25 Noviembre 2011
EN CASA DE GOBIERNO. Bussi y otros militares apartaron a Juri del gobierno. Luego, firmó a cargo de la provincia.
Una llovizna persistente caía sobre Tucumán en la madrugada del 24 de marzo de 1976. A las 5.30, ingresó al Salón Blanco y juró "por Dios, la patria, los santos evangelios y el honor militar" como interventor militar de la provincia. Antonio Domingo Bussi hizo el juramento ante el escribano de Gobierno, Arcadio Molina, apoyando la mano sobre un crucifijo. Siguiendo la misma fórmula, tomaron posesión de sus cargos el coronel José Bernal Soto (ministro de Gobierno), el mayor Roberto Lapegüe (Economía), el coronel Francisco Gutiérrez (Bienestar Social) y el capitán José Abba (fiscal de Estado).
La actividad en la Casa de Gobierno había empezado a las 4, cuando llegó un grupo de efectivos del Ejército al mando del jefe del Regimiento 19 de Infantería, teniente coronel Ernesto Alais. Minutos después apareció el general de brigada Bussi, junto con oficiales y sus ayudantes. Antes de las 4.30, comenzaron a ingresar al palacio gubernamental, custodiados por militares, los funcionarios del gobierno peronista de Amado Juri: Milivoj Ratkovic (ministro de Bienestar Social), Nicolás Heredia (coordinador de la Gobernación) y el ingeniero Héctor Torres (Economía). En un automóvil oficial llegó a las 4.45 el gobernador que acaba de ser depuesto, quien ingresó con su ministro de Gobierno, Servando César Carrizo, y tras él, llegaron casi todos sus secretarios de Estado.
En el que hasta entonces era su despacho, Amado Juri le entregó el gobierno a Bussi, abandonó la dependencia con sus colaboradores, se despidió de los periodistas y fue conducido a otras oficinas de la gobernación donde quedó a disposición de la autoridad militar. "Cuando llegamos a la Casa de Gobierno con el ministro Servando Carrizo, Bussi ni siquiera me saludó, demostrando una desconsideración total, y se paseaba bufando cual león enjaulado. Ese día fuimos detenidos y llevados al Comando, mientras la gente, en la calle, tenía miedo porque esa noche había sido fatal", le contaba Juri a LA GACETA en noviembre de 1999.
El 22 de abril, Bussi fue confirmado como gobernador. El 5 de mayo lanzó la "Orientación básica para el ejercicio del gobierno en la provincia". "Toda acción a desarrollar estará orientada y al servicio de los postulados contenidos en los objetivos básicos y en el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, complementados por las constituciones nacional y provincial en tanto no se opongan a ellos. Además deberán ser tenidas permanentemente en cuenta como bases fundamentales para la acción de las ideas rectoras que sustentan la intervención de las Fuerzas Armadas en el proceso nacional", decía el documento.
El domingo 4 de diciembre de 1977 unos 40 grados azotaron a los tucumanos. Ese día, Bussi rindió cuentas de su acción de gobierno, y al día siguiente le entregó el mando al general de brigada (RE), Lino Domingo Montiel Forzano. En su discurso, Bussi dijo que se había logrado "la definitiva pacificación".
En los 80, el general de división (RE) Antonio Bussi regresó a Tucumán en varias ocasiones y en 1987 decidió incursionar en la política, aceptando la candidatura a gobernador que le ofreció Exequiel Ávila Gallo, titular del partido Defensa Provincial (Bandera Blanca). "Mi compromiso es con la provincia. Me sé querido por Tucumán. En los días cruciales de la guerra, he recibido una despedida que conservo caliente en mi corazón (...) Y hubo muertos y desaparecidos como consecuencia de la guerra exclusivamente", afirmó entonces. En la elección de septiembre salió cuarto, con 98.453 votos. Los comicios habían sido ganados por la UCR (Rubén Chebaia) con 177.506 votos, seguida del PJ (José Domato) con 133.539 y del Frente de Acción Provinciana (Osvaldo Cirnigliaro) con 104.727. Finalmente, el Colegio Electoral consagró primer mandatario a Domato.
En julio de 1988, Bussi creó Fuerza Republicana (FR) y tres años más tarde, las protestas diarias de jubilados y de estatales se habían vuelto inmanejables. El 18 de enero de 1991, el entonces presidente, Carlos Menem, dispuso la intervención de Tucumán y envió para hacerse cargo de la provincia al abogado cordobés Julio César Aráoz, quien puso en vigencia la controvertida Constitución de 1990, tras haberse convocado a una Convención Constituyente dominada por FR. Tucumán dejó atrás el Colegio Electoral y la bicameralidad.
La gestión de Aráoz le allanó el camino a Ramón Bautista "Palito" Ortega para que éste, con el aval de Menem, fuera candidato a gobernador por el PJ el 8 de setiembre de ese año. Ortega, que vivía en Miami, había sido tentado por el Presidente a ingresar en la arena política. La fórmula Antonio Bussi-Alberto Germanó fue derrotada en los comicios de septiembre por el Frente de la Esperanza, que lideraba Ortega. El 30 de octubre de 1995, Antonio Bussi hizo realidad su sueño de ocupar por segunda vez el sillón de Lucas Córdoba. El 3 de julio de 1995, la fórmula de FR Bussi-Raúl Topa había alcanzado 262.000 votos, contra los 170.187 del Frente de la Esperanza (Olijela Rivas-José Carbonell). El gabinete de Bussi no tardó en sufrir un desgaste prematuro. En el medio se confirmó que poseía una cuenta millonaria en un banco suizo, se lo suspendió en el cargo y se le impulsó un juicio político, en el que no prosperó la destitución que se le promovía.
"¡Ganamos, papá!", le dijo Ricardo Bussi a su padre, pasadas las 18 del domingo 6 de junio de 1999. Los primeros resultados de las encuestas a boca de urna le daban la victoria a FR en la elección de gobernador con casi 10 puntos por encima del peronista Julio Miranda. Pero a las 3 del lunes, los cómputos oficiales le otorgaban a Miranda el 39,93% y a Bussi el 35,38%. Las filas de FR pasaron de la euforia a la amargura. Antonio Bussi fue electo legislador, y no asumió para ocupar una banca en diputados que no pudo asumir. Nunca más ocuparía un cargo electivo.
La actividad en la Casa de Gobierno había empezado a las 4, cuando llegó un grupo de efectivos del Ejército al mando del jefe del Regimiento 19 de Infantería, teniente coronel Ernesto Alais. Minutos después apareció el general de brigada Bussi, junto con oficiales y sus ayudantes. Antes de las 4.30, comenzaron a ingresar al palacio gubernamental, custodiados por militares, los funcionarios del gobierno peronista de Amado Juri: Milivoj Ratkovic (ministro de Bienestar Social), Nicolás Heredia (coordinador de la Gobernación) y el ingeniero Héctor Torres (Economía). En un automóvil oficial llegó a las 4.45 el gobernador que acaba de ser depuesto, quien ingresó con su ministro de Gobierno, Servando César Carrizo, y tras él, llegaron casi todos sus secretarios de Estado.
En el que hasta entonces era su despacho, Amado Juri le entregó el gobierno a Bussi, abandonó la dependencia con sus colaboradores, se despidió de los periodistas y fue conducido a otras oficinas de la gobernación donde quedó a disposición de la autoridad militar. "Cuando llegamos a la Casa de Gobierno con el ministro Servando Carrizo, Bussi ni siquiera me saludó, demostrando una desconsideración total, y se paseaba bufando cual león enjaulado. Ese día fuimos detenidos y llevados al Comando, mientras la gente, en la calle, tenía miedo porque esa noche había sido fatal", le contaba Juri a LA GACETA en noviembre de 1999.
El 22 de abril, Bussi fue confirmado como gobernador. El 5 de mayo lanzó la "Orientación básica para el ejercicio del gobierno en la provincia". "Toda acción a desarrollar estará orientada y al servicio de los postulados contenidos en los objetivos básicos y en el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, complementados por las constituciones nacional y provincial en tanto no se opongan a ellos. Además deberán ser tenidas permanentemente en cuenta como bases fundamentales para la acción de las ideas rectoras que sustentan la intervención de las Fuerzas Armadas en el proceso nacional", decía el documento.
El domingo 4 de diciembre de 1977 unos 40 grados azotaron a los tucumanos. Ese día, Bussi rindió cuentas de su acción de gobierno, y al día siguiente le entregó el mando al general de brigada (RE), Lino Domingo Montiel Forzano. En su discurso, Bussi dijo que se había logrado "la definitiva pacificación".
En los 80, el general de división (RE) Antonio Bussi regresó a Tucumán en varias ocasiones y en 1987 decidió incursionar en la política, aceptando la candidatura a gobernador que le ofreció Exequiel Ávila Gallo, titular del partido Defensa Provincial (Bandera Blanca). "Mi compromiso es con la provincia. Me sé querido por Tucumán. En los días cruciales de la guerra, he recibido una despedida que conservo caliente en mi corazón (...) Y hubo muertos y desaparecidos como consecuencia de la guerra exclusivamente", afirmó entonces. En la elección de septiembre salió cuarto, con 98.453 votos. Los comicios habían sido ganados por la UCR (Rubén Chebaia) con 177.506 votos, seguida del PJ (José Domato) con 133.539 y del Frente de Acción Provinciana (Osvaldo Cirnigliaro) con 104.727. Finalmente, el Colegio Electoral consagró primer mandatario a Domato.
En julio de 1988, Bussi creó Fuerza Republicana (FR) y tres años más tarde, las protestas diarias de jubilados y de estatales se habían vuelto inmanejables. El 18 de enero de 1991, el entonces presidente, Carlos Menem, dispuso la intervención de Tucumán y envió para hacerse cargo de la provincia al abogado cordobés Julio César Aráoz, quien puso en vigencia la controvertida Constitución de 1990, tras haberse convocado a una Convención Constituyente dominada por FR. Tucumán dejó atrás el Colegio Electoral y la bicameralidad.
La gestión de Aráoz le allanó el camino a Ramón Bautista "Palito" Ortega para que éste, con el aval de Menem, fuera candidato a gobernador por el PJ el 8 de setiembre de ese año. Ortega, que vivía en Miami, había sido tentado por el Presidente a ingresar en la arena política. La fórmula Antonio Bussi-Alberto Germanó fue derrotada en los comicios de septiembre por el Frente de la Esperanza, que lideraba Ortega. El 30 de octubre de 1995, Antonio Bussi hizo realidad su sueño de ocupar por segunda vez el sillón de Lucas Córdoba. El 3 de julio de 1995, la fórmula de FR Bussi-Raúl Topa había alcanzado 262.000 votos, contra los 170.187 del Frente de la Esperanza (Olijela Rivas-José Carbonell). El gabinete de Bussi no tardó en sufrir un desgaste prematuro. En el medio se confirmó que poseía una cuenta millonaria en un banco suizo, se lo suspendió en el cargo y se le impulsó un juicio político, en el que no prosperó la destitución que se le promovía.
"¡Ganamos, papá!", le dijo Ricardo Bussi a su padre, pasadas las 18 del domingo 6 de junio de 1999. Los primeros resultados de las encuestas a boca de urna le daban la victoria a FR en la elección de gobernador con casi 10 puntos por encima del peronista Julio Miranda. Pero a las 3 del lunes, los cómputos oficiales le otorgaban a Miranda el 39,93% y a Bussi el 35,38%. Las filas de FR pasaron de la euforia a la amargura. Antonio Bussi fue electo legislador, y no asumió para ocupar una banca en diputados que no pudo asumir. Nunca más ocuparía un cargo electivo.
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