09 Julio 2011
"El 12 de abril me llegó una carta de tono apasionado, lo cual no me sorprendió al ver la firma: José de San Martín", cuenta Tomás Godoy Cruz, congresal por Mendoza. Y muestra sin pudor la carta del general que le llegó hace unos días. "?¡Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia!"?, me escribió, exasperado. ?¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cocarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta para decirlo? -se preguntó-. Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas." En mi carta le respondí que no todo es soplar y hacer botellas", explicó Godoy Cruz.
"Mi propósito, se lo comuniqué al Directorio, es ocupar Chile para abrirnos camino hacia el Pacífico y empezar la campaña en Perú. La ofensiva requiere el sustento jurídico de la declaración de la Independencia," insiste San Martín, en viaje a Córdoba para entrevistar al flamante director supremo, Juan Martín de Pueyrredón. Venciendo todas las dificultades, en El Plumerillo (Mendoza) San Martín va logrando armar un ejército considerable. "Por bando, he dispuesto que todo individuo que se halle en disposición de poder llevar las armas y que no estuviese alistado en los cuerpos cívicos, lo verificará en el término de ocho días, y el que no lo verificare será reputado de traidor a la patria", reporta.
"Desde que San Martín me dio el mando en las avanzadas de la línea río Pasaje-Guachipas, hace dos años, hostilicé con mis 4.000 gauchos a los realistas constantemente hasta que logré que se replegaran hacia el Alto Perú. Así que Salta y Jujuy están libres", declaró desde Salta el gobernador, general Martín Miguel de Güemes.
"Mi propósito, se lo comuniqué al Directorio, es ocupar Chile para abrirnos camino hacia el Pacífico y empezar la campaña en Perú. La ofensiva requiere el sustento jurídico de la declaración de la Independencia," insiste San Martín, en viaje a Córdoba para entrevistar al flamante director supremo, Juan Martín de Pueyrredón. Venciendo todas las dificultades, en El Plumerillo (Mendoza) San Martín va logrando armar un ejército considerable. "Por bando, he dispuesto que todo individuo que se halle en disposición de poder llevar las armas y que no estuviese alistado en los cuerpos cívicos, lo verificará en el término de ocho días, y el que no lo verificare será reputado de traidor a la patria", reporta.
"Desde que San Martín me dio el mando en las avanzadas de la línea río Pasaje-Guachipas, hace dos años, hostilicé con mis 4.000 gauchos a los realistas constantemente hasta que logré que se replegaran hacia el Alto Perú. Así que Salta y Jujuy están libres", declaró desde Salta el gobernador, general Martín Miguel de Güemes.