05 Marzo 2012
Hace ya mucho tiempo que se sabe que la infertilidad no es problema sólo de mujeres. Incluso, según estudios científicos citados por la "Revista chilena de neuropsiquiatría", casi se ha descartado que los síndromes psiquiátricos jueguen un rol significativo en la génesis de la infertilidad. "Sólo dos excepciones ameritan ser consideradas: la anorexia nerviosa, que se genera, por la significativa baja de peso, una alteración hormonal que inhibe la ovulación; y disfunciones sexuales, como la eyaculación precoz, la disfunción eréctil y el vaginismo, porque impiden la consumación de la relación sexual". Lo afirman los doctores Estela Palacios y Enrique Jadresic en su artículo "Aspectos emocionales en la infertilidad: una revisión de la literatura reciente".
En cambio, resaltan las secuelas psicológicas que produce la infertilidad en la autoestima, la identidad sexual, el funcionamiento social y la sexualidad. "En estos ámbitos -afirman- se describen grados importantes de ansiedad y depresión, sentimientos de culpa, miedos y aislamiento".
Los hombres, peor
Y ahora parece poder demostrarse que las consecuencias de la infertildad impactan psicológicamente mucho más en los hombres, que la sufren silenciosamente, ya que no están acostumbrados como las mujeres a lidiar con este tipo de asuntos. Para colmo, la sociedad muchas veces sostiene el mito de que la fertilidad de un hombre está asociada a su masculinidad. Como consecuencia suelen aparecer ansiedad, culpa, depresión y pérdida de la autoestima, al punto que muchos comienzan a verse como "fracasados".
Las causas de infertilidad masculina pueden ser muy variadas: disminución en la cantidad de espermatozoides, alteraciones en la calidad y funcionalidad de los mismos, infecciones, etc. Y en los últimos tiempos se ha comprendido la importancia de la acción de contaminantes ambientales, del estrés urbano, del abuso de drogas, del consumo de alcohol y de las enfermedades de transmisión sexual.
Tratamientos
La ciencia ha desarrollado técnicas que permiten mejorar los resultados de los tratamientos de fertilización asistida y, con ello, lograr el sueño del hijo deseado. Algunas permiten detectar espermatozoides con ADN deteriorado y excluirlos a la hora de fertilizar los óvulos. Otro procedimiento incorpora el uso de un microscopio de alta resolución, por medio del cual se pueden seleccionar espermatozoides morfológicamente mejores y descartar aquellos que no son aptos para la fecundación.
Buscar apoyo
Si bien es cierto, que la evaluación de diagnóstico y las mismas técnicas de fertilización pueden ser emocionalmente traumáticas, el apoyo de los profesionales de salud mental presentes en los equipos interdisciplinarios ayudará a los hombres a asumir esta condición, superar barreras, derrumbar tabúes y aceptar los tratamientos.
En cambio, resaltan las secuelas psicológicas que produce la infertilidad en la autoestima, la identidad sexual, el funcionamiento social y la sexualidad. "En estos ámbitos -afirman- se describen grados importantes de ansiedad y depresión, sentimientos de culpa, miedos y aislamiento".
Los hombres, peor
Y ahora parece poder demostrarse que las consecuencias de la infertildad impactan psicológicamente mucho más en los hombres, que la sufren silenciosamente, ya que no están acostumbrados como las mujeres a lidiar con este tipo de asuntos. Para colmo, la sociedad muchas veces sostiene el mito de que la fertilidad de un hombre está asociada a su masculinidad. Como consecuencia suelen aparecer ansiedad, culpa, depresión y pérdida de la autoestima, al punto que muchos comienzan a verse como "fracasados".
Las causas de infertilidad masculina pueden ser muy variadas: disminución en la cantidad de espermatozoides, alteraciones en la calidad y funcionalidad de los mismos, infecciones, etc. Y en los últimos tiempos se ha comprendido la importancia de la acción de contaminantes ambientales, del estrés urbano, del abuso de drogas, del consumo de alcohol y de las enfermedades de transmisión sexual.
Tratamientos
La ciencia ha desarrollado técnicas que permiten mejorar los resultados de los tratamientos de fertilización asistida y, con ello, lograr el sueño del hijo deseado. Algunas permiten detectar espermatozoides con ADN deteriorado y excluirlos a la hora de fertilizar los óvulos. Otro procedimiento incorpora el uso de un microscopio de alta resolución, por medio del cual se pueden seleccionar espermatozoides morfológicamente mejores y descartar aquellos que no son aptos para la fecundación.
Buscar apoyo
Si bien es cierto, que la evaluación de diagnóstico y las mismas técnicas de fertilización pueden ser emocionalmente traumáticas, el apoyo de los profesionales de salud mental presentes en los equipos interdisciplinarios ayudará a los hombres a asumir esta condición, superar barreras, derrumbar tabúes y aceptar los tratamientos.