12 Octubre 2010
La función "gerencial" de la madre es fundamental en los hogares
A pocos días de celebrarse su día, los valores y las competencias que la madre cultiva entre los miembros de la casa son semejantes a los que se aplican en el mundo de las empresas. María Sahuquillo Nuévalos, experta en Familia y Medios de Comunicación de la Universidad Santa Cruz de Roma (Italia) traza ese paralelismo en una charla con LA GACETA.
A- Según Sahuquillo Nuévalos, así como una Nación no puede ser gobernada sin Ministerios, ni las empresas sin áreas de acción, del mismo modo una casa no puede ser administrada sin la impronta de la madre. "Se convierten en esa suerte de ministra de Economía o de gerente empresarial y su gestión financiera suele ser muy importante en tiempos de crisis. Tiende hacia el ahorro familiar", puntualiza la experta, que dictó un seminario sobre conciliación laboral y familiar en Buenos Aires. "Una madre tiene eso que a muchas empresas le faltan: no sólo pone en acción la cabeza, sino el corazón, la humanización", afirma.
B- Otro paralelismo que observa la especialista española radicada en Italia es la capacidad de negociación. "La madre suele ser una buena negociadora. Su acción es más bien diplomática, y tiende a encontrar esas soluciones positivas que acercan a las personas y que resuelven los conflictos", puntualiza. En el ámbito empresarial, en tanto, dice Sahuquillo Nuévalos, la resolución de los conflictos tratan de generar competencias y satisfacción de un lado. "Las soluciones positivas procuran no sólo encontrar la salida, sino también pensar en el crecimiento personal de quienes atraviesan ese proceso", remarca.
C- El liderazgo, muchas veces, se personifica en la madre. "Ella tiene la capacidad de ver a lo lejos, una mirada de futuro, como la planificación empresarial de largo plazo", puntualiza la especialista. La familia es la escuela para la vida. Y ellas son las maestras de la vida, las que cosechan, riegan y cultivan los valores que marca a cada uno de los miembros del grupo en su diario vivir. "Algo que a muchos les cuesta realizar en una empresa, delegar, para ellas constituye un reto diario", indica Sahuquillo Nuévalos. "En suma, tiene la capacidad de resolver y de llevar hasta el final las cosas, como en una empresa", acota.
D- Si algo le faltaba a una madre es ese doble rol de sostén de la familia y trabajadora. "La gran deuda pendiente que tiene el sistema es ese antagonismo entre familia y trabajo. Creo que hay que abrir las posibilidades para que explote todo el potencial de esa madre y trabajadora", sugiere la especialista consultada por LA GACETA. En este aspecto, Sahuquillo Nuévalos afirma que resulta fundamental que las empresas flexibilicen sus políticas. "Una mujer que posee ese salario emocional seguramente rendirá más en el trabajo. A la vez, el sistema hablará de una empresa familiarmente responsable", finaliza la especialista.
B- Otro paralelismo que observa la especialista española radicada en Italia es la capacidad de negociación. "La madre suele ser una buena negociadora. Su acción es más bien diplomática, y tiende a encontrar esas soluciones positivas que acercan a las personas y que resuelven los conflictos", puntualiza. En el ámbito empresarial, en tanto, dice Sahuquillo Nuévalos, la resolución de los conflictos tratan de generar competencias y satisfacción de un lado. "Las soluciones positivas procuran no sólo encontrar la salida, sino también pensar en el crecimiento personal de quienes atraviesan ese proceso", remarca.
C- El liderazgo, muchas veces, se personifica en la madre. "Ella tiene la capacidad de ver a lo lejos, una mirada de futuro, como la planificación empresarial de largo plazo", puntualiza la especialista. La familia es la escuela para la vida. Y ellas son las maestras de la vida, las que cosechan, riegan y cultivan los valores que marca a cada uno de los miembros del grupo en su diario vivir. "Algo que a muchos les cuesta realizar en una empresa, delegar, para ellas constituye un reto diario", indica Sahuquillo Nuévalos. "En suma, tiene la capacidad de resolver y de llevar hasta el final las cosas, como en una empresa", acota.
D- Si algo le faltaba a una madre es ese doble rol de sostén de la familia y trabajadora. "La gran deuda pendiente que tiene el sistema es ese antagonismo entre familia y trabajo. Creo que hay que abrir las posibilidades para que explote todo el potencial de esa madre y trabajadora", sugiere la especialista consultada por LA GACETA. En este aspecto, Sahuquillo Nuévalos afirma que resulta fundamental que las empresas flexibilicen sus políticas. "Una mujer que posee ese salario emocional seguramente rendirá más en el trabajo. A la vez, el sistema hablará de una empresa familiarmente responsable", finaliza la especialista.
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