Entre el fervor político y la dependencia

Entre el fervor político y la dependencia

El fanatismo que despierta la figura de la jefa de Estado se mezcló con la movilización de militantes justicialistas.

RECEPCIÓN POPULAR. La Presidenta fue recibida por una multitud, entre la que hubo gente que fue por compromiso y quienes lo hicieron espontáneamente. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI RECEPCIÓN POPULAR. La Presidenta fue recibida por una multitud, entre la que hubo gente que fue por compromiso y quienes lo hicieron espontáneamente. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
10 Julio 2011
La voz de un animador anunció que el helicóptero de la presidenta Cristina Fernández sobrevolaba el hipódromo y de repente el predio se convirtió en un campo de banderas blancas, verdes y celestes que miraban al cielo y vibraban en señal de saludo. Fue un momento cálido y alegre, en un acto corto, calculado y político.

Debajo de las banderas, diferentes grupos tenían sus colores asignados. Los amayistas estaban de blanco, los de Carlos "Alito" Assán de verde y el Movimiento de Unidad Popular (MUP) usó un amarillo parecido al que usa el PRO de Mauricio Macri. Las banderas argentinas con una gran C eran de La Cámpora.

La noche anterior, algunos miembros de esos grupos habían llegado al hipódromo para guardar un buen lugar para sus compañeros. "Un grupo de 500 personas vino anoche (por antenoche) y esta mañana (por ayer) llegamos los 1.500 restantes", contó Virginia Toscano, miembro de la delegación naranja de Luis Morghenstein, intendente de Las Talitas. Se habían necesitado 35 colectivos para transportar a toda esa gente, que finalmente quedó detrás del sector VIP en el predio.

Los más entusiastas fueron los jóvenes de La Cámpora. Su espacio, justo frente al escenario, había sido reservado desde Buenos Aires y luego vallado. En el corralito, cantaron su amor por Cristina, deliraron por ella y la hicieron llorar recordando a Néstor. Gerardo Epelbaum, un ferviente cristinista, explicó su devoción por la Presidenta: "me parece que tiene una sensibilidad superior, me gusta cómo habla y en sus años de Gobierno tuvo algunas buenas ideas".

Fuera del corralito, otros encontraron diferentes justificaciones para asistir al acto. Orlando López fue una de las 120 personas que fue al hipódromo desde Trancas. Actualmente desocupado, López admitió que asistió porque "podía hacer unos pesitos". Aunque recién iba a saber cuánto cuando volviera al colectivo que lo llevaría a su casa.

Otros también participaron de la celebración como una muestra de agradecimiento hacía la presidenta. "Ella nos dio planes sociales, bolsones de mercadería, microemprendimientos. Tengo cuatro hijos y los mantengo gracias a los planes sociales que recibo. Por eso vengo a darle mi apoyo", comentó Juan Carlos Sierra, miembro del MUP.

La oradora
La Presidenta llegó como un torbellino al escenario, rodeada por su gabinete y la plana mayor del Gobierno local. Su elegantísima asistente personal midió la luz en el atril, siempre con la cartera de la presidenta en el brazo. El primer orador fue el gobernador, José Alperovich, y Cristina pareció ser capaz de seguir el discurso (respondió con gestos a ciertos pasajes en los que el gobernador habló de autarquía y le agradeció la ayuda de ella y de Néstor a la Provincia), charlar con la senadora Beatriz Rojkés y repartir saludos y sonrisas al público, todo en simultáneo. Un cántico de los militantes evocando al ex presidente, y punteado con malas palabras, primero, le robó una expresión divertida de reprobación y luego le desprendió las primeras lágrimas del acto.

Antes de que se acercara al micrófono, reubicaron el atril por la luz del sol, y su asistente le llenó la copa con agua mineral, de la que tomó cada vez que la multitud no le permitió hablar. En un momento hizo un puchero y dijo: "me gustaría que estuviese un poco más", en alusión a Kirchner. El mismo puchero que hizo cuando se iba y la gente la saludaba.

El festejo en cifras
- 2.000.000 de pesos (cálculos extraoficiales) habrían costado los festejos.
- 300.000 pesos se habrían pagado a los artistas que recibieron el 9 de Julio.
- 150.000 pesos fue el caché más alto que se pagó: al "Chaqueño" Palavecino.
- 102.000 pesos, al menos, costó alquilar las vallas, traídas de otras provincias.
- 90.000 pesos costó montar el escenario en el Hipódromo de Tucumán.
- 500 invitados habrían participado del Tedeum en la iglesia Catedral.
- 30.000 personas habrían concurrido al acto. El oficialismo calcula 10.000 más.
- 4.500 militantes formaron un cordón entre emergentología y la Casa Histórica.
- 750 colectivos utilizó el oficialismo para trasladar gente de toda la provincia.
- 35 ómnibus provinieron solamente de la Municipalidad de Las Talitas.
- 50 pesos les habrían pagado a los movilizados, en promedio.
- 1.300 pesos vende, promedio, un puesto de choripán; la mitad es ganancia.
- 7 pesos el choripán y la milanesa más baratos; $ 10, los más caros.
- 130 pesos diarios cobran puesteros por atender kioscos de choripán ajenos.
- 1.000 pesos en globos vendió el payaso "Tatín", de Termas de Río Hondo.
- 5 pesos costaba cada globo; "Tatín" optó ayer por venirse a Tucumán.
- 5 pesos valía el algodón de azúcar; debían vender 50 para ganar algo.
- 2 pesos costaban los "cubanitos"; sin embargo, no resultó buen negocio.
- 300 pesos quería facturar un vendedor de praliné; así, iba a ganar $ 100.
- 350 pesos era el ideal que buscaba lograr un puesto de pochoclos a lo largo de todo el día.

Comentarios