25 Febrero 2012
SANTIAGO DE CHILE.- La región de Aysén, en la Patagonia chilena, vivió otra jornada de protestas, con enfrentamientos con la policía que se extendían hasta ayer, tras 12 días de manifestaciones de sus pobladores que exigen medidas para afrontar su situación de aislamiento. Un centenar de vecinos se enfrentaron durante la noche del jueves y partes del día de ayer con la policía en la entrada del puerto Ibáñez, donde los últimos días se han concentrado los disturbios, que en esta jornada se saldaron con cuatro heridos. En otros sectores se mantenían los cortes esporádicos de las principales rutas de acceso a la región, que ya acusaba un desabastecimiento severo, sobre todo de combustibles.
Los habitantes de la región de Aysén, a 1.300 km al sur de Santiago, comenzaron hace 12 días sus protestas, en reclamo de medidas que les permitan enfrentar su situación de aislamiento, que incide allí en un mayor precio de combustibles y alimentos.
Cansados de pagar hasta un 40% más por los productos derivados del petróleo, la gasolina y la mayor parte de los productos básicos, los vecinos de Aysén exigen la presencia del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y la instauración de un subsidio a los combustibles. Larraín dijo que de momento no está previsto que viaje a la zona y acusó de tener una actitud "obcecada" a los dirigentes vecinales, aunque adelantó que el gobierno estudia una eventual rebaja de los combustibles. (AFP)
Los habitantes de la región de Aysén, a 1.300 km al sur de Santiago, comenzaron hace 12 días sus protestas, en reclamo de medidas que les permitan enfrentar su situación de aislamiento, que incide allí en un mayor precio de combustibles y alimentos.
Cansados de pagar hasta un 40% más por los productos derivados del petróleo, la gasolina y la mayor parte de los productos básicos, los vecinos de Aysén exigen la presencia del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y la instauración de un subsidio a los combustibles. Larraín dijo que de momento no está previsto que viaje a la zona y acusó de tener una actitud "obcecada" a los dirigentes vecinales, aunque adelantó que el gobierno estudia una eventual rebaja de los combustibles. (AFP)