21 Mayo 2011
"La gestión no debe interferir con las auditorías"
Goane, vocal de la Corte Suprema, se manifestó entusiasmado con la posibilidad de controlar la productividad de jueces y funcionarios. "Quiero conocer la realidad del Poder Judicial", afirmó. Además, precisó que la gestión sólo debe crear nuevas técnicas de trabajo: "es de rango inferior a la auditoría"
CONTROL. Goane dijo que quiere conocer la realidad de la Justicia. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Mientras cuatro miembros de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) atendían a los colegas de otras provincias que este jueves discutieron un proyecto de norma de gestión de calidad elaborado en la casa anfitriona, el vocal decano René Goane permanecía en su despacho atajando "los problemas del barco", según expresó a LA GACETA. Apartado del ruido que generó la presencia de Ricardo Lorenzetti, presidente del máximo tribunal nacional, Goane advirtió que la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) no debe invadir el terreno del Cuerpo de Auditores (CA).
"Los auditores no abrirán juicio sobre el mérito de la sentencia sino sobre la productividad de magistrados y funcionarios, y dependerán directamente del alto tribunal: sus vocales se proyectan a través de ellos", explicó Goane. En seguida, explicitó que la gestión sólo debe crear nuevas técnicas de trabajo: "mecanismos que, con los fundamentos del caso, agilicen los trámites procesales... Por lo tanto, la gestión es de rango totalmente inferior a la auditoría y hay que ser cuidadosos de que no interfiera".
Tanto el CA como la OGJ fueron creados por acordadas de la segunda mitad del año pasado, en ambos casos merced al voto unánime de los cinco vocales que en ese momento integraban el alto tribunal (en diciembre, Alberto Brito renunció para acogerse al beneficio de la jubilación; Daniel Posse asumió en su lugar en febrero de este año). "Si hay desbordes de un órgano sobre el otro, la Corte intervendrá para poner las cosas en su lugar", anticipó Goane, que prometió que la información derivada de las auditorías -el CA aún no comenzó a funcionar- estará a disposición de la prensa: "son actos que hacen al principio republicano de Gobierno".
"Dirán que soy fóbico"
En noviembre de 2010, durante la conferencia de prensa de presentación del CA, el vocal no titubeó en afirmar que se habían multiplicado la planta de personal y los recursos tecnológicos; que no había congreso al que no fuesen funcionarios y magistrados y, sin embargo, no se veían cambios. "Se está muy lejos de producir un rendimiento acorde a la garantía constitucional de acceso eficaz al servicio de Justicia", sentenció.
Seis meses después, la preocupación se convirtió en optimismo. "Estoy entusiasmado con la posibilidad de controlar la producción de Tribunales porque quiero conocer la realidad institucional. Se insiste mucho en el exorbitante número de causas (en trámite)... pero la máquina vomita miles de resoluciones en cuestión de minutos", comentó con asombro. Y a continuación dio un giro inesperado: "aquí hay otro problema y van a decir que soy un fóbico de las mujeres, pero desde que se intensificó el ingreso de personal femenino (a las dependencias judiciales) se trabaja menos tiempo, mal que le pese a la doctora Carmen Argibay (vocal de la Corte de la Nación), que creó una oficina de género que discrimina a los varones".
Goane atribuye a la mujer la "instalación de la cultura del medio día". Añadió: "quieren entrar a Tribunales para tener la tarde libre. ¿Quién les dijo que eso era así? Cuando yo era empleado y funcionario hacía jornadas de doble turno. Me tocó trabajar con los jueces maestros Aurelio Giménez y Raúl Roque de Majo. Tuve el privilegio de formarme con ellos. Llevábamos al día los despachos y reitero, todo era mano. Aplicábamos una técnica realmente artesanal".
"Los auditores no abrirán juicio sobre el mérito de la sentencia sino sobre la productividad de magistrados y funcionarios, y dependerán directamente del alto tribunal: sus vocales se proyectan a través de ellos", explicó Goane. En seguida, explicitó que la gestión sólo debe crear nuevas técnicas de trabajo: "mecanismos que, con los fundamentos del caso, agilicen los trámites procesales... Por lo tanto, la gestión es de rango totalmente inferior a la auditoría y hay que ser cuidadosos de que no interfiera".
Tanto el CA como la OGJ fueron creados por acordadas de la segunda mitad del año pasado, en ambos casos merced al voto unánime de los cinco vocales que en ese momento integraban el alto tribunal (en diciembre, Alberto Brito renunció para acogerse al beneficio de la jubilación; Daniel Posse asumió en su lugar en febrero de este año). "Si hay desbordes de un órgano sobre el otro, la Corte intervendrá para poner las cosas en su lugar", anticipó Goane, que prometió que la información derivada de las auditorías -el CA aún no comenzó a funcionar- estará a disposición de la prensa: "son actos que hacen al principio republicano de Gobierno".
"Dirán que soy fóbico"
En noviembre de 2010, durante la conferencia de prensa de presentación del CA, el vocal no titubeó en afirmar que se habían multiplicado la planta de personal y los recursos tecnológicos; que no había congreso al que no fuesen funcionarios y magistrados y, sin embargo, no se veían cambios. "Se está muy lejos de producir un rendimiento acorde a la garantía constitucional de acceso eficaz al servicio de Justicia", sentenció.
Seis meses después, la preocupación se convirtió en optimismo. "Estoy entusiasmado con la posibilidad de controlar la producción de Tribunales porque quiero conocer la realidad institucional. Se insiste mucho en el exorbitante número de causas (en trámite)... pero la máquina vomita miles de resoluciones en cuestión de minutos", comentó con asombro. Y a continuación dio un giro inesperado: "aquí hay otro problema y van a decir que soy un fóbico de las mujeres, pero desde que se intensificó el ingreso de personal femenino (a las dependencias judiciales) se trabaja menos tiempo, mal que le pese a la doctora Carmen Argibay (vocal de la Corte de la Nación), que creó una oficina de género que discrimina a los varones".
Goane atribuye a la mujer la "instalación de la cultura del medio día". Añadió: "quieren entrar a Tribunales para tener la tarde libre. ¿Quién les dijo que eso era así? Cuando yo era empleado y funcionario hacía jornadas de doble turno. Me tocó trabajar con los jueces maestros Aurelio Giménez y Raúl Roque de Majo. Tuve el privilegio de formarme con ellos. Llevábamos al día los despachos y reitero, todo era mano. Aplicábamos una técnica realmente artesanal".
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