La soja vuelve a impulsar la obra pública

Lo que el Estado quita, la soja lo compensa. Esa parece haber sido la ecuación del primer trimestre del año si se analiza cómo se desenvolvió el gasto y los ingresos nacionales. En el año electoral, el Gobierno ha decidido hacer caja durante el primer trimestre y las provincias pagaron las consecuencias: las partidas discrecionales -aquellas que el Ejecutivo puede asignar arbitrariamente- sufrieron un ajuste. Entre enero y marzo pasado, se distribuyeron $ 185 millones menos (caída del 3,3%) de lo girado en igual período de 2010. Fue el único capítulo del gasto público nacional que desentonó con el crecimiento global del 31%, según un informe elaborado por Economía & Regiones. Como contrapartida, la gestión de la presidenta Cristina Fernández incrementó un 42% las partidas destinadas a subsidios al sector privado. Esto es el costo que asume el Ejecutivo nacional para mantener congeladas las partidas de los servicios públicos. Sin embargo, muchos de esos subsidios se concentran en el área metropolitana de Buenos Aires, particularmente, para sostener sin alzas el precio del transporte.

El Gobierno nacional requiere de cada vez más dinero para poder financiarse en un año donde el gasto público tiende a dispararse por efecto de las políticas electorales. De hecho, el Banco Central le cedió un 36% más de utilidades respecto de 2010 como financiamiento no tradicional, de acuerdo con el informe de la consultora que dirige el economista Rogelio Frigerio (n). En consecuencia, las provincias pagaron los platos rotos y ahora dependen más de las transferencias por coparticipación federal de ingresos.

El "yuyo" salvador

Pese a que la Casa Rosada le bajó el ritmo a las transferencias discrecionales de fondos al interior del país, el ritmo de ingresos por coparticipación se mantiene en torno del 34% de incremento. Esto contribuye a disimular la baja de las partidas que, fundamentalmente, se destina a la ejecución de obras. En ese contexto, el Fondo Federal Solidario se ha convertido en la principal fuente de financiamiento de los trabajos públicos de las provincias. Sólo en este mes, las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibirán más de $ 910 millones por la coparticipación del 30% de las retenciones que se aplican a las exportaciones de soja. De ese total, a Tucumán le corresponderían $ 43 millones mensuales, $ 12 millones más que en abril de 2011.

La variación del 35% al alza de estas partidas refleja el inicio de las exportaciones correspondientes a la cosecha 2010/2011, que impulsará fuertemente las transferencias del Fondo Sojero durante el período abril-julio, debido a la estacionalidad en las liquidaciones de la soja y sus subproductos, indica el reporte de Economía & Regiones. Esto también se vio reflejado en las liquidaciones de divisas de los exportadores de cereales, que tras presentar un promedio semanal de U$S 355 millones durante el primer trimestre, saltaron a U$S 732 millones en la primera mitad de abril, de acuerdo a los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).

La voz oficial

Según el ministro de Economía, Jorge Jiménez, hay que relativizar la supuesta baja de las transferencias discrecionales del Gobierno nacional hacia las provincias. "Estamos observando que la coparticipación, por caso, crece a un ritmo superior al 30% respecto del año anterior y eso fortalece el cuadro fiscal", puntualizó. "En este sentido, no puede haber ningún tipo de queja hacia la Nación por parte de Tucumán", remarcó el titular de Economía.

Respecto del giro de recursos del Fondo Federal Solidario, Jiménez remarcó que -si bien la campaña sojera se extenderá hasta julio próximo- las ventas de la actividad suelen efectuarse en tiempo diferido, debido a las cuestiones de mercado, y que, por lo tanto, está asegurado el financiamiento de las obras públicas hasta fines de año.

Los gobernadores podrán seguir haciendo campaña tranquilamente porque, desde el punto de vista fiscal, se vienen dos meses de elevadas transferencias por coparticipación. Generalmente, mayo y junio constituyen meses visagra debido al alza de dos impuestos coparticipables: IVA y Ganancias. A ello debe sumarse el ingreso que dejará el "yuyo" salvador (un promedio de $ 50 millones mensuales para Tucumán) que financiará las obras en los municipios y en las comunas rurales.

De hecho, Tucumán figura entre los distritos más ganadores a la hora del reparto de los fondos de la soja. Sólo el año anterior, la Nación le transfirió $ 342 millones para que Alperovich ejecute obras en la capital y en el interior.