"Merecimos el triunfo y lo disfrutamos"

ROSARIO (Tomás Gray, enviado especial).- Seguramente, cuando asumieron la dirección técnica de Tucumán habían soñado con la obtención del Campeonato Argentino, ese título tan esquivo para los "naranjas" en los últimos años. En su primer experiencia pudieron alzar el ansiado trofeo y charlaron con LA GACETA para contar sus sensaciones.

"Realmente, a un partido así no hay que jugarlo lindo; hay que ganarlo. Esta vez el equipo puso un corazón increíble, además de la inteligencia" destacó Javier Martínez Riera.

"En el primer tiempo nos complicamos porque no utilizamos bien el pie: en cambio, en el complemento manejamos la pelota. Es evidente que allí aparecieron los jugadores que se necesitan en este tipo de batallas. Merecimos el triunfo y por eso lo disfrutamos" enfatizó el técnico.

El otro integrante de esta dupla, que cuenta con varios colaboradores, es Oscar Prado. Su análisis coincidió con el de Martínez Riera. "De esta manera había que plantear el partido. Tanto técnicos como jugadores estábamos convencidos de que nos convenía el juego corto", afirmó Prado.

"Había que tener la pelota y controlarla en los minutos finales. Rosario es un equipo que cuando tiene la ?guinda? es peligroso y contraataca muy bien", añadió el entrenador.

"En el primer tiempo sufrimos por la mala utilización del pie: en lugar de poner la pelota al fondo, la dejábamos corta. Fue una de las fallas. Al rugby tucumano le hacía falta este título. Siempre es bueno salir campeones", resumió "El Pelado", como se lo conoce en el ambiente del rugby.

Sin duda, el hecho de apostar a la continuidad de un proyecto le dio sus frutos a Tucumán, que festejó la novena corona.

Final trabajada
"Esta final fue dura y muy trabajada. Sufrimos hasta el último pero conquistamos el título. En los minutos finales les llevábamos pocos puntos, pero supimos sacar adelante el partido. Ahora tenemos que festejar esto que durante varios años se nos negó", comentó Juan Avila.

Concentración
"No pensaba ganar de esta manera. Fue un juego muy cerrado, nada lindo, pero por suerte vencimos en una final después de tanto tiempo. Nuestro fuerte fue no bajar nunca los brazos, jugar por el compañero que está al lado y mantenernos concentrados", sentenció Agustín Guzmán.

Despedida
Las lágrimas de Diego Mas tenían un motivo. Más allá de la emoción de la victoria, fue su despedida con la camiseta "naranja". A última hora fue desplazado del banco de suplentes. Luego del partido se puso la camiseta y se colgó la medalla. Se la ganó.