01 Noviembre 2009
La suspensión de los límites del gasto y del endeudamiento público es una de las aristas de la nueva relación Nación-provincias. La otra, más política, está dada por el esquema de refinanciaciones y de ayudas para abonar los vencimientos de la deuda que brindará la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a los gobernadores.
El proyecto de Presupuesto nacional 2010 contempla una partida estimada en $ 11.870 millones para el Programa de Asistencia Financiera (PAF), con el que la Nación contribuye -con créditos- a abonar hasta el 80% de los vencimientos de las deudas provinciales. Esa partida, casi el doble de la prevista para este año, contendría el financiamiento que la Casa Rosada le daría a las provincias deficitarias.
Se estima que este año cinco distritos -entre ellos Buenos Aires y Tucumán- cerrarán el acuerdo por el PAF. El resto deberá gestionarlo hacia marzo del año que viene. La refinanciación de deuda será acotada en 2010, pero puede definirse en 2011, previo a las elecciones presidenciales. Hay varios gobernadores que necesitan ese desahogo para poder terminar -también- sin grandes contratiempos fiscales que pongan en riesgo su futuro político.
En el caso de Tucumán, el gobernador José Alperovich necesitará que el Gobierno nacional le otorgue un préstamo superior a los $ 500 millones, en el marco del Plan de Asistencia Financiera 2010. El esquema de obligaciones de la provincia con sus acreedores es el siguiente:
Unos $ 514 millones representan los vencimientos de capital previstos para 2010.
Otros $ 130 millones corresponden al pago de intereses por un endeudamiento global que supera los $ 4.500 millones.
Según el Gobierno, el fuerte incremento de las obligaciones responde a un hecho concreto: la provincia debe abonar poco más de $ 100 millones por los vencimientos de un título emitido para sacar de circulación los Bocade.
El proyecto de Presupuesto nacional 2010 contempla una partida estimada en $ 11.870 millones para el Programa de Asistencia Financiera (PAF), con el que la Nación contribuye -con créditos- a abonar hasta el 80% de los vencimientos de las deudas provinciales. Esa partida, casi el doble de la prevista para este año, contendría el financiamiento que la Casa Rosada le daría a las provincias deficitarias.
Se estima que este año cinco distritos -entre ellos Buenos Aires y Tucumán- cerrarán el acuerdo por el PAF. El resto deberá gestionarlo hacia marzo del año que viene. La refinanciación de deuda será acotada en 2010, pero puede definirse en 2011, previo a las elecciones presidenciales. Hay varios gobernadores que necesitan ese desahogo para poder terminar -también- sin grandes contratiempos fiscales que pongan en riesgo su futuro político.
En el caso de Tucumán, el gobernador José Alperovich necesitará que el Gobierno nacional le otorgue un préstamo superior a los $ 500 millones, en el marco del Plan de Asistencia Financiera 2010. El esquema de obligaciones de la provincia con sus acreedores es el siguiente:
Unos $ 514 millones representan los vencimientos de capital previstos para 2010.
Otros $ 130 millones corresponden al pago de intereses por un endeudamiento global que supera los $ 4.500 millones.
Según el Gobierno, el fuerte incremento de las obligaciones responde a un hecho concreto: la provincia debe abonar poco más de $ 100 millones por los vencimientos de un título emitido para sacar de circulación los Bocade.
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