Premian la foto de un paisaje que está entre el día y la noche

"El árbol", una fotografía directa de Mauricio Asial, obtuvo el primer premio del Salón Tucumán para el Ambito Nacional que se inaugurará el viernes a las 20.30 en el Museo Timoteo Navarro.
El salón, organizado por el Ente Cultural, tuvo en esta oportunidad como jurados a Juan Travnik, Julio Pantoja y Carlos Caro.
En las competencias anteriores las disciplinas en juego fueron pintura, dibujo y grabado. Para este año se recepcionaron 261 obras de 68 participantes de Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Jujuy, Tucumán y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El segundo premio fue para la fotografía digital de Diego Aráoz. La primera mención fue para el daguerrotipo "Identikit 03" de Carlos darío Albornoz; la segunda para el negativo intervenido de la serie "Pater", de Gabriel Varsanyi; y la tercera para la obra de Federico Igea (Buenos Aires). Además el jurado otorgó una mención especial para la obra "Game Over", de Javier Juárez.
Travnik describió de este modo el primer premio: "es un paisaje con un árbol centrado, sacado con una luz seguramente de luna llena, de noche, con un tiempo de exposición muy largo. Esto, para quien no maneja la técnica, sería convertir una imagen sacada en plena noche como si fuera de día. Uno puede ver el efecto de lo nocturno, más que en el clima ilumínico de la escena, en la trayectoria que tienen las estrellas del cielo que se han convertido en líneas con el tiempo de exposición largo; se han desplazado y han formado desde un punto una línea en la película. Ese efecto le crea una ambigüedad muy particular a la imagen. Uno no termina de entender qué es lo que está viendo, si es un paisaje imaginario, si es un registro de día; uno no termina de captar qué es. Además, es una imagen que tiene una composición visual muy armónica, y por otro lado, desde el punto de vista de la factura técnica, está muy bien hecho".

-¿Fue difícil hacer la selección de esta muestra? ¿Qué es lo que encontraste?
-Hemos visto una diversidad de caminos muy grandes, desde propuestas absolutamente conceptuales hasta otras que están más entroncadas con una forma de fotografía, o del uso de fotografía más tradicional a través del registro de los momentos fugaces. Hay algunos trabajos con técnicas fuera de uso normal como los daguerrotipos de Darío Albornoz; propuestas más vinculadas con la forma, como las de Cayetano Arcidiácono, un fotógrafo mendocino de gran trayectoria. Hubo planteos muy conceptuales de jóvenes tucumanos muy interesantes. Me encontré con una gran participación, sobre todo de los colegas locales.

-¿Cómo viven los fotógrafos profesionales este momento de la explosión de la imagen, donde en cada esquina hay como 30 fotógrafos?
-A un escritor también se le puede plantear lo mismo; todos tienen computadora, internet, todo el mundo puede escribir, pero de ahí a que haya grandes novelistas y poetas o narradores? Nada, son herramientas para registros familiares, que de alguna manera van planteando algún otro tipo de situaciones. Si uno hace un análisis un poco más detallado y trata de ver qué es lo que pasa con la visión, no sólo con la imagen del fotógrafo, indudablemente esta nueva forma de la imagen, la de la captura digital, ha podido avanzar porque la sociedad ha estado madura para aceptarla. Desde el punto de vista de la visión, creo que implica una modificación muy grande y seguramente estamos mucho más cerca de tener nuevos paradigmas en cuanto a la visión.