18 Abril 2010
EXPERTOS. Nicasio Herrera y Francisco Sosa disertarán en Tucumán. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO
Debido a la globalización y a las migraciones, el mal de Chagas dejó de ser un problema latinoamericano y pasó a ser un problema mundial. Actualmente hay focos importantes de la infección en Canadá, España, Italia, Suiza y Japón, informaron en su visita a LA GACETA los profesores doctores Nicasio Herrera y Francisco Sosa.
Ambos expertos internacionales -con tesis doctoral en la especialidad- disertarán sobre "La actualización en el Chagas", en las XXI Jornadas Nacionales de Cardiología, que se harán en Tucumán el jueves y viernes. Fueron invitados por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), organizadora dl encuentro. "El Chagas es un tema importante para la SAC porque tenemos zona endémica (norte argentino), porque en país hay dos millones de chagásicos y la lesión visceral sigue siendo la cardíaca", advirtió Herrera.
La epidemiología del Chagas ha cambiado debido a la lucha para erradicar el vector (la vinchuca, transmisor del parásito Trypanosoma cruzi), a la deforestación masiva que dio lugar a la aparición de nuevos subtipos de parásitos que invaden las viviendas urbanas, y a la resistencia de algunos tipos de vinchucas a los piretroides.
Formas de contagio
A raíz de la deforestación han aparecido nuevas formas de contagio. Recordó que en Santa Catarina, Brasil, hace unos años corroboraron que turistas se infectaron después de beber jugo de caña contaminada con el parásito. "Apareció la transmisión oral, que provoca cuadros agudos y a veces mortales", destacó Herrera.
En tanto Sosa recordó que en 1997 en América Latina se estimaba que había 90 millones de personas expuestas a contraer la enfermedad de Chagas y unos 28 millones infectados. La Argentina tenía 3 millones de infectados, de los cuales 750.000 sufrían alteraciones cardíacas, 12.000 necesitaban marcapasos y 7.000 trasplante cardíaco. Más tarde influyó la migración, la globalización, el desmonte y el uso de tecnología de punta, lo que produjo la migración del campo a la ciudad. "La enfermedad se urbanizó", reiteró el experto.
Mal polifácetico
El Chagas es una enfermedad polifacética que puede afectar el corazón, el tubo digestivo (esófago, estómago, duodeno y colon), las vías urinarias y el cerebro y generar otros trastornos. No sólo se contagia cuando la vinchuca defeca y deposita el parásito en la persona (esta se rasca e ingresa a la sangre) sino también por vía oral o digestiva mediante alimentos contaminados y a través de sangre contaminada transfundida. La gente del campo suele dejar pan o comida sobre la mesa, la vinchuca camina, defeca y luego los habitantes ingieren ese alimento contaminado sin darse cuenta, detalló Sosa.
El doctor Nicasio Herrera fue invitado hace tres años a disertar como experto internacional en Barcelona, área no endémica donde se detectaron casos por la globalización y la migración.
Ambos expertos internacionales -con tesis doctoral en la especialidad- disertarán sobre "La actualización en el Chagas", en las XXI Jornadas Nacionales de Cardiología, que se harán en Tucumán el jueves y viernes. Fueron invitados por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), organizadora dl encuentro. "El Chagas es un tema importante para la SAC porque tenemos zona endémica (norte argentino), porque en país hay dos millones de chagásicos y la lesión visceral sigue siendo la cardíaca", advirtió Herrera.
La epidemiología del Chagas ha cambiado debido a la lucha para erradicar el vector (la vinchuca, transmisor del parásito Trypanosoma cruzi), a la deforestación masiva que dio lugar a la aparición de nuevos subtipos de parásitos que invaden las viviendas urbanas, y a la resistencia de algunos tipos de vinchucas a los piretroides.
Formas de contagio
A raíz de la deforestación han aparecido nuevas formas de contagio. Recordó que en Santa Catarina, Brasil, hace unos años corroboraron que turistas se infectaron después de beber jugo de caña contaminada con el parásito. "Apareció la transmisión oral, que provoca cuadros agudos y a veces mortales", destacó Herrera.
En tanto Sosa recordó que en 1997 en América Latina se estimaba que había 90 millones de personas expuestas a contraer la enfermedad de Chagas y unos 28 millones infectados. La Argentina tenía 3 millones de infectados, de los cuales 750.000 sufrían alteraciones cardíacas, 12.000 necesitaban marcapasos y 7.000 trasplante cardíaco. Más tarde influyó la migración, la globalización, el desmonte y el uso de tecnología de punta, lo que produjo la migración del campo a la ciudad. "La enfermedad se urbanizó", reiteró el experto.
Mal polifácetico
El Chagas es una enfermedad polifacética que puede afectar el corazón, el tubo digestivo (esófago, estómago, duodeno y colon), las vías urinarias y el cerebro y generar otros trastornos. No sólo se contagia cuando la vinchuca defeca y deposita el parásito en la persona (esta se rasca e ingresa a la sangre) sino también por vía oral o digestiva mediante alimentos contaminados y a través de sangre contaminada transfundida. La gente del campo suele dejar pan o comida sobre la mesa, la vinchuca camina, defeca y luego los habitantes ingieren ese alimento contaminado sin darse cuenta, detalló Sosa.
El doctor Nicasio Herrera fue invitado hace tres años a disertar como experto internacional en Barcelona, área no endémica donde se detectaron casos por la globalización y la migración.
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