13 Abril 2011
UNA BUENA RECETA. Más peluches y menos TV, celulares y videojuegos. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
Los padres suelen preocuparse más por la alimentación de los chicos porque creen que ese es el camino que los ayuda a crecer. Pero dejan de lado un aspecto no menos importante: el buen dormir de los hijos, ya que el crecimiento depende la calidad y la cantidad de descanso. Las investigaciones científicas han confirmado que las abuelas tenían razón: los chicos crecen cuando duermen.
El sueño tiene varias fases. En una de ellas -llamada fase de sueño lento- se producen los sueños propiamente dichos. Durante ese momento, el organismo humano secreta la hormona del crecimiento, tan importante para el crecimiento físico. En los niños, la secreción de hormona de crecimiento es mayor que en los adultos y, a partir de cierta edad, la concentración y secreción va disminuyendo. No obstante, la hormona de crecimiento mantiene un rol fundamental en el sueño aun en la edad adulta.
Como consecuencia, los niños que no disfrutan un sueño adecuado pueden presentar baja talla. Los que roncan y presentan pausas respiratorias y los que duermen suelen tener altura más baja que el resto.
"El sueño adquiere una importancia vital en chicos de todas las edades", señaló Jodi Mindell, que se especializa en psicología y medicina del sueño pediátrico en Estados Unidos. "Conseguir una noche completa de sueño ayuda a funcionar mejor, tanto en la escuelas como en el hogar. Es esencial para su felicidad y bienestar", agregó. La reducción de las horas del sueño en los chicos tiene varias causas. "Una de ellas es que los padres llegan tarde a la casa, por jornadas laborales largas. Y esto hace que los chicos se duerman más tarde. Lo ideal sería que los chicos cenen a las 20", comentó Mirta Averbuch, especialista en medicina del sueño de la Fundación Favaloro.
Viven en la PC
Otra razón pasa porque los chicos tienen ofertas para quedarse despiertos más tiempo. Viven usando las consolas para jugar, las redes sociales en internet, el celular, y la televisión. Los chicos se van a la cama, pero siguen conectados por algunos de esos medios, sin control de los padres, quienes también están cansados de trabajar. Todo esto provoca que los niños se duerman muy tarde. Pero deben levantarse temprano para ir al colegio. Las familias, por lo general, desconocen las necesidades de horarios óptimos de sueño de los chicos, tan necesarios para el aprendizaje como para la salud integral de ellos.
Cuando empiezan a sufrir problemas de comportamiento o de bajo rendimiento escolar, los padres o los docentes mandan a los chicos a los psicólogos. Antes de tomar la decisión, deberían revisar si sus hijos están durmiendo las horas que necesitan según la edad, sostienen los expertos.
El problema del dormir en los chicos es una consecuencia de grandes cambios en la sociedad occidental también. Se sabe que en los últimos 50 años, se han perdido en promedio dos horas de sueño diario (incluyendo a los adultos), y de esta pérdida solo se puede recuperar un tercio.
El tiempo perdido se refleja en forma de somnolencia diurna, disminución de la atención y memoria, hiperactividad y detención del crecimiento en niños; depresión, alteraciones cardiovasculares, metabólicas, bajo rendimiento escolar y laboral.
"Estamos a tiempo de enfrentar el problema. Y podemos hacerlo con medidas de higiene para el sueño de los chicos y los adolescentes, que hoy duermen hasta seis horas menos de las recomendadas", reflexiona Eduardo Borsini, neumonólogo del Hospital Británico de Buenos Aires. ¿Higiene? "Sí, los chicos necesitan horarios fijos para irse a dormir, que se regule el horario de las discotecas y que no hagan actividad física dos horas antes de irse a la cama".
El sueño tiene varias fases. En una de ellas -llamada fase de sueño lento- se producen los sueños propiamente dichos. Durante ese momento, el organismo humano secreta la hormona del crecimiento, tan importante para el crecimiento físico. En los niños, la secreción de hormona de crecimiento es mayor que en los adultos y, a partir de cierta edad, la concentración y secreción va disminuyendo. No obstante, la hormona de crecimiento mantiene un rol fundamental en el sueño aun en la edad adulta.
Como consecuencia, los niños que no disfrutan un sueño adecuado pueden presentar baja talla. Los que roncan y presentan pausas respiratorias y los que duermen suelen tener altura más baja que el resto.
"El sueño adquiere una importancia vital en chicos de todas las edades", señaló Jodi Mindell, que se especializa en psicología y medicina del sueño pediátrico en Estados Unidos. "Conseguir una noche completa de sueño ayuda a funcionar mejor, tanto en la escuelas como en el hogar. Es esencial para su felicidad y bienestar", agregó. La reducción de las horas del sueño en los chicos tiene varias causas. "Una de ellas es que los padres llegan tarde a la casa, por jornadas laborales largas. Y esto hace que los chicos se duerman más tarde. Lo ideal sería que los chicos cenen a las 20", comentó Mirta Averbuch, especialista en medicina del sueño de la Fundación Favaloro.
Viven en la PC
Otra razón pasa porque los chicos tienen ofertas para quedarse despiertos más tiempo. Viven usando las consolas para jugar, las redes sociales en internet, el celular, y la televisión. Los chicos se van a la cama, pero siguen conectados por algunos de esos medios, sin control de los padres, quienes también están cansados de trabajar. Todo esto provoca que los niños se duerman muy tarde. Pero deben levantarse temprano para ir al colegio. Las familias, por lo general, desconocen las necesidades de horarios óptimos de sueño de los chicos, tan necesarios para el aprendizaje como para la salud integral de ellos.
Cuando empiezan a sufrir problemas de comportamiento o de bajo rendimiento escolar, los padres o los docentes mandan a los chicos a los psicólogos. Antes de tomar la decisión, deberían revisar si sus hijos están durmiendo las horas que necesitan según la edad, sostienen los expertos.
El problema del dormir en los chicos es una consecuencia de grandes cambios en la sociedad occidental también. Se sabe que en los últimos 50 años, se han perdido en promedio dos horas de sueño diario (incluyendo a los adultos), y de esta pérdida solo se puede recuperar un tercio.
El tiempo perdido se refleja en forma de somnolencia diurna, disminución de la atención y memoria, hiperactividad y detención del crecimiento en niños; depresión, alteraciones cardiovasculares, metabólicas, bajo rendimiento escolar y laboral.
"Estamos a tiempo de enfrentar el problema. Y podemos hacerlo con medidas de higiene para el sueño de los chicos y los adolescentes, que hoy duermen hasta seis horas menos de las recomendadas", reflexiona Eduardo Borsini, neumonólogo del Hospital Británico de Buenos Aires. ¿Higiene? "Sí, los chicos necesitan horarios fijos para irse a dormir, que se regule el horario de las discotecas y que no hagan actividad física dos horas antes de irse a la cama".