01 Agosto 2011
BUENOS AIRES.- Una imagen de la Virgen de la Montaña, cuya autoría se atribuye a la escultora tucumana Lola Mora, sufrió daños graves tras ser atacada por desconocidos en la gruta de la localidad salteña de Rosario de la Frontera, donde es venerada desde 1899, según informaron hoy fuentes policiales.
El hecho, que incluyó la quema del altar y del sagrario, fue considerado una "profanación sacrílega" por las autoridades eclesiásticas salteñas, que organizaron ceremonias religiosas de desagravio. La escultura de mármol, de un metro de diámetro, fue decapitada y sufrió daños en los pies y en los brazos, uno de los cuales sostenía una imagen de Jesús niño. La Policía dijo que se intentaba determinar si el hecho, acaecido entre jueves y viernes, se debió al accionar de "un grupo de vándalos" o bien formó parte de un "ritual satánico".
De acuerdo con el material encontrado en la gruta, los atacantes utilizaron cañas con ganchos o lazos en las puntas para llegar desde las rejas que protegen el ingreso al lugar, hasta la imagen de la Virgen. La escultura fue enlazada por el cuello y luego arrastrada alrededor de 15 metros por el interior del santuario, dañando también el manto y la base que se partió en tres pedazos al caer.
Venerada
Fuentes eclesiásticas atribuyeron la obra a la escultora Lola Mora, quien vivió en la zona. La imagen histórica de la Virgen de la Montaña fue entronizada allí en 1899, mientras que la gruta donde es preservada fue construida en la primera mitad del siglo XX.
El arzobispado de Salta expresó en un comunicado su respaldo a la comunidad parroquial de Rosario de la Frontera y manifestó su repudio por la profanación de la gruta mariana. El vicario general, monseñor Dante Bernacki, consideró que se trató de "un hecho vandálico y sacrílego" y estimó que fue perpetrado por personas "escudadas por la oscuridad, el anonimato y la cobardía". La fiesta patronal en honor a la Virgen de la Montaña se celebra el 15 de agosto, fecha en la que suelen acudir al santuario más de 15.000 devotos procedentes de Salta, de Tucumán y de Santiago del Estero. (DyN)
El hecho, que incluyó la quema del altar y del sagrario, fue considerado una "profanación sacrílega" por las autoridades eclesiásticas salteñas, que organizaron ceremonias religiosas de desagravio. La escultura de mármol, de un metro de diámetro, fue decapitada y sufrió daños en los pies y en los brazos, uno de los cuales sostenía una imagen de Jesús niño. La Policía dijo que se intentaba determinar si el hecho, acaecido entre jueves y viernes, se debió al accionar de "un grupo de vándalos" o bien formó parte de un "ritual satánico".
De acuerdo con el material encontrado en la gruta, los atacantes utilizaron cañas con ganchos o lazos en las puntas para llegar desde las rejas que protegen el ingreso al lugar, hasta la imagen de la Virgen. La escultura fue enlazada por el cuello y luego arrastrada alrededor de 15 metros por el interior del santuario, dañando también el manto y la base que se partió en tres pedazos al caer.
Venerada
Fuentes eclesiásticas atribuyeron la obra a la escultora Lola Mora, quien vivió en la zona. La imagen histórica de la Virgen de la Montaña fue entronizada allí en 1899, mientras que la gruta donde es preservada fue construida en la primera mitad del siglo XX.
El arzobispado de Salta expresó en un comunicado su respaldo a la comunidad parroquial de Rosario de la Frontera y manifestó su repudio por la profanación de la gruta mariana. El vicario general, monseñor Dante Bernacki, consideró que se trató de "un hecho vandálico y sacrílego" y estimó que fue perpetrado por personas "escudadas por la oscuridad, el anonimato y la cobardía". La fiesta patronal en honor a la Virgen de la Montaña se celebra el 15 de agosto, fecha en la que suelen acudir al santuario más de 15.000 devotos procedentes de Salta, de Tucumán y de Santiago del Estero. (DyN)
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