tucumano. ¿No habrá sido mucho? Dero viene de tocar en Miami, en la fiesta Juicy Beach para una multitud y acá, en Banco Provincia (bautizado para la ocasión Energy Meeting Point), lo hizo para un poco más de 500 entusiastas. "Pero fue así -confesó el DJ en una entrevista con LA GACETA-. Tucumán está, sin exagerar, dentro de las cinco mejores provincias en cuanto a nivel energético. Es increíble cómo responde el público".
En su set remixó la mayoría de las canciones que sonaron en el verano, que suenan ahora y que nunca dejaron de sonar. La tarima del vip, pegada a las bandejas del DJ y un metro más elevada -aunque con la misma energía que la pista general-, vibró con David Guetta, Poncho, Tiësto, Pitbull, Red Hot Chili Peppers... Entre fotos, saludos y festejos interminables para uno de los precursores de la música electrónica en el país, los fans le mostraban mensajes escritos en sus teléfonos celulares. "Me saludaban, me pedían canciones, me pedían una foto", reveló más tarde Dero, encantado con el aguante de sus seguidores
El momento cruel
Quince minutos antes de la hora maldita, Ezequiel Dero anticipó el final con una melodía que sonaba a canción de cuna. Los cortes bruscos en los remixes que siguieron hicieron reaccionar a un público siempre susceptible con el fin prematuro de la fiesta. "Me quedé con ganas de tocar hasta las 10. He vivido topes horarios en otros lados, pero las 4 me parece una locura. Creo que las 5.30 o 6 estaría bien, pero no a las 4, cuando la gente nunca llega antes de las 2", opinó Dero, luego de ver pasar de la euforia a las caras largas cuando se prendieron las luces letales.
Ese detalle es una de las claves para entender por qué hace tanto tiempo no se hacían fiestas de este tipo; lo admitió el organizador, Javier Zabala, aunque apuntó que no es el único motivo. Y a pesar de que los asistentes desocuparon el club sin chistar, el folclore de todos los fines de semana se actualizó religiosamente: "¿dónde es el after?"
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