"Boogie, el aceitoso" debuta en los cines tucumanos

Prófugo de nacimiento y asesino a sueldo. Boogie sigue sus propias reglas y odia a todos los seres humanos; es machista y sádico en esta historia de temática, música y estética dirigida al público adolescente y adulto. Un humor duro y sin concesiones en el que la falta de escrúpulos del protagonista va acompañada de una saludable dosis de estupidez, necesaria para interpretar que esta historia constituye una mirada irónica a este tipo de personaje. "Boogie el aceitoso" es una tira cómica de Roberto Fontanarrosa, de los años 70, en la que se critica seriamente la mentalidad mercenaria. El inolvidable humorista rosarino hace chistes negros del homicidio, el asesinato, el racismo, el machismo y el armamentismo, por medio de la figura de un asesino sin corazón que parece sentir absoluto desprecio por todo y todos.
En el filme, "Boogie el aceitoso" es el mejor asesino a sueldo de la ciudad, por lo menos, es lo que él cree. Cuando el mafioso más importante necesita eliminar a un testigo, sin embargo, le encarga el trabajo a Blackburn, quien de a poco está desplazando a Boogie. Cuando Boogie se entera de esta situación sale a demostrar que él sigue siendo el número uno, para lo que no tendrá prurito para enfrentarse a quien se le cruce en el camino, sin disimular el odio a su competidor. Esta producción de animación (con voces de Pablo Echarri y Nancy Dupláa) está a cargo de Illusion Studios. La insolencia, lo escatológico y la violencia explícita hacen que el filme sea sólo apto para adultos; se sabe que si bien es un personaje agresivo, marginal, de ideología reaccionaria, su logro está en el humor de resolución que le puso siempre el desaparecido Fontanarrosa.