Vía libre para llevarse lo que dejaron las llamas del viernes

Vía libre para llevarse lo que dejaron las llamas del viernes

El negocio que estaba al lado de la pinturería incendiada permitió que levanten ropa. Los transeúntes que ocasionalmente pasaban ayer por la tarde por Junín y Mendoza pudieron rescatar prendas

TODAVÍA SON UTILES. Habitantes de una villa llevan las chapas quemadas para usarlas en sus humildes casas. TODAVÍA SON UTILES. Habitantes de una villa llevan las chapas quemadas para usarlas en sus humildes casas.
25 Julio 2010
Algunos transeúntes iban por el lugar y se dieron con la sorpresa. A otros, el rumor les llegó con la rapidez del rayo y salieron corriendo hasta la esquina de Junín y Mendoza, donde la empresa constructora encargada de limpiar los escombros que dejó el incendio ocurrido el viernes sacó la ropa del local Baby Shop y permitió que la gente se la llevara.

A media cuadra de la pinturería donde se inició el fuego ya se podía percibir el olor a ceniza mojada. En el piso, un enorme montículo en el que se mezclaban en partes iguales rosas, celestes y negro carbón, era el centro de atención para unas 20 personas que revolvían y rescataban prendas para bebés.

"Esta camperita no está nada mal, le doy una buena lavada y le va a mi hermanito que está a punto de cumplir un añito", decía Pamela Contreras, de 16, mientras escudriñaba la prenda. "Hace un rato vino mi papá y se llevó un viaje de fierro (sic) para vender", añade.

Además de las prendas que pudieron rescatarse, Fernando Mamaní, el propietario de la empresa que realizaba las tareas de limpieza, autorizó a la gente a que se llevara los escombros que fueran de utilidad. "Por un acuerdo con los dueños de los locales, todo lo que se perjudicó con el siniestro está a mi cargo hasta el lunes a las 7. Vamos a donar todo, hasta las chapas, que están destinadas a un asentamiento", aseguró Mamaní.

"Alrededor de las 17 se sacó todo para que la gente se lleve lo que quiera y lo hicieron con calma", afirmó Juan Castaño, un policía que custodiaba el lugar con dos de sus compañeros.

La tienda Baby Shop, que había sido inaugurada hace poco más de un mes, quedó devastada luego del incendio que se originó el viernes a la madrugada en la pinturería contigua, al igual que otros dos locales. Luego de varias horas de angustia, el gerente de la cadena propietaria de la pinturería, le envió un mensaje alentador a María Cristina Vera, la dueña del local de ropa para chicos que había invertido todo su capital en el emprendimiento. "El lunes habrá una una reunión con el gerente, pero ya se anticipó que la empresa se hará cargo de todos los daños", aseguró Mamaní.

Las prendas sanas ya habían casi desaparecido y María Chavez seguía buscando. "Conseguí varias cosas, me van a servir para los tres más chiquitos", dijo la vendedora ambulante mientras cerraba la bolsa que había recolectado.

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