09 Enero 2012
EN CASA, EN UN ESTUDIO O EN EL ESCENARIO. El hecho de cantar genera armonía en el plano espiritual y por otra parte refuerza el sistema inmune. CARRIEGARRETTVOCALS
No se trata de ser como Pavarotti ni de deslumbrar desde un escenario. Es algo más sencillo, pero tal vez por eso mismo, más difícil: es hacerle caso al deseo profundo de expresarte de otra manera, poniéndote en contacto con tu esencia, con tu espiritualidad. Los especialistas afirman que todas las personas nacemos con la habilidad de cantar, cada uno con su entonación, su claridad y su caudal de voz. Y que es fundamental no privar a los niños de hacerlo. Lo que se sabe ahora es que no es solamente una cuestión de expresarse sino también de salud.
"Los resultados de investigaciones recientes confirman, incluso, que cantar debería ser recetado por el médico", afirma Gertraud Berka-Schmid, psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Música y Arte de Viena. En opinión de la especialista, se trata de un remedio óptimo para los males específicos de nuestro tiempo, porque equilibra el sistema vegetativo y refuerza la actividad de los nervios parasimpáticos que, en contraposición a los simpáticos, aportan tranquilidad y relax. "Cantar genera armonía a nivel psíquico y refuerza el sistema inmune para que puedan actuar las capacidades de autosanación frente a problemas hoy día tan frecuentes como los trastornos del sueño o la enfermedad ?estar quemado? (conocido en inglés como burn out)", agregó.
Investigaciones clínicas del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, que está a cargo del médico, músico e investigador Enrique Flores, han descubierto que el canto acarrea importantes beneficios para la salud física y mental debido a la liberación de endorfinas, lo cual nos lleva a un estado de bienestar. Este estudio menciona que al cantar mejora la capacidad de atención y la memoria, y por lo tanto, el aprendizaje, así coadyuva a la claridad mental y a la habilidad para transmitir vivencias y emociones aun en pacientes con trastornos demenciales o enfermedad de Alzheimer. Otros estudios, como los del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, sostienen que el canto es una actividad aeróbica que aumenta la oxigenación en la sangre lo cual conlleva una optimización del sistema inmunológico.
"Como músico y director de coros, mi percepción es que cantar produce en las personas una situación placentera, porque es un medio de expresión muy natural, es el que sale del propio cuerpo, el que uno genera del propio organismo; creo que, de alguna manera, produce esa sensación placentera no sólo por que se está generando un hecho estético sino porque estás canalizando tu expresividad a través del canto. Pasa mucho por ahí, por cubrir una forma de comunicarse con el otro desde el aspecto emocional", sostiene Ricardo Steinsleger, director de coros desde hace 25 años. En ese sentido, Steinsleger destaca que también hay gran satisfacción en cantar en grupo, "porque se consigue que el resultado sea mayor que la suma de las partes; no existen rivalidades, lo importante es el trabajo enfocado en un objetivo común, al contrario de lo que ocurre en otras disciplinas en que uno debe derrotar a otro para destacarse", puntualizó. "Cantando, tenés la posibilidad de sacar lo mejor de vos mismo", finalizó.
"Cantando la gente se siente mejor, se siente libre", afirma, en tanto, Silvia Quirico, soprano, quien canta en forma profesional desde los 14 años y actualmente se desempeña en coros. Silvia distingue entre el canto cotidiano del que deviene en arte, pero debido al tiempo y esfuerzo que hay que dedicarle al arte más que por los beneficios que causan.
"Cuando cantás entrenás toda la musculatura para la respiración, para la relajación muscular, para aumentar tu capacidad de oxigenarte, y eso te beneficia en la vida cotidiana aunque no te des cuenta porque ya lo has incorporado casi mecánicamente", explica. "El canto también puede ser una compañía cuando estás haciendo algo, por ejemplo un trabajo rutinario, o limpiando la casa; es una forma de cargar energía. Eso me recuerda a los esclavos negros, que trabajaban cantando, y así se daban ánimos para soportar su vida", finaliza.
"Los resultados de investigaciones recientes confirman, incluso, que cantar debería ser recetado por el médico", afirma Gertraud Berka-Schmid, psicoterapeuta y profesora de la Universidad de Música y Arte de Viena. En opinión de la especialista, se trata de un remedio óptimo para los males específicos de nuestro tiempo, porque equilibra el sistema vegetativo y refuerza la actividad de los nervios parasimpáticos que, en contraposición a los simpáticos, aportan tranquilidad y relax. "Cantar genera armonía a nivel psíquico y refuerza el sistema inmune para que puedan actuar las capacidades de autosanación frente a problemas hoy día tan frecuentes como los trastornos del sueño o la enfermedad ?estar quemado? (conocido en inglés como burn out)", agregó.
Investigaciones clínicas del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, que está a cargo del médico, músico e investigador Enrique Flores, han descubierto que el canto acarrea importantes beneficios para la salud física y mental debido a la liberación de endorfinas, lo cual nos lleva a un estado de bienestar. Este estudio menciona que al cantar mejora la capacidad de atención y la memoria, y por lo tanto, el aprendizaje, así coadyuva a la claridad mental y a la habilidad para transmitir vivencias y emociones aun en pacientes con trastornos demenciales o enfermedad de Alzheimer. Otros estudios, como los del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, sostienen que el canto es una actividad aeróbica que aumenta la oxigenación en la sangre lo cual conlleva una optimización del sistema inmunológico.
"Como músico y director de coros, mi percepción es que cantar produce en las personas una situación placentera, porque es un medio de expresión muy natural, es el que sale del propio cuerpo, el que uno genera del propio organismo; creo que, de alguna manera, produce esa sensación placentera no sólo por que se está generando un hecho estético sino porque estás canalizando tu expresividad a través del canto. Pasa mucho por ahí, por cubrir una forma de comunicarse con el otro desde el aspecto emocional", sostiene Ricardo Steinsleger, director de coros desde hace 25 años. En ese sentido, Steinsleger destaca que también hay gran satisfacción en cantar en grupo, "porque se consigue que el resultado sea mayor que la suma de las partes; no existen rivalidades, lo importante es el trabajo enfocado en un objetivo común, al contrario de lo que ocurre en otras disciplinas en que uno debe derrotar a otro para destacarse", puntualizó. "Cantando, tenés la posibilidad de sacar lo mejor de vos mismo", finalizó.
"Cantando la gente se siente mejor, se siente libre", afirma, en tanto, Silvia Quirico, soprano, quien canta en forma profesional desde los 14 años y actualmente se desempeña en coros. Silvia distingue entre el canto cotidiano del que deviene en arte, pero debido al tiempo y esfuerzo que hay que dedicarle al arte más que por los beneficios que causan.
"Cuando cantás entrenás toda la musculatura para la respiración, para la relajación muscular, para aumentar tu capacidad de oxigenarte, y eso te beneficia en la vida cotidiana aunque no te des cuenta porque ya lo has incorporado casi mecánicamente", explica. "El canto también puede ser una compañía cuando estás haciendo algo, por ejemplo un trabajo rutinario, o limpiando la casa; es una forma de cargar energía. Eso me recuerda a los esclavos negros, que trabajaban cantando, y así se daban ánimos para soportar su vida", finaliza.
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