26 Diciembre 2010
CHARLANDO. Montar un geriátrico requiere una inversión considerable. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
"El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente". La frase de la ensayista y novelista estadounidense Susan Sontag -quien también ejerció la docencia y dirigió películas y obras teatrales- sintetiza la realidad de los geriátricos en Tucumán.
Aunque el doctor Orlando Di Marco, director general de Fiscalización Sanitaria del Siprosa, fue más claro y categórico, al afirmar que "los adultos mayores no son descartables ni tampoco bultos, cosas ni estorbos para que se los tire en lugares que no son nada más que depósitos de personas que se hacen denominar geriátricos".
"Hasta el 6 de enero de 2005, cuando fue sancionada y promulgada la Ley Provincial 7487, sobre establecimientos geriátricos públicos y privados, Tucumán carecía de un instrumento legal tan completo y necesario al respecto", subrayó la doctora Ester Cristina Schapira de Kaplan, jefa del Departamento de Fiscalización de Servicios de Salud.
La Ley 7487 fue reglamentada el 10 de noviembre de 2006 y publicada en el Boletín Oficial el 30 del mismo mes y año.
"Si bien es cierto que a partir de la existencia de esta legislación mejoraron los establecimientos, aún queda mucho por hacer y corregir. Es muy importante darse cuenta de que nunca antes hubo tantas personas tan longevas en la humanidad, y como es de esperarse muchas se vuelven dependientes de los demás, con o sin salud mental. Y los adultos mayores requieren de un lugar especial: un centro geriátrico, que no es un asilo, sino una institución especializada en brindar cuidados especiales, servicios de enfermería y atención médico-geriátrica, tan necesaria para los ancianos dependientes debido a las enfermedades o complicaciones que padecen", destacó la funcionaria del área de salud de la provincia.
"Un geriátrico requiere una inversión considerable para dotarlos de instalaciones adecuadas, de servicios indispensables y para contar con profesionales idóneos. Es por ello que muchos establecimientos que albergan a adultos mayores se encuadran como pensiones o alojamientos", agregó Schapira de Kaplan.
Por su parte Zulema Rosa Sulaiman, jefa administrativa de la Dirección de Fiscalización puso énfasis en que "seleccionar un centro geriátrico para un ser querido no es fácil, por varias razones; pero sobre todo porque, ¿en quién depositaremos la confianza para el cuidado de nuestros mayores - padre, madre o familiar de edad-? Frecuentemente, no somos capaces de responder esta pregunta correctamente debido a nuestra falta de conocimiento acerca de estas nuevas instituciones que se dan a conocer con diversos nombres, pero finalmente funcionan como residencias de ancianos "
Aunque el doctor Orlando Di Marco, director general de Fiscalización Sanitaria del Siprosa, fue más claro y categórico, al afirmar que "los adultos mayores no son descartables ni tampoco bultos, cosas ni estorbos para que se los tire en lugares que no son nada más que depósitos de personas que se hacen denominar geriátricos".
"Hasta el 6 de enero de 2005, cuando fue sancionada y promulgada la Ley Provincial 7487, sobre establecimientos geriátricos públicos y privados, Tucumán carecía de un instrumento legal tan completo y necesario al respecto", subrayó la doctora Ester Cristina Schapira de Kaplan, jefa del Departamento de Fiscalización de Servicios de Salud.
La Ley 7487 fue reglamentada el 10 de noviembre de 2006 y publicada en el Boletín Oficial el 30 del mismo mes y año.
"Si bien es cierto que a partir de la existencia de esta legislación mejoraron los establecimientos, aún queda mucho por hacer y corregir. Es muy importante darse cuenta de que nunca antes hubo tantas personas tan longevas en la humanidad, y como es de esperarse muchas se vuelven dependientes de los demás, con o sin salud mental. Y los adultos mayores requieren de un lugar especial: un centro geriátrico, que no es un asilo, sino una institución especializada en brindar cuidados especiales, servicios de enfermería y atención médico-geriátrica, tan necesaria para los ancianos dependientes debido a las enfermedades o complicaciones que padecen", destacó la funcionaria del área de salud de la provincia.
"Un geriátrico requiere una inversión considerable para dotarlos de instalaciones adecuadas, de servicios indispensables y para contar con profesionales idóneos. Es por ello que muchos establecimientos que albergan a adultos mayores se encuadran como pensiones o alojamientos", agregó Schapira de Kaplan.
Por su parte Zulema Rosa Sulaiman, jefa administrativa de la Dirección de Fiscalización puso énfasis en que "seleccionar un centro geriátrico para un ser querido no es fácil, por varias razones; pero sobre todo porque, ¿en quién depositaremos la confianza para el cuidado de nuestros mayores - padre, madre o familiar de edad-? Frecuentemente, no somos capaces de responder esta pregunta correctamente debido a nuestra falta de conocimiento acerca de estas nuevas instituciones que se dan a conocer con diversos nombres, pero finalmente funcionan como residencias de ancianos "
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