Por Magena Valentié
10 Febrero 2010
La noticia puede significar poco o nada en la vida individual de la mayoría de los tucumanos, pero no para la Provincia. Aerolíneas Argentinas quitará un vuelo diario al trayecto Buenos Aires-Tucumán, a partir de mediados de marzo. Si no fuera por la mención de que a Salta, por el contrario, se le aumentará un servicio más con ese destino, no resaltaría tanto el amargo contraste. Para las empresas esto no es más que el resultado del natural juego de la oferta y la demanda. Pero cuando se piensa en Tucumán como el tradicional "polo del Noroeste Argentino" duele aquello de que "la única verdad es la realidad".
Las comparaciones siempre fueron odiosas, y más en este caso, cuando Tucumán vio a Salta florecer y dar buenos frutos en materia de turismo, después de un duro trabajo. La decisión de impulsar el desarrollo de la industria sin humo como política de Estado, hace ya varios años, le dio buenos resultados. Por eso es natural que desde 2005, Salta haya duplicado la cantidad de pasajeros (557.417 en 2009) que circula por el aeropuerto local, según el Ministerio de Turismo salteño. No es el caso de Tucumán, que de acuerdo con cifras oficiales registró un movimiento diametralmente opuesto. "En 1998 más de 462.000 personas pasaron por el aeropuerto tucumano; y ya en 2005, esa cifra descendía a 254.000. En junio de 2007, eran apenas 17.900 las personas que se embarcaban en Cevil Pozo, contra las 28.500 que circularon el mismo mes por el aeropuerto de Salta" (LA GACETA, 30/10/07).
Por eso la pregunta no es por qué a Tucumán le quitarán un vuelo sino qué pasa que en la provincia no se está viajando tanto como se espera, en virtud de su movimiento comercial, empresarial y profesional. Es claro que en Salta el turismo obliga a una mayor frecuencia en los vuelos. Pero no que en Tucumán haga falta reducirlos. El frío lenguaje de los números dice que la tierra de Güemes necesitará 55 vuelos semanales hacia la Capital Federal para dar respuesta a sus necesidades, mientras que Tucumán, que tenía 40, andará bien con 35. Esto es lo que se lee de las nuevas medidas adoptadas.
Interrogantes
Quedan muchas preguntas sin contestar. En primer lugar, la propia empresa no dio explicaciones. La noticia surgió de su página web. Apenas se balbuceó que se trata de una reforma con vistas a propiciar vuelos regionales internacionales desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery. Pero también la explicación de que Tucumán sea la válvula de ajuste para estas modificaciones cae mal.
Las respuestas que ensayaron las autoridades locales tampoco son convincentes. "Todavía no se sabe cómo va a ser la reestructuración. Pero no nos preocupa; sabemos que desde el 15 de marzo va a haber una mejora importante para los pasajeros tucumanos: aquellos que viajen a destinos internacionales de la región no tendrán que ir a Ezeiza a tomar el avión sino que lo podrán hacer directamente en aeroparque, lo cual es mucho más cómodo", explicó Sebastián Giobellina, vicepresidente del organismo. La respuesta no responde a la pregunta. Además para viajar el exterior, poco puede importarte a un tucumano trasladarse o no hasta Ezeiza si lo mismo tiene que viajar a Buenos Aires. Tal vez hasta resulte más cómodo ir hasta Salta para algunos vuelos directos.
La respuesta del directivo de la Cámara del Turismo de Tucumán Samuel Levy, se aproxima un poco más: "el vuelo que desaparecerá nunca anduvo muy bien. Debido al horario, no les sirve ni a los pasajeros corporativos ni a aquellos que viajan al exterior, porque llegan a Buenos Aires al atardecer y ya no hay tiempo de nada". Pero igualmente no sugiere qué hacer a partir del mes próximo, en caso de tener que viajar a Buenos Aires con urgencia, después de las 8.30, cuando sale el segundo vuelo de Aerolíneas Argentinas (el primero parte a las 8) y antes de las 20.45, el último. Quedaría como única alternativa, a partir de esa fecha, el vuelo por LAN a las 18.25. Al mediodía no hay posibilidades de salir por aire hacia Buenos Aires, salvo, claro está, que se viaje a Salta, donde tendrá siete horarios alternativos para ir a la Capital del país.
Además de disminuir un vuelo también habrá menos capacidad para llevar pasajeros por el tipo de avión que se usará, según lo advierte un blogspot aeropuerto tucumán. "En la actualidad opera de manera diaria un B737-500 (100 asientos) y 3 MD88 (140 asientos), dando una disponibilidad de 520 asientos por día. En lo sucesivo volará un MD88 (140 asientos) y dos Boeing 737-500 (100 asientos), por lo que se reducirán a 340 los asientos por día".
La primera dama tucumana y senadora nacional anunció que hará gestiones para sumar un vuelo más, pero por la mañana, desde otra línea aérea (Austral). Sin embargo, el bache existe y por lo visto nadie quiere cubrirlo. Si hay pocos pasajeros, no es negocio. Esta es una realidad económica que no podemos cambiar. Pero sí podemos plantear estrategias a nivel nacional para mejorar las políticas de turismo y de comunicaciones aéreas para que Tucumán vuelva a enorgullecerse de ser el polo del Noroeste Argentino, pero con razón.
Las comparaciones siempre fueron odiosas, y más en este caso, cuando Tucumán vio a Salta florecer y dar buenos frutos en materia de turismo, después de un duro trabajo. La decisión de impulsar el desarrollo de la industria sin humo como política de Estado, hace ya varios años, le dio buenos resultados. Por eso es natural que desde 2005, Salta haya duplicado la cantidad de pasajeros (557.417 en 2009) que circula por el aeropuerto local, según el Ministerio de Turismo salteño. No es el caso de Tucumán, que de acuerdo con cifras oficiales registró un movimiento diametralmente opuesto. "En 1998 más de 462.000 personas pasaron por el aeropuerto tucumano; y ya en 2005, esa cifra descendía a 254.000. En junio de 2007, eran apenas 17.900 las personas que se embarcaban en Cevil Pozo, contra las 28.500 que circularon el mismo mes por el aeropuerto de Salta" (LA GACETA, 30/10/07).
Por eso la pregunta no es por qué a Tucumán le quitarán un vuelo sino qué pasa que en la provincia no se está viajando tanto como se espera, en virtud de su movimiento comercial, empresarial y profesional. Es claro que en Salta el turismo obliga a una mayor frecuencia en los vuelos. Pero no que en Tucumán haga falta reducirlos. El frío lenguaje de los números dice que la tierra de Güemes necesitará 55 vuelos semanales hacia la Capital Federal para dar respuesta a sus necesidades, mientras que Tucumán, que tenía 40, andará bien con 35. Esto es lo que se lee de las nuevas medidas adoptadas.
Interrogantes
Quedan muchas preguntas sin contestar. En primer lugar, la propia empresa no dio explicaciones. La noticia surgió de su página web. Apenas se balbuceó que se trata de una reforma con vistas a propiciar vuelos regionales internacionales desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery. Pero también la explicación de que Tucumán sea la válvula de ajuste para estas modificaciones cae mal.
Las respuestas que ensayaron las autoridades locales tampoco son convincentes. "Todavía no se sabe cómo va a ser la reestructuración. Pero no nos preocupa; sabemos que desde el 15 de marzo va a haber una mejora importante para los pasajeros tucumanos: aquellos que viajen a destinos internacionales de la región no tendrán que ir a Ezeiza a tomar el avión sino que lo podrán hacer directamente en aeroparque, lo cual es mucho más cómodo", explicó Sebastián Giobellina, vicepresidente del organismo. La respuesta no responde a la pregunta. Además para viajar el exterior, poco puede importarte a un tucumano trasladarse o no hasta Ezeiza si lo mismo tiene que viajar a Buenos Aires. Tal vez hasta resulte más cómodo ir hasta Salta para algunos vuelos directos.
La respuesta del directivo de la Cámara del Turismo de Tucumán Samuel Levy, se aproxima un poco más: "el vuelo que desaparecerá nunca anduvo muy bien. Debido al horario, no les sirve ni a los pasajeros corporativos ni a aquellos que viajan al exterior, porque llegan a Buenos Aires al atardecer y ya no hay tiempo de nada". Pero igualmente no sugiere qué hacer a partir del mes próximo, en caso de tener que viajar a Buenos Aires con urgencia, después de las 8.30, cuando sale el segundo vuelo de Aerolíneas Argentinas (el primero parte a las 8) y antes de las 20.45, el último. Quedaría como única alternativa, a partir de esa fecha, el vuelo por LAN a las 18.25. Al mediodía no hay posibilidades de salir por aire hacia Buenos Aires, salvo, claro está, que se viaje a Salta, donde tendrá siete horarios alternativos para ir a la Capital del país.
Además de disminuir un vuelo también habrá menos capacidad para llevar pasajeros por el tipo de avión que se usará, según lo advierte un blogspot aeropuerto tucumán. "En la actualidad opera de manera diaria un B737-500 (100 asientos) y 3 MD88 (140 asientos), dando una disponibilidad de 520 asientos por día. En lo sucesivo volará un MD88 (140 asientos) y dos Boeing 737-500 (100 asientos), por lo que se reducirán a 340 los asientos por día".
La primera dama tucumana y senadora nacional anunció que hará gestiones para sumar un vuelo más, pero por la mañana, desde otra línea aérea (Austral). Sin embargo, el bache existe y por lo visto nadie quiere cubrirlo. Si hay pocos pasajeros, no es negocio. Esta es una realidad económica que no podemos cambiar. Pero sí podemos plantear estrategias a nivel nacional para mejorar las políticas de turismo y de comunicaciones aéreas para que Tucumán vuelva a enorgullecerse de ser el polo del Noroeste Argentino, pero con razón.
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