12 Febrero 2010
ARENGA. El presidente iraní habla ante una multitud en su país. REUTERS
TEHERAN.- Ante cientos de miles de personas reunidas en Teherán para una manifestación en la que se impidió participar a los jefes de la oposición, el presidente Mahmud Ahmadinejad aprovechó ayer el trigésimo primer aniversario de la Revolución Islámica para anunciar con orgullo que el país ya logró enriquecer uranio a un 20%. La muchedumbre se concentró en la gran plaza Azadi (Libertad) agitando banderas y pancartas que proclamaban "Muerte a Israel" y "Muerte a Estados Unidos".
"Ya tenemos el conocimiento técnico necesario, por lo que podemos enriquecer nuestro uranio a hasta un 80%", declaró Ahmadinejad. "Pero ni ese nivel de enriquecimiento ni la construcción de una bomba son objetivos de Irán", añadió.
A pocos kilómetros de la plaza donde se celebraba esta fecha, miles de opositores al régimen protestaban contra Ahmadinejad al grito de "muerte al dictador". La policía lanzó gases lacrimógenos y disparos al aire para impedir que los detractores del presidente participaran del acto oficial. Al menos 30 de ellos fueron detenidos, dijeron líderes de la oposición a través de blogs, dado el bloqueo impuesto a la prensa.
Con este doble escenario desplegado en la capital iraní, muchos observadores ven en el anuncio nuclear de Ahmadinejad, aún no confirmado por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), una simple maniobra para intentar ocultar las protestas. "La prensa mundial se concentró más en el anuncio atómico que en los disturbios", comentó un periodista extranjero en Teherán. Con todo, la represión policial no parece haber alcanzado la gravedad de la que tuvo lugar en diciembre, cuando murieron al menos ocho manifestantes.
Pretexto
El mandatario insistió en que la presión internacional no impedirá que Irán siga enriqueciendo uranio. "Ningún país del mundo puede impedirlo", advirtió. Según Ahmadinejad, la disputa nuclear no es más que un pretexto de los que quieren el dominio de la región. "Eso no lo permitiremos jamás", dijo. Según un diplomático árabe, si Irán reconociera a Israel como Estado soberano y dejara de apoyar a las milicias antiisraelíes, se visualizaría alguna vía de solución. (DPA-Reuters)
"Ya tenemos el conocimiento técnico necesario, por lo que podemos enriquecer nuestro uranio a hasta un 80%", declaró Ahmadinejad. "Pero ni ese nivel de enriquecimiento ni la construcción de una bomba son objetivos de Irán", añadió.
A pocos kilómetros de la plaza donde se celebraba esta fecha, miles de opositores al régimen protestaban contra Ahmadinejad al grito de "muerte al dictador". La policía lanzó gases lacrimógenos y disparos al aire para impedir que los detractores del presidente participaran del acto oficial. Al menos 30 de ellos fueron detenidos, dijeron líderes de la oposición a través de blogs, dado el bloqueo impuesto a la prensa.
Con este doble escenario desplegado en la capital iraní, muchos observadores ven en el anuncio nuclear de Ahmadinejad, aún no confirmado por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), una simple maniobra para intentar ocultar las protestas. "La prensa mundial se concentró más en el anuncio atómico que en los disturbios", comentó un periodista extranjero en Teherán. Con todo, la represión policial no parece haber alcanzado la gravedad de la que tuvo lugar en diciembre, cuando murieron al menos ocho manifestantes.
Pretexto
El mandatario insistió en que la presión internacional no impedirá que Irán siga enriqueciendo uranio. "Ningún país del mundo puede impedirlo", advirtió. Según Ahmadinejad, la disputa nuclear no es más que un pretexto de los que quieren el dominio de la región. "Eso no lo permitiremos jamás", dijo. Según un diplomático árabe, si Irán reconociera a Israel como Estado soberano y dejara de apoyar a las milicias antiisraelíes, se visualizaría alguna vía de solución. (DPA-Reuters)
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