19 Enero 2010
A SU JUEGO LO LLAMARON. Diego compartió un momento con jóvenes y chicos; firmó autógrafo, hizo jueguitos con el balón y saludó a los sudafricanos. REUTERS
Faltan casi cinco meses para que comience el Mundial, pero Diego Maradona ya empezó a palpitar lo que será Sudáfrica 2010. El entrenador de la Selección llegó a Pretoria, donde se concentrará la delegación argentina, y su presencia alteró a los habitantes de esa ciudad. Una maraña de aficionados y de periodistas rodearon a la comitiva cuando llegó al aeropuerto de Johannesburgo y la policía tuvo que formar un cordón para permitir que se suban a la combi que lo trasladó.
Maradona lanzó un "gracias, Sudáfrica" y luego, en un breve contacto con los periodistas, consideró que si bien Argentina no es uno de los favoritos a ganar el Mundial, no pierde la esperanza de terminar con una sequía de 24 años sin ganar la Copa. El último éxito lo consiguió la albiceleste en México 86, con Diego en su esplendor futbolístico.
Luciendo gafas de sol oscuras, el técnico llegó el Centro de Alto Rendimiento (HPC) de Pretoria. "Es un placer recibir la visita de Maradona. Estamos seguros de que las instalaciones le gustarán", señaló Roby Sutcliffe, responsable del lugar.
Los responsables del HPC, lugar elegido por Carlos Bilardo, ahora esperwn que Maradona dé el visto bueno definitivo y se decida por las dos opciones disponibles: una remodelación amplia de habitaciones o unas reformas menos ambiciosas que le costarían menos a la AFA. Diego se mostró conforme con lo visto, pero pidió ampliar su habitación.
El técnico desestimó las preocupaciones por la seguridad durante el Mundial. "No tenemos nada de qué quejarnos", señaló.
Maradona lanzó un "gracias, Sudáfrica" y luego, en un breve contacto con los periodistas, consideró que si bien Argentina no es uno de los favoritos a ganar el Mundial, no pierde la esperanza de terminar con una sequía de 24 años sin ganar la Copa. El último éxito lo consiguió la albiceleste en México 86, con Diego en su esplendor futbolístico.
Luciendo gafas de sol oscuras, el técnico llegó el Centro de Alto Rendimiento (HPC) de Pretoria. "Es un placer recibir la visita de Maradona. Estamos seguros de que las instalaciones le gustarán", señaló Roby Sutcliffe, responsable del lugar.
Los responsables del HPC, lugar elegido por Carlos Bilardo, ahora esperwn que Maradona dé el visto bueno definitivo y se decida por las dos opciones disponibles: una remodelación amplia de habitaciones o unas reformas menos ambiciosas que le costarían menos a la AFA. Diego se mostró conforme con lo visto, pero pidió ampliar su habitación.
El técnico desestimó las preocupaciones por la seguridad durante el Mundial. "No tenemos nada de qué quejarnos", señaló.
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