16 Mayo 2010
A comienzos del Siglo XIX vio la luz -en Buenos Aires- La Logia Independencia, cuyo impulsor y Venerable Maestro fue Julián Alvarez, uno de los firmantes de la presentación popular del 25 de Mayo, cuya fachada pública fue la Sociedad Patriótica. Sobre este taller, al igual que sobre otros que han quedado en la historia de aquellos tiempos, algunos investigadores han dicho que no eran masónicos sino que se trataba de agrupaciones políticas organizadas con la misma estructura de una logia, incluyendo grados, palabras secretas y toques ocultos para identificarse. Posiblemente haya sido así en algunos pocos casos. Pero no en los integrados por Julián Alvarez, que eran cabalmente masónicos. En diálogo con Bartolomé Mitre, Matías Zapiola afirma: "La de Julián Alvarez era Logia Masónica". Este taller cumplió una misión esencial, puesto que de aquí surgieron aquellos hermanos más aptos y mejor formados que serían quienes secundarían a Alvear, San Martín, Zapiola y otros masones que llegaron a Buenos Aires en la fragata Jorge Canning con el objetivo de fundar una de las logias Lautaro, desde las cuales se trabajaría la emancipación de estas tierras de la Corona Española.
Este "levantamiento de columnas" (así se denomina simbólicamente la fundación de una logia) tendría lugar en 1812 y a partir de allí se crearían otras en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Santiago de Chile. Los hombres que formaron parte de los acontecimientos de Mayo de 1810, así como aquellos que tuvieron activa participación en las guerras por la liberación de la Corona Española, eran integrantes de esta logia o fueron iniciados en ella: Juan José Castelli, Juan José Paso, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Domingo Matheu, Juan Larrea, Manuel Alberti, Hipólito Vieytes, Manuel Dorrego, Antonio Luis Berutti, Nicolás Rodríguez Peña, Mariano Cosme Argerich.
Cuando en 1809 Sevilla cayó en manos de Napoleón, quedando acéfalo el gobierno en España, en Buenos Aires se convocó a un Cabildo Abierto para decidir qué curso se le daría a los acontecimientos. El Partido de los Patriotas, cuyos líderes eran masones en su mayoría, contó con el apoyo del regimiento de Patricios, comandado también por un masón, Cornelio Saavedra. Sostenían la teoría de la soberanía popular, por la cual se consideraba que el poder soberano provenía de Dios y residía en el pueblo que lo delegaba en el rey; por lo tanto, al no haber un monarca, ese poder volvía al pueblo que debía designar a las nuevas autoridades. Esta postura tuvo su oposición en la figura del Virrey y del Partido Español, que rechazaron esa teoría e intentaron mantener su dominio evitando cualquier intento de ser despojados de su poder.
Es así como, luego de reunirse en la casa de Rodríguez Peña para debatir y ponerse de acuerdo sobre cuáles serían los pasos a seguir, los patriotas se rebelaron contra los españoles y, apoyados por el regimiento de Patricios, se convocó al Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, logrando imponer su posición a través de la creación de la Primera Junta de Gobierno. Esta quedó integrada casi absolutamente por masones: Presidente: Cornelio de Saavedra (masón, según datos ofrecidos por el general Enrique Martínez, y por su nieto, el doctor Carlos Saavedra Zavaleta); secretarios: Mariano Moreno (miembro de la Logia Independencia) y Juan José Paso (miembro de la Logia Independencia y de la Sociedad de los Siete); vocales: Manuel Belgrano (tuvo una prolongada actividad masónica; iniciado en la Logia Independencia a fines del Siglo XVIII, participó de la Sociedad de los Siete. Zapiola afirma que fue integrante de la Logia Lautaro de Buenos Aires y Venerable Maestro de la Logia Argentina, más tarde llamada Logia Unidad Argentina de San Miguel de Tucumán), Miguel de Azcuénaga (el único no iniciado), Juan José Castelli (miembro de la Logia Independencia de la que llegó a ser Venerable Maestro), Domingo Bartolomé Francisco Matheu (miembro de la Logia Independencia), Juan Larrea (iniciado en la Logia Independencia; hay una carta de Francisco de Miranda dirigida al hermano Saturnino Rodríguez Peña donde destaca la calidad de masón de Larrea) y Manuel Alberti (miembro de la Logia Independencia y Sociedad de los Siete).
© LA GACETA
Antonio Las Heras - Escritor, doctor en psicología social y ex secretario general de la Sociedad Argentina de Escritores. Es autor del libro "Sociedades secretas: Masonería, Templarios, Rosacruces y otras órdenes esotéricas". Actualmente ocupa el cargo de Gran Guarda Templo Interno en la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Este "levantamiento de columnas" (así se denomina simbólicamente la fundación de una logia) tendría lugar en 1812 y a partir de allí se crearían otras en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Santiago de Chile. Los hombres que formaron parte de los acontecimientos de Mayo de 1810, así como aquellos que tuvieron activa participación en las guerras por la liberación de la Corona Española, eran integrantes de esta logia o fueron iniciados en ella: Juan José Castelli, Juan José Paso, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Domingo Matheu, Juan Larrea, Manuel Alberti, Hipólito Vieytes, Manuel Dorrego, Antonio Luis Berutti, Nicolás Rodríguez Peña, Mariano Cosme Argerich.
Cuando en 1809 Sevilla cayó en manos de Napoleón, quedando acéfalo el gobierno en España, en Buenos Aires se convocó a un Cabildo Abierto para decidir qué curso se le daría a los acontecimientos. El Partido de los Patriotas, cuyos líderes eran masones en su mayoría, contó con el apoyo del regimiento de Patricios, comandado también por un masón, Cornelio Saavedra. Sostenían la teoría de la soberanía popular, por la cual se consideraba que el poder soberano provenía de Dios y residía en el pueblo que lo delegaba en el rey; por lo tanto, al no haber un monarca, ese poder volvía al pueblo que debía designar a las nuevas autoridades. Esta postura tuvo su oposición en la figura del Virrey y del Partido Español, que rechazaron esa teoría e intentaron mantener su dominio evitando cualquier intento de ser despojados de su poder.
Es así como, luego de reunirse en la casa de Rodríguez Peña para debatir y ponerse de acuerdo sobre cuáles serían los pasos a seguir, los patriotas se rebelaron contra los españoles y, apoyados por el regimiento de Patricios, se convocó al Cabildo Abierto del 25 de Mayo de 1810, logrando imponer su posición a través de la creación de la Primera Junta de Gobierno. Esta quedó integrada casi absolutamente por masones: Presidente: Cornelio de Saavedra (masón, según datos ofrecidos por el general Enrique Martínez, y por su nieto, el doctor Carlos Saavedra Zavaleta); secretarios: Mariano Moreno (miembro de la Logia Independencia) y Juan José Paso (miembro de la Logia Independencia y de la Sociedad de los Siete); vocales: Manuel Belgrano (tuvo una prolongada actividad masónica; iniciado en la Logia Independencia a fines del Siglo XVIII, participó de la Sociedad de los Siete. Zapiola afirma que fue integrante de la Logia Lautaro de Buenos Aires y Venerable Maestro de la Logia Argentina, más tarde llamada Logia Unidad Argentina de San Miguel de Tucumán), Miguel de Azcuénaga (el único no iniciado), Juan José Castelli (miembro de la Logia Independencia de la que llegó a ser Venerable Maestro), Domingo Bartolomé Francisco Matheu (miembro de la Logia Independencia), Juan Larrea (iniciado en la Logia Independencia; hay una carta de Francisco de Miranda dirigida al hermano Saturnino Rodríguez Peña donde destaca la calidad de masón de Larrea) y Manuel Alberti (miembro de la Logia Independencia y Sociedad de los Siete).
© LA GACETA
Antonio Las Heras - Escritor, doctor en psicología social y ex secretario general de la Sociedad Argentina de Escritores. Es autor del libro "Sociedades secretas: Masonería, Templarios, Rosacruces y otras órdenes esotéricas". Actualmente ocupa el cargo de Gran Guarda Templo Interno en la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.