04 Julio 2010
RECABANDO DATOS. Un 40% de los asistentes tiene un trabajo seguro. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
"Históricamente, las Ciencias Sociales aparecen como consecuencia de la necesidad de estudiar la sociedad para modificar su funcionamiento. Su origen se relaciona con la constatación de un fracaso: la pervivencia de la pobreza en el momento en que las fuerzas productivas son capaces de producir más riqueza", explicó la licenciada Myrian Zelaya, docente de la carrera de Trabajo Social de la UNT.
"A finales del siglo XVIII -agregó- darán sus primeros pasos en forma de economía política de la mano de Gerónimo de Ustáriz, Thomas Malthus, Adam Smith, y David Ricardo, entre otros". Pero, según explicó la docente, otros autores también inciden en la misma línea. "Saint-Simon, Comte, Weber, Marx, Durkheim se van a mostrar interesados por la industrialización y sus consecuencias: la separación del trabajo del gremio y la familia, las transformaciones en la propiedad, el crecimiento demográfico, la ciudad industrial y el sistema fabril, entre otros. Todos ellos van a estudiar el crecimiento enorme de la productividad, consecuencia de la revolución industrial pero también constatan el aumento de la pobreza que va a afectar a la mayoría de la población".
Contrariamente a lo que pensaban las generaciones anteriores, la licenciada Marcela Pinello Araujo, que realiza una residencia en Buenos Aires, "la sociedad no se conformaba de acuerdo con las leyes de la razón sino que estaban actuando una serie de fuerzas más allá de la capacidad humana de elección racional. Comprender dichas fuerzas sería la misión de las nuevas Ciencias Sociales. Comprenderlas y actuar sobre ellas a fin de conseguir un mejor funcionamiento de la sociedad, evitando la pobreza y el desorden social".
"Comprender y actuar eran las dos caras de una misma misión pero desde los primeros siglos de esta era aparecieron preocupaciones e iniciativas dirigidas al mejoramiento de las condiciones del ser humano. Pero, estas tenían una expresión esporádica en contadas personas y eran patrocinadas por instituciones poderosas, siempre encaminadas hacia sectores limitados de la población. Esas acciones con magníficas intenciones, innegablemente resultaban insignificantes para colmar la ayuda que demandaban los males sociales; además, nunca atacaban las causas reales que daban origen a los disímiles y múltiples problemas que se presentaban", enfatizó Pinello Araujo.
La asistente Magdalena Paz Moreno sostiene que "el empleo de métodos científicos de investigación enriqueció al Trabajo Social. En sus inicios, fue considerado como un arte en el que los conocimientos de la ciencia de las relaciones humanas y su aplicación práctica posibilitó la movilización de actitudes en el individuo y los recursos de la comunidad".
"A finales del siglo XVIII -agregó- darán sus primeros pasos en forma de economía política de la mano de Gerónimo de Ustáriz, Thomas Malthus, Adam Smith, y David Ricardo, entre otros". Pero, según explicó la docente, otros autores también inciden en la misma línea. "Saint-Simon, Comte, Weber, Marx, Durkheim se van a mostrar interesados por la industrialización y sus consecuencias: la separación del trabajo del gremio y la familia, las transformaciones en la propiedad, el crecimiento demográfico, la ciudad industrial y el sistema fabril, entre otros. Todos ellos van a estudiar el crecimiento enorme de la productividad, consecuencia de la revolución industrial pero también constatan el aumento de la pobreza que va a afectar a la mayoría de la población".
Contrariamente a lo que pensaban las generaciones anteriores, la licenciada Marcela Pinello Araujo, que realiza una residencia en Buenos Aires, "la sociedad no se conformaba de acuerdo con las leyes de la razón sino que estaban actuando una serie de fuerzas más allá de la capacidad humana de elección racional. Comprender dichas fuerzas sería la misión de las nuevas Ciencias Sociales. Comprenderlas y actuar sobre ellas a fin de conseguir un mejor funcionamiento de la sociedad, evitando la pobreza y el desorden social".
"Comprender y actuar eran las dos caras de una misma misión pero desde los primeros siglos de esta era aparecieron preocupaciones e iniciativas dirigidas al mejoramiento de las condiciones del ser humano. Pero, estas tenían una expresión esporádica en contadas personas y eran patrocinadas por instituciones poderosas, siempre encaminadas hacia sectores limitados de la población. Esas acciones con magníficas intenciones, innegablemente resultaban insignificantes para colmar la ayuda que demandaban los males sociales; además, nunca atacaban las causas reales que daban origen a los disímiles y múltiples problemas que se presentaban", enfatizó Pinello Araujo.
La asistente Magdalena Paz Moreno sostiene que "el empleo de métodos científicos de investigación enriqueció al Trabajo Social. En sus inicios, fue considerado como un arte en el que los conocimientos de la ciencia de las relaciones humanas y su aplicación práctica posibilitó la movilización de actitudes en el individuo y los recursos de la comunidad".
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