09 Julio 2010
Sonriente y flameando como una bandera, la Argentina bailó en el cielo tucumano. Desde lo alto de una grúa, la bailarina de la compañía teatral FuerzaBruta abrió el desfile histórico militar por la avenida Soldati.
Esta Argentina personificada, montada en una grúa, vestida de blanco y celeste, bailó ritmos folclóricos desde las alturas, saltó y voló entre papelitos y humo, seguida de cerca por músicos vestidos con trajes de época.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner bailó al ritmo de los tambores y saludó sonriente a los artistas frente al palco oficial, desde donde la mandataria dio la orden de iniciar el desfile.
Una multitud, estimada en más de 50.000 personas, se congregó para ver el paso de los regimientos históricos y militares, de estudiantes, de orquestas escolares, de ex combatientes y de representantes de distintas ciudades.
La carroza de Famaillá fue una de las más ovacionadas. No sólo porque era muy linda, sino porque venía cargada con empanadas. Las canastas llegaron repletas hasta el palco de autoridades y en pocos minutos fueron engullidas sin mucho protocolo.
En el desfile, realizado en el parque 9 de Julio tomaron parte alrededor de siete mil participantes, entre alumnos, representantes de centros tradicionalistas, danzantes, efectivos militares y quienes realizaron alegorías sobre la Independencia.
Fue también el escenario para mostrar productos provinciales, como los limones que un grupo de adolescentes le alcanzaron a la Presidenta.
Las distintas columnas lucieron los trajes típicos, antiguos y de las distintas colectividades (encabezadas por los pueblos originarios de la Argentina), acompañados por canciones folclóricas y con demostración de habilidades circenses callejeras como zancos y malabaristas.
No se vieron vehículos militares blindados pesados, pero sí desfilaron efectivos con uniformes históricos de distintas ramas del Ejército, como la Brigada de Montaña V, el Regimiento de Granaderos a Caballo y la Agrupación Banderas, entre otros.
Estuvieron también los ex combatientes de las Islas Malvinas, deportistas, profesionales de la salud que encaran la lucha contra ciertas enfermedades y propietarios de autos y motos de colección, que manejaron sus vehículos.
El principal despliegue estuvo a cargo de las 19 municipalidades y 93 comunas rurales del interior tucumano, que se movilizaron cada una por separado y montaron además carpas en el parque 9 de Julio donde presentaron algunas de sus producciones y comidas locales.
La Presidenta se mostró relajada y se la vio batir palmas y ensayar algunos ritmos con las agrupaciones musicales que pasaron bajo el palco, montadas sobre trailers de camiones adornados como carrozas, algunas de las cuales eran alegóricas en su representación de cada localidad.
El tiempo acompañó la fiesta, con una temperatura que rozó los 25 grados a la siesta y sin ninguna nube que oculte el sol, lo que ayudó para el desplazamiento de familias, que se instalaron en el paseo con heladeras portátiles y reposeras. (DYN)
Esta Argentina personificada, montada en una grúa, vestida de blanco y celeste, bailó ritmos folclóricos desde las alturas, saltó y voló entre papelitos y humo, seguida de cerca por músicos vestidos con trajes de época.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner bailó al ritmo de los tambores y saludó sonriente a los artistas frente al palco oficial, desde donde la mandataria dio la orden de iniciar el desfile.
Una multitud, estimada en más de 50.000 personas, se congregó para ver el paso de los regimientos históricos y militares, de estudiantes, de orquestas escolares, de ex combatientes y de representantes de distintas ciudades.
La carroza de Famaillá fue una de las más ovacionadas. No sólo porque era muy linda, sino porque venía cargada con empanadas. Las canastas llegaron repletas hasta el palco de autoridades y en pocos minutos fueron engullidas sin mucho protocolo.
En el desfile, realizado en el parque 9 de Julio tomaron parte alrededor de siete mil participantes, entre alumnos, representantes de centros tradicionalistas, danzantes, efectivos militares y quienes realizaron alegorías sobre la Independencia.
Fue también el escenario para mostrar productos provinciales, como los limones que un grupo de adolescentes le alcanzaron a la Presidenta.
Las distintas columnas lucieron los trajes típicos, antiguos y de las distintas colectividades (encabezadas por los pueblos originarios de la Argentina), acompañados por canciones folclóricas y con demostración de habilidades circenses callejeras como zancos y malabaristas.
No se vieron vehículos militares blindados pesados, pero sí desfilaron efectivos con uniformes históricos de distintas ramas del Ejército, como la Brigada de Montaña V, el Regimiento de Granaderos a Caballo y la Agrupación Banderas, entre otros.
Estuvieron también los ex combatientes de las Islas Malvinas, deportistas, profesionales de la salud que encaran la lucha contra ciertas enfermedades y propietarios de autos y motos de colección, que manejaron sus vehículos.
El principal despliegue estuvo a cargo de las 19 municipalidades y 93 comunas rurales del interior tucumano, que se movilizaron cada una por separado y montaron además carpas en el parque 9 de Julio donde presentaron algunas de sus producciones y comidas locales.
La Presidenta se mostró relajada y se la vio batir palmas y ensayar algunos ritmos con las agrupaciones musicales que pasaron bajo el palco, montadas sobre trailers de camiones adornados como carrozas, algunas de las cuales eran alegóricas en su representación de cada localidad.
El tiempo acompañó la fiesta, con una temperatura que rozó los 25 grados a la siesta y sin ninguna nube que oculte el sol, lo que ayudó para el desplazamiento de familias, que se instalaron en el paseo con heladeras portátiles y reposeras. (DYN)
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