19 Febrero 2010
CASI IGUALES. Arriba, el carnet de manejo legal. Abajo, el falso. LA GACETA / ARCHIVO
"Mamá, necesito $ 150 para sacar el carnet de manejo", pidió un joven tucumano a su madre, y al día siguiente ya tenía su flamante licencia de conducir, y en la puerta de su casa. Sólo faltaba plastificarlo y salir a manejar tranquilo. La mujer, sorprendida por la agilidad de un trámite que suele demorar días, informó el caso a LA GACETA.
"Son igualitos, a simple vista no se ve ninguna diferencia, pero los datos son todos erróneos. A mi hijo le figura que no tiene obra social, cuando sí la tiene. Además, figura como renovación y es la primera vez que lo saca", denunció la lectora -que pidió que su nombre se mantenga en reserva- con el carnet exprés en la mano.
No hizo la cola desde las siete de la mañana ni le tomaron el examen de manejo. Ni tuvo que pasar por las revisaciones médica, psicológica y oftalmológica. Para obtener su licencia de conducir le fue suficiente levantar el teléfono, acordar el encuentro con el falsificador, darle una seña, cruzarse de brazos y esperar. Como por arte de magia, al día siguiente el documento estuvo en su casa.
Sorprendido
El subinterventor de la dirección de Tránsito, Luis Alonso Mendilaharzu, se sorprendió ante la consulta de LA GACETA. "No tenía noticias del asunto, me estoy desayunando con esta novedad", dijo el funcionario y adelantó que inmediatamente se dispondrá una investigación interna para descubrir si el falsificador trabaja o tiene algún tipo de vínculo con la repartición. "Se tomarán todas la medidas para determinar cómo llegaron a falsificarlos", dijo Alonso Mendilaharzu.
El carnet de manejo que actualmente emite la Municipalidad capitalina está confeccionado con ciertas medidas de seguridad como la impresión de una trama especial de fondo y las firmas y sellos de las autoridades responsables de la repartición.
"De todos modos, las medidas de seguridad nunca son suficientes", reconoció el funcionario, y aceptó que las licencias no están impresas sobre papel especial y que tampoco cuentan con un holograma, elementos que disminuyen las posibilidades de falsificación. "Lo que sucede es que aún estamos esperando las pautas de seguridad que vendrán desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial para los nuevos carnets de manejo, que serán iguales en todo el país", se excusó Alonso Mendilaharzu, refiriéndose a la unificación de las licencias que establece la vigente Ley nacional de Tránsito.
Trámite complejo
"Todos los amigos de mi hijo tienen el carnet trucho. Cuando le pregunté por qué lo hacía me dijo que para evitar la demora y todos los trámites que exigen en la Municipalidad", contó la lectora que denunció la falsificación de las licencias de conducir.
Prácticamente no hay diferencia en el precio de los carnets originales y los truchos. La Municipalidad capitalina cobra $ 10 por trámites administrativos y $ 30 por cada año de vigencia del permiso. "A mi hijo le cobraron $ 150 y es por cuatro años, pero la fecha de emisión también es falsa ya que figura como que lo sacó el año pasado y en realidad lo hizo hace un par de semanas", dijo la denunciante.
Por una vigencia de cuatro años el carnet original cuesta $ 20 menos.
"Son igualitos, a simple vista no se ve ninguna diferencia, pero los datos son todos erróneos. A mi hijo le figura que no tiene obra social, cuando sí la tiene. Además, figura como renovación y es la primera vez que lo saca", denunció la lectora -que pidió que su nombre se mantenga en reserva- con el carnet exprés en la mano.
No hizo la cola desde las siete de la mañana ni le tomaron el examen de manejo. Ni tuvo que pasar por las revisaciones médica, psicológica y oftalmológica. Para obtener su licencia de conducir le fue suficiente levantar el teléfono, acordar el encuentro con el falsificador, darle una seña, cruzarse de brazos y esperar. Como por arte de magia, al día siguiente el documento estuvo en su casa.
Sorprendido
El subinterventor de la dirección de Tránsito, Luis Alonso Mendilaharzu, se sorprendió ante la consulta de LA GACETA. "No tenía noticias del asunto, me estoy desayunando con esta novedad", dijo el funcionario y adelantó que inmediatamente se dispondrá una investigación interna para descubrir si el falsificador trabaja o tiene algún tipo de vínculo con la repartición. "Se tomarán todas la medidas para determinar cómo llegaron a falsificarlos", dijo Alonso Mendilaharzu.
El carnet de manejo que actualmente emite la Municipalidad capitalina está confeccionado con ciertas medidas de seguridad como la impresión de una trama especial de fondo y las firmas y sellos de las autoridades responsables de la repartición.
"De todos modos, las medidas de seguridad nunca son suficientes", reconoció el funcionario, y aceptó que las licencias no están impresas sobre papel especial y que tampoco cuentan con un holograma, elementos que disminuyen las posibilidades de falsificación. "Lo que sucede es que aún estamos esperando las pautas de seguridad que vendrán desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial para los nuevos carnets de manejo, que serán iguales en todo el país", se excusó Alonso Mendilaharzu, refiriéndose a la unificación de las licencias que establece la vigente Ley nacional de Tránsito.
Trámite complejo
"Todos los amigos de mi hijo tienen el carnet trucho. Cuando le pregunté por qué lo hacía me dijo que para evitar la demora y todos los trámites que exigen en la Municipalidad", contó la lectora que denunció la falsificación de las licencias de conducir.
Prácticamente no hay diferencia en el precio de los carnets originales y los truchos. La Municipalidad capitalina cobra $ 10 por trámites administrativos y $ 30 por cada año de vigencia del permiso. "A mi hijo le cobraron $ 150 y es por cuatro años, pero la fecha de emisión también es falsa ya que figura como que lo sacó el año pasado y en realidad lo hizo hace un par de semanas", dijo la denunciante.
Por una vigencia de cuatro años el carnet original cuesta $ 20 menos.
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