Un baño de sangre y drogas

Un baño de sangre y drogas

Andrea Sosa Cabrios, DPA.

04 Septiembre 2010
MEXICO.- El estado de Tamaulipas, bañado por las aguas del Golfo de México, está desde hace unos meses en el ojo de la violencia en México. El jueves, nueve días después de la masacre de 72 inmigrantes, hubo otra vez muertos a gran escala: el Ejército abatió a 25 sicarios en Ciudad Mier en un presunto "narcocampamento", que según fuentes extraoficiales sería del grupo de Los Zetas. Dos militares fueron heridos y se liberó a tres secuestrados.

La guerra entre grupos y el enfrentamiento con las autoridades ha dejado más de 28.300 muertos desde diciembre de 2006, cuando asumió el presidente Felipe Calderón. Las muertes y las amenazas se dan por todas partes, pero Tamaulipas desplazó en los últimos meses a estados como Sinaloa y Baja California en la crónica roja con hechos de alto impacto, como la matanza de los inmigrantes.

Tamaulipas limita con Estados Unidos. Es el final de la ruta más corta para trasladar droga e inmigrantes indocumentados por México hasta la frontera. Tiene sólo el 3% de los homicidios a nivel nacional, según un informe reciente del gobierno, pero el número de asesinatos ha ido en aumento.

Según el gobierno de Felipe Calderón, la ruptura entre el cártel del Golfo y su antiguo brazo armado, Los Zetas, después de más de una década trabajando juntos, es el responsable del recrudecimiento de la guerra en el noreste del país.

Tamaulipas es un punto estratégico para la entrada y salida de drogas hacia EE.UU ya que cuenta con una extensa costa y ciudades importantes como Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Reynosa, Río Bravo y Matamoros que son los destinos más cercanos para los criminales que operan y trafican droga por el Golfo de México".

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