Regresaron con la sal de las aguas del Pacífico en la piel

Aparecieron por la puerta de arribos con una sonrisa que les daba vueltas la cara y con ese color que sólo se obtiene a la orilla del mar. Venían de punta en blanco, ni siquiera traían la ropa arrugada, aunque bien podrían haberse dejado puesto el traje de baño. Es que, dos horas antes, habían estado en las templadas playas de Iquique disfrutando del verano y ahora, como por arte de magia, estaban de nuevo en Tucumán.
Ayer a la tarde volvieron los tucumanos que aprovecharon el regreso de los vuelos charter a la provincia, un servicio que hace muchos años no se ofrecía y que abre la posibilidad de estar en dos horas en las playas chilenas.
"Lo más atractivo del vuelo charter es, sin dudas, el punto a punto. No es necesario viajar hasta Buenos Aires o Córdoba para tomar el avión; sólo hay una escala en Salta. No es la primera vez que uso este servicio y me alegro mucho de que esté disponible en Tucumán", le contó Sara Galindo a LA GACETA en el hall del aeropuerto.
"Los vuelos a Iquique se dejaron de hacer hace mucho tiempo. Hubo un momento en el que salir al extranjero estaba carísimo. Ahora se dio la oportunidad de retomarlos, explicó Joaquín Caso, gerente general de una empresa de turismo salteña que opera estos paquetes.
"Nosotros nos decidimos principalmente por el bebé, Bautista; un viaje en ómnibus sería imposible con él", explicó Cecilia Lagarrigue; y su esposo, Ezequiel Sassi, aseguró que pasaron unas vacaciones espectaculares: "además de la playa, Iquique tiene muchísimos atractivos, como las excursiones a la salitrera, los geoglifos y las aguas termales, entre muchos otros. Vimos también que se estaban preparando espectáculos, porque ahí la temporada fuerte empieza el 15 de enero". Los viajeros destacaron también las cualidades gastronómicas de Iquique: "una cena de mariscos sale alrededor de $60, las porciones son abundantes y los frutos del mar son siempre frescos. Tranquilamente podés darte un atracón", comentó entre risas Sassi.
El avión que hizo este primer viaje tiene una capacidad para 109 pasajeros y, según confirmó la comisaria de a bordo, María Belén Garro, viajaron 91 ocupantes, aunque solamente cinco son tucumanos y el resto, salteños. "Es una pena que hayamos sido tan pocos porque corremos el riesgo de que se deje de ofrecer el servicio en la provincia. Deberían promocionarlo más y la gente animarse a utilizarlo", lamentó Galindo.
El empresario Caso tiene un objetivo un poco particular: "yo quiero que el hombre del norte salga de con el traje de baño puesto y llegue en segundos a la playa con su tabla de surf", dijo.