"Hemos tenido mucha fe y ese es el premio más importante"

"Maestro, ¿le incomodan las luces?" La pregunta de un empleado sorprendió a Marcelo Ruiz, que parado en el escenario miraba alucinado el Teatro Colón, que se había vestido de gala para recibirlos.

El director de la Orquesta Infantil de Cuerdas Divino Niño le agradeció por haberlo llamado "maestro", pero le pidió que lo llamara Marcelo. Y le solicitó que sacaran el podio montado en el escenario para que él dirigiera la función. Les explicó que iba a tocar junto a los chicos con la misma humildad que lo hacen en el aula.

Luego de tres emocionantes días y con el cansancio a cuestas por el largo viaje en colectivo, Ruiz le contó a LA GACETA todos los detalles de la experiencia vivida en el Colón y en el Senado de la Nación.

En noviembre, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires les cursó una invitación para que la orquesta toque en uno de los más prestigiosos teatros del mundo. Ruiz recordó que no dudó y dijo que sí, aún sin saber si iban a juntar los fondos necesarios para pagar el transporte a Buenos Aires y la estadía.

Sin embargo, de la misma forma en que nació el proyecto, gracias al apoyo de los padres de los niños del barrio 2 de Septiembre (Yerba Buena), de la parroquia Divino Niño y de las donaciones de los solidarios tucumanos logró juntar el dinero para pagar los gastos.

"Las empresas más grandes se construyen con la palabra más pequeña: fe. Hemos tenido mucha fe, hemos creído en lo que hacíamos y recibimos un premio a nuestra tarea", enfatizó "el profe".

Luego de largas horas de trabajo, en una pequeña habitación, sin aire acondicionado y con temperaturas superiores a los 40 grados, Ruiz, los profesores, los padres y los chicos del Divino Niño lograron hacer realidad un anhelado sueño.

El director destacó que nunca había estado en el Colón y calificó de mágico y de una experiencia sin igual el haber podido subir al escenario, con todas las luces del teatro prendidas para ellos.

"Una vez me preguntaron qué tan pobres eran en el barrio (2 de Septiembre). Y conozco muchos pobres que lo único que tienen es dinero. Ahora cada uno de estos niños son ricos espiritualmente, porque tienen una familia que los acompaña y porque han hecho realidad un sueño", reflexionó.

Durante la entrevista, Ruiz expresó que lo emociona recordar las caras y los ojos de los niños al llegar a la Capital Federal (muchos de ellos nunca había viajado a Buenos Aires) y cuando entraron al teatro. "Ninguno se va a olvidar jamás de esta experiencia", señaló.

"El profe" contó que las autoridades porteñas quedaron muy impresionadas por el trabajo ad honorem de los profesores y del talento desplegado por los chicos. No descartan invitar nuevamente a la orquesta el año que viene, con la posibilidad de ampliar el cupo para que más pequeños vivan tan gratificante experiencia.

En el Senado

Como si la experiencia de conocer y tocar en el Colón no fuera suficiente, el mismo día fueron invitados al Senado y fueron recibidos por el vicepresidente Julio Cobos.

Después de ser agasajados con una merecida merienda, sacaron las violas, los violoncellos y los violines y tocaron "Lunita tucumana", que sonó tan bien que los empleados los filmaron con sus celulares.

"Nos hace falta que vengan a escucharnos", respondió Ruiz cuando se le consultó sobre cuáles son las necesidades que tienen. Sin embargo, son muchas las cosas necesarias para hacer funcionar una orquesta de cuerdas. Por ejemplo, sillas para ensayar con todos los integrantes y un aire acondicionado, debido a que en el verano soportan altas temperaturas en el pequeño salón.

Ruiz les dará descanso a sus alumnos hasta marzo, ya que tanto esfuerzo rindió sus frutos con una actuación en el teatro Colón y en el Senado. Además, la obra solidaria que llevan adelante con un grupo de chicos de un barrio humilde de Yerba Buena se hizo conocida y cada día suma más voluntarios. El "profe" ahora sueña con repetir la visita el año que viene, con más chicos: "el Divino Niño nos provee de todo y ¿por qué no esperar otro milagro?".