14 Junio 2010
CHARLA. Osvaldo Bazan disertó en el Gymnasium Universitario.
Invitado por la biblioteca popular Crisálida, el periodista y escritor Osvaldo Bazán disertó en Tucumán sobre el proyecto de ley por el cual se autorizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo, iniciativa que se debatirá el 14 de julio en el Senado.
Bazán se desempeña actualmente como prosecretario de Cultura y Espectáculos del diario "Crítica de la Argentina". Publicó cuatro libros, entre los cuales se destaca "Historia de la homosexualidad en la Argentina. De la conquista de América al siglo XXI". Distendido y alejado de cualquier protocolo, antes de empezar su charla en el auditorio del Gymnasium Universitario, Bazán charló con LA GACETA.
- ¿Cuál es la importancia de que en el país se debata este tema?
- Por un lado, la Argentina se está dando la oportunidad de hablar seriamente de los derechos ciudadanos, algo que la va a colocar en la vanguardia mundial en esta materia; por otro, para las minorías sexuales es importante porque durante 2.000 años la homosexualidad se mantuvo en la clandestinidad. Con la ley se le estaría otorgando marco jurídico a algo que de hecho existe y siempre existió, porque muchas parejas homosexuales conviven y construyen una familia como cualquier otra.
- ¿A qué atribuye la resistencia al proyecto?
- Nuestros genes llevan impresa la homofobia, a tal punto que los mismos homosexuales son homofóbicos. Y es entendible: desde chicos nos enseñaron que ser gay es lo peor que le puede pasar a una persona y algo digno de vergüenza. Todo esto viene desde las instancias de poder: para la Iglesia, ser gay es pecado; para la ciencia, hasta hace un tiempo era una enfermedad; y para el Estado es ilegal, por eso no establece los mismos derechos que para los heterosexuales.
- ¿A qué se debe el hecho de que se empiece a hablar del tema?
- Es parte de la evolución mental. De a poco se empezó a aceptar, al menos, la existencia de los homosexuales. Esto fue producto de la movilización de las minorías, como las marchas del orgullo gay. Ahora se pasa a una segunda instancia: reclamar derechos. Entonces al poder político ya no le queda otra que hacerse eco, porque es una realidad que no se puede contener ni seguir ocultando.
- ¿Cuál es su opinión sobre el tema de la adopción?
- En este punto tampoco hay argumentos válidos para oponerse. Se habla del derecho del chico a tener papá y mamá, cuando sabemos que muchos matrimonios se divorcian o que mucha gente soltera adopta. Hay mucha hipocresía respecto a este tema. Se teme que el hijo de un matrimonio homosexual sea gay. Pero, los homosexuales de hoy... ¿no salieron de un matrimonio heterosexual acaso?
Bazán se desempeña actualmente como prosecretario de Cultura y Espectáculos del diario "Crítica de la Argentina". Publicó cuatro libros, entre los cuales se destaca "Historia de la homosexualidad en la Argentina. De la conquista de América al siglo XXI". Distendido y alejado de cualquier protocolo, antes de empezar su charla en el auditorio del Gymnasium Universitario, Bazán charló con LA GACETA.
- ¿Cuál es la importancia de que en el país se debata este tema?
- Por un lado, la Argentina se está dando la oportunidad de hablar seriamente de los derechos ciudadanos, algo que la va a colocar en la vanguardia mundial en esta materia; por otro, para las minorías sexuales es importante porque durante 2.000 años la homosexualidad se mantuvo en la clandestinidad. Con la ley se le estaría otorgando marco jurídico a algo que de hecho existe y siempre existió, porque muchas parejas homosexuales conviven y construyen una familia como cualquier otra.
- ¿A qué atribuye la resistencia al proyecto?
- Nuestros genes llevan impresa la homofobia, a tal punto que los mismos homosexuales son homofóbicos. Y es entendible: desde chicos nos enseñaron que ser gay es lo peor que le puede pasar a una persona y algo digno de vergüenza. Todo esto viene desde las instancias de poder: para la Iglesia, ser gay es pecado; para la ciencia, hasta hace un tiempo era una enfermedad; y para el Estado es ilegal, por eso no establece los mismos derechos que para los heterosexuales.
- ¿A qué se debe el hecho de que se empiece a hablar del tema?
- Es parte de la evolución mental. De a poco se empezó a aceptar, al menos, la existencia de los homosexuales. Esto fue producto de la movilización de las minorías, como las marchas del orgullo gay. Ahora se pasa a una segunda instancia: reclamar derechos. Entonces al poder político ya no le queda otra que hacerse eco, porque es una realidad que no se puede contener ni seguir ocultando.
- ¿Cuál es su opinión sobre el tema de la adopción?
- En este punto tampoco hay argumentos válidos para oponerse. Se habla del derecho del chico a tener papá y mamá, cuando sabemos que muchos matrimonios se divorcian o que mucha gente soltera adopta. Hay mucha hipocresía respecto a este tema. Se teme que el hijo de un matrimonio homosexual sea gay. Pero, los homosexuales de hoy... ¿no salieron de un matrimonio heterosexual acaso?