Una lapicera en la oreja
Las siestitas de Redacción dan para todo. Un visitante llegó con una lapicera bic en la oreja. "¿Venís del almacén?", le preguntaron en broma. Otro se sorprendió de que no se le cayera la lapicera. "A veces me la pongo en el pelo. No se cae. Cuando tenía pelo largo, solía ponerme 10 cigarrillos escondidos en el pelo, y después me sacudía así, y caían todos. Tengo pelo espeso", dijo. Varios que presenciaron el pequeño espectáculo cuasi circense se quedaron boquiabiertos. Uno sentenció que esas proezas las pueden hacer los que tienen pelo enrulado o los de pelo espeso, no los de cabello lacio. Ni los pelados, obvio. Hubo alguno que quiso que el singular artista se pusiera cigarrillos encendidos en el pelo, a ver si los sostenía, pero no pudo ser. En la Redacción está prohibido fumar, por suerte.

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