07 Mayo 2010
BUENOS AIRES.- Un proyecto del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para prohibir la importación de alimentos no producidos en el país, levantó ayer polvareda entre sectores empresarios, que salieron a advertir sobre el impacto inflacionario que tendría esa medida. La iniciativa busca impedir el ingreso al país de alimentos que tengan un equivalente nacional, con el fin de proteger la producción local. El objetivo será fortalecer el aparato productivo nacional, pero puede dejar a la Argentina en una situación delicada ante el resto de los países, que podrían adoptar represalias comerciales y poner barreras a la entrada de productos locales. El secretario de Comercio informó en los últimos días a las principales cadenas de supermercados la decisión de impedir el ingreso de alimentos importados que tengan un equivalente de producción nacional, reveló el diario "La Nación". La orden impartida por Moreno fue que a partir del primero de junio próximo las góndolas de los supermercados argentinos sólo ofrecerán productos fabricados en el país. La restricción regirá para una larga lista de artículos, desde las pastas italianas hasta las cervezas alemanas, pasando por el aceite de oliva español o el chocolate suizo. "Mientras haya un fabricante nacional, no hay razón para trabajar con un producto importado. El que quiera seguir trayendo palmitos o ananá no va a tener problemas, pero no vamos a permitir que se sigan importando jamón crudo italiano o chocolates desde Europa", sostuvo Moreno en forma verbal ante distintos interlocutores supermercadistas. Incluso, el secretario de Comercio Interior también habría sugerido a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) trabar el ingreso de productos importados. Este organismo es el encargado de emitir un certificado de libre circulación indispensable para el ingreso de un alimento importado en el país.
Sin embargo, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, rechazó de plano que la Argentina estudie prohibir la importación de alimentos en los casos en que productos similares se fabriquen en el país. Dijo que se respetarán las disposiciones de la Organización Mundial de Comercio en materia de exportaciones e importaciones.
Más inflación
Mariano Caucino, titular de la Asociación de Dirigentes de Empresa (ADE), advirtió que el proyecto del secretario de Comercio de cerrar las importaciones de alimentos sólo generará más inflación. "Una vez más, Moreno recurre a su manual económico medieval y con sus medidas termina protegiendo a los ricos", afirmó. Sostuvo que reducir la oferta de productos implica menos competencia y menos calidad, y dijo que ello constituye "todo lo contrario a una política auténticamente popular".
"No tiene nada de malo comprar productos importados si estos son mejores y más baratos", afirmó.
"Los empresarios debemos reconocer que la inflación es el principal problema de los argentinos, y se combate con más competencia", recordó el presidente de ADE.
En tanto, los supermercados se quejan de que la prohibición para importar alimentos significaría un cambio en las reglas de juego. Las más afectadas con esta medida serían las cadenas que trabajan con una oferta mayor de artículos de origen extranjero. (NA)
Sin embargo, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, rechazó de plano que la Argentina estudie prohibir la importación de alimentos en los casos en que productos similares se fabriquen en el país. Dijo que se respetarán las disposiciones de la Organización Mundial de Comercio en materia de exportaciones e importaciones.
Más inflación
Mariano Caucino, titular de la Asociación de Dirigentes de Empresa (ADE), advirtió que el proyecto del secretario de Comercio de cerrar las importaciones de alimentos sólo generará más inflación. "Una vez más, Moreno recurre a su manual económico medieval y con sus medidas termina protegiendo a los ricos", afirmó. Sostuvo que reducir la oferta de productos implica menos competencia y menos calidad, y dijo que ello constituye "todo lo contrario a una política auténticamente popular".
"No tiene nada de malo comprar productos importados si estos son mejores y más baratos", afirmó.
"Los empresarios debemos reconocer que la inflación es el principal problema de los argentinos, y se combate con más competencia", recordó el presidente de ADE.
En tanto, los supermercados se quejan de que la prohibición para importar alimentos significaría un cambio en las reglas de juego. Las más afectadas con esta medida serían las cadenas que trabajan con una oferta mayor de artículos de origen extranjero. (NA)