18 Diciembre 2011
La imagen siempre es dulce: los niños corriendo a las palomas en la plazas. El problema se produce cuando esas palomas se convierten en plaga. Y eso parece ser lo que sucede en Buenos Aires. Por eso las autoridades del Gobierno de Mauricio Macri quieren recurrir a una práctica medieval: utilizar halcones para cazarlas. Ayer se publicó una primera información en Perfil.com, ampliada luego por lanación.com. La idea del ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, es entrenar tres razas de halcones autóctonos: el peregrino, el plomizo y el pechirrojo. Treinta aves actuarían en Recoleta y Retiro. Más adelante, el sistema puede extenderse a Palermo. "Se trata de un control biológico utilizando aves que ya existen en la ciudad", explicó Santilli a Perfil. "Las palomas se reproducen a un ritmo alarmante y pueden transformarse en un problema sanitario", agregó. Además pueden contagiar enfermedades y atentan contra el patrimonio urbanístico. Así que ahora otras aves saldrán a cazarlas.
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