09 Julio 2011
No es casual que se haya elegido Tucumán para la reunión del Congreso. Aquí convive la típica sociedad colonial periférica, que no está ni cerca de Lima ni de Buenos Aires. Aquí se han juntado algunas familias de sociedad con niñas en edad de merecer que tocan el piano. A falta de teatros, las únicas diversiones por estos días son las tertulias familiares. Las calles son de tierra, sin empedrado, donde se empoza el agua en profundas zanjas o el tierral, en la sequía, lo invade todo; las veredas son pocas, y en los candiles de papel arden las velas de sebo. Por aquí van y vienen, mientras dura la luz del día, entre 4.500 y 5.000 habitantes. Pero a las 22 ya rige el toque de queda y sólo circula la Policía.
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