EEUU impone nuevas trabas al ingreso del limón tucumano

EEUU impone nuevas trabas al ingreso del limón tucumano

Exigen análisis de laboratorio sobre una enfermedad que no existe en la región. La citricultura no está dispuesta a conceder medidas fuera de lo razonable. Resultado del lobby de California

EFECTO. Los citricultores temen que el planteo de EEUU genere un precedente en el resto de los mercados. LA GACETA / ARCHIVO EFECTO. Los citricultores temen que el planteo de EEUU genere un precedente en el resto de los mercados. LA GACETA / ARCHIVO
24 Febrero 2010
Hasta hace pocos meses, el reingreso del limón tucumano a Estados Unidos parecía un hecho, cosa de un mero trámite. Sin embargo, las autoridades sanitarias de ese país trasladaron nuevas exigencias a sus pares de la Argentina, que hacen virtualmente imposible la exportación de la fruta a ese país.

En una reunión realizada en la Casa de Gobierno, la gerente general del Senasa, Diana Guillén, transmitió las novedades a funcionarios de la Provincia y a la comisión directiva de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC). Participaron del encuentro el ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Gassenbauer; el secretario del área, Jorge Feijóo, y el presidente de la ATC, Roberto Sánchez Loria.

"Estamos trabajando con el Gobierno tucumano y con el sector privado en una estrategia de negociación de apertura del mercado norteamericano a los cítricos argentinos", dijo Guillén a LA GACETA. Reveló que Estados Unidos planteó nuevas exigencias "que resultan desproporcionadas, a nuestro criterio". Entre tales demandas, se destacan registros de todas las unidades productoras, monitoreos con análisis de laboratorio de todas las unidades antes del inicio de la cosecha, monitoreo de todas las plantas que muestren síntomas de CVC (Clorosis Variegada de los Citrus), recolección de vectores de esa enfermedad para determinar si contienen la bacteria, y exportar a estados que no sean productores de cítricos.

Guillén dejó en claro que ningún país regula la plaga de CVC en frutas de consumo porque no hay constancia de que los frutos sean vía de entrada de la enfermedad. "No tenemos capacidad estructural para realizar los análisis de laboratorio que nos exigen. Además, hace poco habíamos acordado reglas, y ahora las cambian. Van tres veces que convenimos, y nos salen con exigencias mayores", se quejó la funcionaria. "No es una posición técnica coherente, y si hacemos lugar a estos pedidos, otros mercados también nos podrían exigir lo mismo", remató.

Por su parte, Sánchez Loria admitió que el surgimiento de nuevas exigencias era previsible. "En el plano fitosanitario no les quedan argumentos contra la fruta argentina, y plantean estas restricciones como una forma de meter presión. Esta enfermedad no está presente en el NOA", indicó. Recordó que los productores de California que en 2000 iniciaron acciones judiciales para impedir la entrada de la fruta argentina a Estados Unidos "son los mismos ahora, y sabemos que ejercen una fuerte presión en contra nuestra".

Sánchez Loria hizo hincapié en que la salida a esta situación es trabajar en todos los frentes posibles. "No estamos dispuestos a conceder nada que esté fuera de lo racional", advirtió.

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