24 Enero 2011
BUENOS AIRES.- Un 30,9% de los argentinos no alcanza a cubrir la canasta básica de bienes y servicios y, en consecuencia, se mantiene en la pobreza, según un informe de Ecolatina. En cambio, según el Indec, la pobreza es de un 12%.
El cálculo de Ecolatina se realizó sobre indicadores de inflación más realistas que los del Indec. Según la consultora la inflación fue de un 26,6% en 2010, la cifra más elevada desde la devaluación. En cambio, para el Indec de fue un 10,9%.
Si bien este proceso es generalizado a la mayoría de los bienes y servicios, cerca del 60% de la suba del período se explica por el alza en los alimentos. La Canasta Básica Alimenticia (CBA), que mide la línea de la indigencia, se encareció un 31,8% en 2010, de acuerdo con la consultora. Una familia tipo -padres y dos hijos pequeños- necesitó $ 1.182 en diciembre para no ser indigente, lo que representó un incremento de $ 285 en el período. En cambio, para el Indec una familia necesitó en diciembre $ 578,58 para no caer en la indigencia. Es decir, la mitad de lo que calcula la consultora Ecolatina.
La Canasta Básica Total (CBT), la que se toma como parámetro para calcular la pobreza, subió un 29,2% en los últimos 12 meses y en diciembre último se ubicó en $ 2.369 mensuales para una familia tipo; o sea, unos $ 536 más que a fines de 2009, según los cálculos de Ecolatina. Con estas cifras, Ecolatina calcula que en 2010 la pobreza afectó a un 30,9% de la población y la indigencia, a un 10,6%.
No obstante, en ambos casos se observó una reducción respecto a la media de 2009, (31,1% y 11,1% respectivamente). La mayor baja, la de la indigencia, responde, en última instancia, a la asignación universal por hijo, pues el impacto de un monto fijo sobre los hogares es menor a medida que aumenta el nivel de ingreso de las familias.
Si se extrapola la incidencia de la pobreza al total de la población (cercana a 40,1 millones), este flagelo afectó a 12,4 millones de personas, de las cuales 4,3 son considerados indigentes. (NA)
El cálculo de Ecolatina se realizó sobre indicadores de inflación más realistas que los del Indec. Según la consultora la inflación fue de un 26,6% en 2010, la cifra más elevada desde la devaluación. En cambio, para el Indec de fue un 10,9%.
Si bien este proceso es generalizado a la mayoría de los bienes y servicios, cerca del 60% de la suba del período se explica por el alza en los alimentos. La Canasta Básica Alimenticia (CBA), que mide la línea de la indigencia, se encareció un 31,8% en 2010, de acuerdo con la consultora. Una familia tipo -padres y dos hijos pequeños- necesitó $ 1.182 en diciembre para no ser indigente, lo que representó un incremento de $ 285 en el período. En cambio, para el Indec una familia necesitó en diciembre $ 578,58 para no caer en la indigencia. Es decir, la mitad de lo que calcula la consultora Ecolatina.
La Canasta Básica Total (CBT), la que se toma como parámetro para calcular la pobreza, subió un 29,2% en los últimos 12 meses y en diciembre último se ubicó en $ 2.369 mensuales para una familia tipo; o sea, unos $ 536 más que a fines de 2009, según los cálculos de Ecolatina. Con estas cifras, Ecolatina calcula que en 2010 la pobreza afectó a un 30,9% de la población y la indigencia, a un 10,6%.
No obstante, en ambos casos se observó una reducción respecto a la media de 2009, (31,1% y 11,1% respectivamente). La mayor baja, la de la indigencia, responde, en última instancia, a la asignación universal por hijo, pues el impacto de un monto fijo sobre los hogares es menor a medida que aumenta el nivel de ingreso de las familias.
Si se extrapola la incidencia de la pobreza al total de la población (cercana a 40,1 millones), este flagelo afectó a 12,4 millones de personas, de las cuales 4,3 son considerados indigentes. (NA)
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