12 Julio 2010
PEKIN, China.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió hoy a expresarse sobre el proyecto de ley de matrimonio homosexual, que se discutirá el próximo miércoles en el Senado. "Me preocupa el tono que ha adquirido la discusión, donde se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural", expresó.
"En realidad, lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está", prosiguió la jefa de Estado en Beijing. Según consignó la agencia estatal Télam, Fernández de Kirchner añadió: "escuché que hasta se habla de una guerra de Dios. Y algunos incluso han planteado la posibilidad de un plebiscito, sin tener en cuenta que estarían plebiscitando un derecho de la minoría".
La mandataria también dijo sentirse sorprendida por "expresiones que se refieren al proyecto del demonio", y dijo que tales apreciaciones "remiten a los tiempos de la inquisición". La tensión entre el Gobierno nacional y la Iglesia registró un pico el viernes último, durante las celebraciones por el Día de la Independencia en nuestra provincia.
Fernández de Kirchner realizó estas apreciaciones en una conferencia de prensa que brindó a periodistas argentinos en China, y que fue reproducida en la página oficial de la Casa Rosada. "El debate debe volver a su cauce normal, sin cruzadas. Acá no hay demonios", criticó.
En directa alusión a los integrantes de la Iglesia, mencionó a aquellos que deberían instar a la paz, a la tolerancia y al diálogo. "O por lo menos eso siempre dijeron en sus documentos", aseveró. También cuestionó que desde el culto católico se invoquen "razones de derecho natural" en contra del matrimonio gay, al expresar que el matrimonio no es una construcción del catolicismo, sino del Derecho Romano.
"Si miramos hacia el siglo pasado, en Estados Unidos se pensaba que las personas de piel negra eran inferiores. Y hoy ese país tiene un presidente que es negro", comparó. En consecuencia, arrojó la posibilidad de que "esta discusión, en este tono, sea vista en unos años como una discusión casi anacrónica". (Télam-DyN-Especial)
"En realidad, lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está", prosiguió la jefa de Estado en Beijing. Según consignó la agencia estatal Télam, Fernández de Kirchner añadió: "escuché que hasta se habla de una guerra de Dios. Y algunos incluso han planteado la posibilidad de un plebiscito, sin tener en cuenta que estarían plebiscitando un derecho de la minoría".
La mandataria también dijo sentirse sorprendida por "expresiones que se refieren al proyecto del demonio", y dijo que tales apreciaciones "remiten a los tiempos de la inquisición". La tensión entre el Gobierno nacional y la Iglesia registró un pico el viernes último, durante las celebraciones por el Día de la Independencia en nuestra provincia.
Fernández de Kirchner realizó estas apreciaciones en una conferencia de prensa que brindó a periodistas argentinos en China, y que fue reproducida en la página oficial de la Casa Rosada. "El debate debe volver a su cauce normal, sin cruzadas. Acá no hay demonios", criticó.
En directa alusión a los integrantes de la Iglesia, mencionó a aquellos que deberían instar a la paz, a la tolerancia y al diálogo. "O por lo menos eso siempre dijeron en sus documentos", aseveró. También cuestionó que desde el culto católico se invoquen "razones de derecho natural" en contra del matrimonio gay, al expresar que el matrimonio no es una construcción del catolicismo, sino del Derecho Romano.
"Si miramos hacia el siglo pasado, en Estados Unidos se pensaba que las personas de piel negra eran inferiores. Y hoy ese país tiene un presidente que es negro", comparó. En consecuencia, arrojó la posibilidad de que "esta discusión, en este tono, sea vista en unos años como una discusión casi anacrónica". (Télam-DyN-Especial)
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