24 Abril 2011
En un reciente número de la revista "Mining, People and the Environment" dedicado a la Convención Mundial de Minería y Exploración (PDAC 2011), celebrado en Toronto-Canadá; Argentina es calificada como "país de riesgo". Esto significa una advertencia para quienes pretendan llevar adelante inversiones en esta actividad. Tan severa calificación se debe a que se entiende que la política practicada por el gobierno es impredecible, son poco ortodoxos los enfoques de la política económica y una legislación que no se ajusta a las demandas del sector. A esto se suma la confusa "ley de glaciares" y el lobby ambiental de un ecologismo que parece tener protección oficial. Este comentario, también fue escuchado en pasillos y en las conferencias que se desarrollaban entre compañías exploradoras y países que reclamaban inversiones y trabajos en este campo
Cuando uno ve como es el mundo de la minería, la pregunta que surge es ¿y nosotros donde estamos? Obviamente la respuesta es: muy atrasados y fuera del esquema del negocio de materias primas de este origen. En cambio merece destacarse los planes de inversión y pedidos de asistencia económica de países como China, Mongolia, Canadá, Estados Unidos, Rusia, Groenlandia, Australia, Brasil, Perú o Chile, de quienes importamos productos que poseemos.
En nuestro caso los cuestionados proyectos de inversión minera siguen una escasamente desarrollada cordillera desde Catamarca a Santa Cruz. Para varios "prospectos" allí ubicados prometen inversiones globales cercanas a U$S 10.000 millones, que no se concretan por la situación política existente. Hay que tener en cuenta que los tiempos de ejecución de los mismos son lentos, y más si consideramos la ambigüedad oficial. La puesta en marcha de un proyecto minero normalmente puede requerir no menos de 10 años entre la exploración y su desarrollo y, al parecer, no hay buen ánimo para alentarlos.
La cuestión de fondo, o de Estado, pasa por trabajar nuestros yacimientos o importar las sustancias minerales que necesitamos para nuestras más primarias necesidades. Pero, a la vista, se interponen las trabas de la dialéctica e ideológica "no a la minería". En vez de encarar estas cuestiones nos alegramos cuando vemos el éxito de la versión negativa que tanto mal hace al país.
Si pretendemos un país desarrollado, con trabajo genuino para todos los conciudadanos es necesario asumir un rol productivo en el cual la minería constituye uno de los pilares fundamentales de la economía. A dicha actividad hay que sumar la conexa actividad minero-industrial que multiplica las posibilidades de crecimiento. Trabajo para nuestros compatriotas es fundamental y en la minería de muchos países hoy encuentran el camino. Somos importadores natos de hierro de Brasil (100%), aluminio (Australia, Guyana, etc.; 100%), cobre (Chile, Gabón, etc ), etc. Hay importantes capitales internacionales y nacionales que se enriquecen con la importación de minerales, y sus derivados y, naturalmente, son los principales opositores a cualquier desarrollo minero (al igual que el de los ecologistas).
Cómo se hace en el mundo en este tema?. Hay muchas empresas y países que tienen prioridad sobre la minería. Uno de ellos es Canadá, considerado el motor del mundo en este campo, tanto explorando como explotando yacimientos desde sus límites con Estados Unidos hasta el mismo círculo Polar Ártico. Este hecho califica que en estos años sus inversiones en exploración representaron el 19% del monto mundial en 2010. Recordemos que es un país donde el componente minería es relativamente alto, dispone de un PBI del orden de U$S 45.000 per capita y una población de 35 millones de habitantes. Es allí donde empresas, como la brasileña Vale, invertirá unos U$S 10.000 millones en minas de hierro, cobre y níquel en los próximos 5 años. Australia, otro poderoso de la minería, tiene un PBI del orden de U$S 47.400 (ambos pueden ser comparados con nuestro escaso PBI de U$S 8.500 p.c.) y una producción minera de gran volumen en lo referente a carbón, aluminio, cobre, oro y minerales ferrosos
Hoy China Popular es una "aspiradora" que reclama y ofrece minerales e inversiones. Dispone de abundantes reservas minerales, especialmente de carbón, hierro, bauxita, cobre, oro, etc. que no solo ofrecen su explotación a inversores extranjeros sino que expanden sus actividades a diferentes partes del mundo. Un ejemplo es la explotación del yacimiento ferrífero de Sierra Grande (Río Negro, hoy trabajada por la empresa MCC de la República Popular China.
Así podríamos contabilizar el desarrollo de la minería mundial como una actividad de magnitud con una demanda abierta. En estos países no sólo es visible el avance tecnológico, sino también el cuidado ambiental es de alta significación, coherente con el desarrollo y ofertas de trabajo que presentan para sus ciudadanos.
Cuando uno ve como es el mundo de la minería, la pregunta que surge es ¿y nosotros donde estamos? Obviamente la respuesta es: muy atrasados y fuera del esquema del negocio de materias primas de este origen. En cambio merece destacarse los planes de inversión y pedidos de asistencia económica de países como China, Mongolia, Canadá, Estados Unidos, Rusia, Groenlandia, Australia, Brasil, Perú o Chile, de quienes importamos productos que poseemos.
En nuestro caso los cuestionados proyectos de inversión minera siguen una escasamente desarrollada cordillera desde Catamarca a Santa Cruz. Para varios "prospectos" allí ubicados prometen inversiones globales cercanas a U$S 10.000 millones, que no se concretan por la situación política existente. Hay que tener en cuenta que los tiempos de ejecución de los mismos son lentos, y más si consideramos la ambigüedad oficial. La puesta en marcha de un proyecto minero normalmente puede requerir no menos de 10 años entre la exploración y su desarrollo y, al parecer, no hay buen ánimo para alentarlos.
La cuestión de fondo, o de Estado, pasa por trabajar nuestros yacimientos o importar las sustancias minerales que necesitamos para nuestras más primarias necesidades. Pero, a la vista, se interponen las trabas de la dialéctica e ideológica "no a la minería". En vez de encarar estas cuestiones nos alegramos cuando vemos el éxito de la versión negativa que tanto mal hace al país.
Si pretendemos un país desarrollado, con trabajo genuino para todos los conciudadanos es necesario asumir un rol productivo en el cual la minería constituye uno de los pilares fundamentales de la economía. A dicha actividad hay que sumar la conexa actividad minero-industrial que multiplica las posibilidades de crecimiento. Trabajo para nuestros compatriotas es fundamental y en la minería de muchos países hoy encuentran el camino. Somos importadores natos de hierro de Brasil (100%), aluminio (Australia, Guyana, etc.; 100%), cobre (Chile, Gabón, etc ), etc. Hay importantes capitales internacionales y nacionales que se enriquecen con la importación de minerales, y sus derivados y, naturalmente, son los principales opositores a cualquier desarrollo minero (al igual que el de los ecologistas).
Cómo se hace en el mundo en este tema?. Hay muchas empresas y países que tienen prioridad sobre la minería. Uno de ellos es Canadá, considerado el motor del mundo en este campo, tanto explorando como explotando yacimientos desde sus límites con Estados Unidos hasta el mismo círculo Polar Ártico. Este hecho califica que en estos años sus inversiones en exploración representaron el 19% del monto mundial en 2010. Recordemos que es un país donde el componente minería es relativamente alto, dispone de un PBI del orden de U$S 45.000 per capita y una población de 35 millones de habitantes. Es allí donde empresas, como la brasileña Vale, invertirá unos U$S 10.000 millones en minas de hierro, cobre y níquel en los próximos 5 años. Australia, otro poderoso de la minería, tiene un PBI del orden de U$S 47.400 (ambos pueden ser comparados con nuestro escaso PBI de U$S 8.500 p.c.) y una producción minera de gran volumen en lo referente a carbón, aluminio, cobre, oro y minerales ferrosos
Hoy China Popular es una "aspiradora" que reclama y ofrece minerales e inversiones. Dispone de abundantes reservas minerales, especialmente de carbón, hierro, bauxita, cobre, oro, etc. que no solo ofrecen su explotación a inversores extranjeros sino que expanden sus actividades a diferentes partes del mundo. Un ejemplo es la explotación del yacimiento ferrífero de Sierra Grande (Río Negro, hoy trabajada por la empresa MCC de la República Popular China.
Así podríamos contabilizar el desarrollo de la minería mundial como una actividad de magnitud con una demanda abierta. En estos países no sólo es visible el avance tecnológico, sino también el cuidado ambiental es de alta significación, coherente con el desarrollo y ofertas de trabajo que presentan para sus ciudadanos.
Lo más popular