15 Septiembre 2010

Tal vez se excedieron con la modestia y propusieron el foyer del Teatro San Martín como escenario para ofrendar su arte en el marco del 50º Septiembre Musical Tucumano. Sin embargo, la pequeña sala se vio desbordada por una gran cantidad de público, mayoritariamente joven -que incluso se ubicó en el recibidor del coliseo-, para escuchar al ensamble de chelos Recua, que dirige Estela García.
El conjunto, una novedad para el medio musical por su constitución (11 chelistas y una baterista), ofreció un repertorio que fue desde la religiosidad hasta el rock. El concierto se inició con Fratres, del estonio Arvo Pärt, una pieza que parte de dos notas para construir una suerte de plegaria o tal vez una conversación con Dios, tensa y despojada, y concluye en dos notas como si fuera un pensamiento circular.
Sumamente grato fue escuchar con esta formación Asturias, el clásico de Isaac Albéniz compuesto originalmente para piano. El fervoroso inicio encendió el alma española.
Quizás en la sección lenta faltó mayor gracejo o expresividad. Más que interesante resultó Dimensión, pieza tanguera del porteño radicado en Alemania Juan María Solare, que fue arreglada por él mismo para Recua; así como el Adagio, de Samuel Barber, que se hizo famoso por su versión orquestal.
La segunda parte trajo aires "más juveniles" de la mano del pop y el rock. Los chicos de Recua se sumergieron con entusiasmo en dos piezas que integran las bandas sonoras de las bandas musicales de "El fantasma de la ópera" y de "Moulin Rouge", destacándose el solo con que se abre el sensual "Tango de Roxanne".
Luego le tocó el turno a la "Rapsodia bohemia", de Freddy Mercury, el vocalista de Queen, que contó con una sobria apoyatura rítmica a cargo de la batería. El final llegó con "Lluvia de noviembre", de los Guns n? Roses, versión que hubiese sorprendido a más de un rockero convencional. El público premió con un largo aplauso a los chelistas Juan Benedicto, Rocío Espinosa, Nancy León, Fernando Soria Unzaga, Carolina Espeche, Gabriela Canaviri, Ignacio Cano Gril, Juliana Rajmil, Maximiliano Vece, Lissel Pláate y Carlos Palacios, a la baterista Natalia Ledesma y a García.
La directora explicó que los integrantes del ensamble no sólo tienen distintas edades, sino que hay algunos que hace muy poco tiempo comenzaron a estudiar el instrumento. Recua se despidió con Farewell, de Apocalyptica, y dejó al público con el corazón sonriente.
El conjunto, una novedad para el medio musical por su constitución (11 chelistas y una baterista), ofreció un repertorio que fue desde la religiosidad hasta el rock. El concierto se inició con Fratres, del estonio Arvo Pärt, una pieza que parte de dos notas para construir una suerte de plegaria o tal vez una conversación con Dios, tensa y despojada, y concluye en dos notas como si fuera un pensamiento circular.
Sumamente grato fue escuchar con esta formación Asturias, el clásico de Isaac Albéniz compuesto originalmente para piano. El fervoroso inicio encendió el alma española.
Quizás en la sección lenta faltó mayor gracejo o expresividad. Más que interesante resultó Dimensión, pieza tanguera del porteño radicado en Alemania Juan María Solare, que fue arreglada por él mismo para Recua; así como el Adagio, de Samuel Barber, que se hizo famoso por su versión orquestal.
La segunda parte trajo aires "más juveniles" de la mano del pop y el rock. Los chicos de Recua se sumergieron con entusiasmo en dos piezas que integran las bandas sonoras de las bandas musicales de "El fantasma de la ópera" y de "Moulin Rouge", destacándose el solo con que se abre el sensual "Tango de Roxanne".
Luego le tocó el turno a la "Rapsodia bohemia", de Freddy Mercury, el vocalista de Queen, que contó con una sobria apoyatura rítmica a cargo de la batería. El final llegó con "Lluvia de noviembre", de los Guns n? Roses, versión que hubiese sorprendido a más de un rockero convencional. El público premió con un largo aplauso a los chelistas Juan Benedicto, Rocío Espinosa, Nancy León, Fernando Soria Unzaga, Carolina Espeche, Gabriela Canaviri, Ignacio Cano Gril, Juliana Rajmil, Maximiliano Vece, Lissel Pláate y Carlos Palacios, a la baterista Natalia Ledesma y a García.
La directora explicó que los integrantes del ensamble no sólo tienen distintas edades, sino que hay algunos que hace muy poco tiempo comenzaron a estudiar el instrumento. Recua se despidió con Farewell, de Apocalyptica, y dejó al público con el corazón sonriente.
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