26 Octubre 2011
FOTOS TOMADAS DE INFOBAE.COM / RADIOFMQ.COM
BUENOS AIRES.- Ante una masiva concurrencia de militantes políticos y organizaciones de derechos humanos, el Tribunal Oral Federal Nº 5 dio a conocer hoy la sentencia en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), durante la última dictadura militar. Los represores Alfredo Astiz y Jorge "Tigre" Acosta fueron condenados a prisión perpetua, al igual que otros nueve imputados. Hubo también penas menores y dos absoluciones.
El clima se tensó cuando se leyó la sentencia a Astiz. En ese momento, proliferaron los gritos en su contra, lo que motivó una leve sonrisa del ex militar que, además, se tocó la escarapela que llevaba en su saco, informó el diario "La Nación".
A prisión perpetua también fueron condenados: Antonio "Rata" Pernías, Adolfo Donda Tigel, Manuel Jacinto García, Oscar Antonio Montes, Alberto Eduardo "Gato" González, Jorge Carlos "Ruger" Radice, Néstor Omar "Norberto" Savio, Raúl Enrique "Mariano" Scheller, Ernesto Frimón Weber, Julio César Coronel y Ernesto Weber.
Todos ellos fueron considerados responsables por delitos de lesa humanidad, incluidos los secuestros y desapariciones la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y sus compañeras María Bianco y Esther de Careaga; del periodista y escritor Rodolfo Walsh, y de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon.
Fueron sentenciados a 25 años de prisión Juan Carlos Fotea y Manuel Jacinto García Tallada. Carlos Antonio "Tomy" Capdevilla deberá cumplir 20 años de prisión y Juan Antonio "Piraña" Azic, 18 años. En tanto que Pablo García Velazco y Juan Carlos Rolón fueron absueltos, pero seguirán en prisión por estar acusados en otras causas por crímenes de lesa humanidad.
Los jueces Ricardo Farías, Daniel Obligado y Germán Castelli dictaron la sentencia luego de casi dos años de audiencias por los que desfilaron 160 testigos, 79 de los cuales eran sobrevivientes del centro clandestino. En su fallo y a diferencia de otros juicios por los crímenes de la dictadura, el tribunal no dispuso la prisión el cárcel común, por lo que muchos de ellos cumplirán sus penas en su domicilio, y tampoco enmarcó los delitos en la figura de "genocidio".
Estos crímenes fueron cometidos hace más de tres décadas, entre 1975 y 1983 y ya fueron denunciados en el histórico Juicio a los Comandantes, de 1985, aunque luego se declararon no punibles por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, anuladas en 2005, lo que permitió la reanudación de los procesos.
Se estima que por el centro ilegal de concentración y exterminio de la ESMA, hoy convertido en un centro cultural por la memoria, pasaron unos 5.000 detenidos, que en su mayoría continúan desaparecidos. (NA-DyN-Especial)
El clima se tensó cuando se leyó la sentencia a Astiz. En ese momento, proliferaron los gritos en su contra, lo que motivó una leve sonrisa del ex militar que, además, se tocó la escarapela que llevaba en su saco, informó el diario "La Nación".
A prisión perpetua también fueron condenados: Antonio "Rata" Pernías, Adolfo Donda Tigel, Manuel Jacinto García, Oscar Antonio Montes, Alberto Eduardo "Gato" González, Jorge Carlos "Ruger" Radice, Néstor Omar "Norberto" Savio, Raúl Enrique "Mariano" Scheller, Ernesto Frimón Weber, Julio César Coronel y Ernesto Weber.
Todos ellos fueron considerados responsables por delitos de lesa humanidad, incluidos los secuestros y desapariciones la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y sus compañeras María Bianco y Esther de Careaga; del periodista y escritor Rodolfo Walsh, y de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon.
Fueron sentenciados a 25 años de prisión Juan Carlos Fotea y Manuel Jacinto García Tallada. Carlos Antonio "Tomy" Capdevilla deberá cumplir 20 años de prisión y Juan Antonio "Piraña" Azic, 18 años. En tanto que Pablo García Velazco y Juan Carlos Rolón fueron absueltos, pero seguirán en prisión por estar acusados en otras causas por crímenes de lesa humanidad.
Los jueces Ricardo Farías, Daniel Obligado y Germán Castelli dictaron la sentencia luego de casi dos años de audiencias por los que desfilaron 160 testigos, 79 de los cuales eran sobrevivientes del centro clandestino. En su fallo y a diferencia de otros juicios por los crímenes de la dictadura, el tribunal no dispuso la prisión el cárcel común, por lo que muchos de ellos cumplirán sus penas en su domicilio, y tampoco enmarcó los delitos en la figura de "genocidio".
Estos crímenes fueron cometidos hace más de tres décadas, entre 1975 y 1983 y ya fueron denunciados en el histórico Juicio a los Comandantes, de 1985, aunque luego se declararon no punibles por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, anuladas en 2005, lo que permitió la reanudación de los procesos.
Se estima que por el centro ilegal de concentración y exterminio de la ESMA, hoy convertido en un centro cultural por la memoria, pasaron unos 5.000 detenidos, que en su mayoría continúan desaparecidos. (NA-DyN-Especial)
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