16 Junio 2010
Alguien dijo una vez que la vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas. Sin embargo para el escritor francés André Maurois el arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza. Mientras que para su colega Charles Augustin Sainte-Beuve, envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo. Más gráfica al referirse a las canas que nos pasan en vano, la actriz Katharine Hepburn dijo: "cuanto más se envejece más se parece la torta de cumpleaños a un desfile de antorchas".
No obstante, estas observaciones sensatas y filosóficas la situación de millones de ancianos dista mucho de ser la ideal, como la de varias civilizaciones de la Antigüedad en las que los viejos como expresión del saber y de la experiencia de vida eran venerados. Por esa razón, la Organización de las Naciones Unidas dispuso que el 15 de junio se celebrara el Día internacional de la Toma de Conciencia por la Discriminación y el Maltrato con la Vejez. Se tomó la idea del plan de acción de la "Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento" que tuvo lugar en Madrid en 2002. La propuesta de la ONU fue apoyada por la Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez, cuyos objetivos son fomentar la conciencia pública internacional sobre los problemas ligados a la violencia y los abusos contra las personas mayores, y promover la investigación y la formación sobre esta cuestión, entre otros.
En la Argentina, el trato que se les brinda a miles de viejos es un reflejo de la poca consideración que existe hacia ellos. "No estamos en un país en el que se planifiquen acciones para tratar mejor y cuidar a sus ancianos. No hay programación gerontológica en la Argentina", fue una de las conclusiones del reciente 12º Congreso de Gerontología y Geriatría que se realizó en Buenos Aires. Según un especialista consultado por nuestro diario, la indiferencia es una forma de violencia que afecta mucho a los mayores. "Pero la indiferencia no viene sólo desde la familia, sino también del Estado: a pesar de existir una sentencia judicial, el Gobierno no otorga el 82% móvil en las jubilaciones. Entonces, todos los miércoles vemos a los viejitos en la plaza y pareciera que nadie los escucha. Eso también es violencia y maltrato", dijo el médico.
Como un ejemplo de esta afirmación, el 70% de los jubilados percibe el haber mínimo de $895 cuando el salario básico para los activos ha sido fijado en $1.500, ambas cifras son irrisorias porque no alcanzan para vivir con dignidad. En nuestro país, jubilarse significa para una importante franja de ciudadanos no ingresar al jubileo sino más bien al territorio de la desdicha y la ingratitud. Del mismo modo, los ancianos que viven en la calle o los hospitales porque han sido abandonados por sus familiares ponen en evidencia esta desconsideración con los adultos mayores que comienzan a ser desplazados laboralmente por la sociedad cuando apenas llegan a los 50 años porque generalmente no hay trabajo para ellos si quedan desocupados.
A diferencia de otros países en que los ancianos están contenidos socialmente, tienen una gran cantidad de servicios gratuitos o con importantes descuentos y perciben haberes dignos, en la Argentina sucede lo contrario. Según la ONU para 2010, los países más envejecidos de la región son Uruguay, con el 18,4% de la población mayor de 60 años, Cuba (17,6%), Argentina (14,5%) y Chile (13,2). Mientras que en Europa el incremento de los mayores se debe al aumento de la calidad de vida y al bienestar, en la Argentina y en otros países latinoamericanos, la población que está envejeciendo se halla en situación de pobreza, según los especialistas. La clase gobernante debe tomar conciencia debería intentar vivir con $895 para sentir en carne en propia la ingratitud.
No obstante, estas observaciones sensatas y filosóficas la situación de millones de ancianos dista mucho de ser la ideal, como la de varias civilizaciones de la Antigüedad en las que los viejos como expresión del saber y de la experiencia de vida eran venerados. Por esa razón, la Organización de las Naciones Unidas dispuso que el 15 de junio se celebrara el Día internacional de la Toma de Conciencia por la Discriminación y el Maltrato con la Vejez. Se tomó la idea del plan de acción de la "Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento" que tuvo lugar en Madrid en 2002. La propuesta de la ONU fue apoyada por la Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez, cuyos objetivos son fomentar la conciencia pública internacional sobre los problemas ligados a la violencia y los abusos contra las personas mayores, y promover la investigación y la formación sobre esta cuestión, entre otros.
En la Argentina, el trato que se les brinda a miles de viejos es un reflejo de la poca consideración que existe hacia ellos. "No estamos en un país en el que se planifiquen acciones para tratar mejor y cuidar a sus ancianos. No hay programación gerontológica en la Argentina", fue una de las conclusiones del reciente 12º Congreso de Gerontología y Geriatría que se realizó en Buenos Aires. Según un especialista consultado por nuestro diario, la indiferencia es una forma de violencia que afecta mucho a los mayores. "Pero la indiferencia no viene sólo desde la familia, sino también del Estado: a pesar de existir una sentencia judicial, el Gobierno no otorga el 82% móvil en las jubilaciones. Entonces, todos los miércoles vemos a los viejitos en la plaza y pareciera que nadie los escucha. Eso también es violencia y maltrato", dijo el médico.
Como un ejemplo de esta afirmación, el 70% de los jubilados percibe el haber mínimo de $895 cuando el salario básico para los activos ha sido fijado en $1.500, ambas cifras son irrisorias porque no alcanzan para vivir con dignidad. En nuestro país, jubilarse significa para una importante franja de ciudadanos no ingresar al jubileo sino más bien al territorio de la desdicha y la ingratitud. Del mismo modo, los ancianos que viven en la calle o los hospitales porque han sido abandonados por sus familiares ponen en evidencia esta desconsideración con los adultos mayores que comienzan a ser desplazados laboralmente por la sociedad cuando apenas llegan a los 50 años porque generalmente no hay trabajo para ellos si quedan desocupados.
A diferencia de otros países en que los ancianos están contenidos socialmente, tienen una gran cantidad de servicios gratuitos o con importantes descuentos y perciben haberes dignos, en la Argentina sucede lo contrario. Según la ONU para 2010, los países más envejecidos de la región son Uruguay, con el 18,4% de la población mayor de 60 años, Cuba (17,6%), Argentina (14,5%) y Chile (13,2). Mientras que en Europa el incremento de los mayores se debe al aumento de la calidad de vida y al bienestar, en la Argentina y en otros países latinoamericanos, la población que está envejeciendo se halla en situación de pobreza, según los especialistas. La clase gobernante debe tomar conciencia debería intentar vivir con $895 para sentir en carne en propia la ingratitud.
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