Como un hechicero, Arjona dejó a las fans ebrias de romance

Como un hechicero, Arjona dejó a las fans ebrias de romance

El guatemalteco provocó más suspiros que respiros en Central Córdoba .

DIALOGO. El sello del show de Arjona fue, sin duda, la empatía con la platea. DIALOGO. El sello del show de Arjona fue, sin duda, la empatía con la platea.
29 Octubre 2009
El despliegue de galantería arriba del escenario le pareció abundante por demás. Embobada por ese derroche de ternura envasada en canciones, una joven meneó la cabeza y se puso seria. "¿Por qué es tan hermoso?", gritó, como protestando, a una amiga que le sonreía a su lado. "No, en serio, ¡no puede ser tan hermoso! Incluso así, todo transpirado y sin afeitarse", insistió, con el entrecejo fruncido por la emoción.
La impresión de la muchacha encontró eco en las miles de personas que asistieron el martes al recital de Ricardo Arjona, en el club Central Córdoba. Especialmente en las mujeres, por supuesto. Como si esos cientos de corazones necesitaran ser seducidos (algunos vinieron desde Salta, Jujuy y Santiago del Estero), el guatemalteco armó un show para conquistar. Llenó el estadio de éxitos -muy pocas canciones no sonaron aún en las radios- y, cada tanto, improvisó diálogos embebidos de romanticismo. El sello del espectáculo fue, sin dudas, la empatía con el público. "Hay una enfermedad de la que todos se contagian y de la que ningún periódico habla: el mal de amores. Cuando a uno le agarra eso, le da por encerrarse, por extrañar y por mantener la esperanza de que a la otra persona le esté sucediendo lo mismo, ¿no es así?", inquirió Arjona, ante un mar de cabezas que asentían, cómplices. Con esas palabras, preparó el terreno para entonar "Te conozco". La ovación que lo festejó demostró que su mensaje surtió efecto.

Golpe de efecto
Todavía con el gentío endulzado por los acordes del tema, Arjona propinó otro importante golpe de efecto: señaló a una mujer que le agitaba los brazos desde el extremo contrario del club y la invitó a acompañarlo en el escenario. Eufórica, ella se abrió paso entre los grupos de chicas que no disimulaban su envidia y se lanzó a los brazos del cantante. Fue la oportunidad para que él volviera a poner en escena su calidad de hechicero: siempre sonriente, le susurró algo al oído, la tomó de la mano y la sentó en una banqueta. "Señora de las cuatro décadas?", comenzó y, otra vez, se metió a la multitud en el bolsillo.  
El guatemalteco provocó más suspiros que respiros. "Hagan conmigo lo que quieran", había dicho al principio del show, en referencia a que cantaría todo lo que le pidiesen, pero luego esa disposición se fue invirtiendo, cuando los hilos de sus más conocidas composiciones movieron a la multitud cual muñecos de trapo. La seguidilla de "Cómo duele", "A ti" y "Cuando" fue rabiosamente coreada, pero no motivó tanto fervor como "Minutos" (la cantó con karaoke), "Tarde" (introdujo un solo de violín que erizó la piel) o "Pingüinos en la cama" (con nieve artificial incluida, que caía sobre los músicos).
"Mujeres" trajo el cierre del telón -antes había amagado con irse dos veces- y las reverencias de aquellas de las que el tema habla. Arjona desapareció tras una de las puertas simuladas y su lección de la noche flotó en el aire implícita: que el juego de la conquista no debe menguar nunca, incluso cuando las damas se confiesan del todo enamoradas.

El cantante se olvidó una valija en Tucumán

Además de haber dejado a 8.000 tucumanos, en su mayoría mujeres, con el corazón ardiendo, Ricardo Arjona dejó también una valija en Tucumán.
El dato refleja la premura con la que el artista y sus asistentes abandonaron su camarín tras el recital en el club Central Córdoba, para abordar el avión privado que lo llevó inmediatamente a Buenos Aires. Allí, el artista guatemalteco permanece alojado en una suite del fastuoso hotel Faena, en Puerto Madero.
Los promotores del recital en Tucumán comentaron que el esquema de seguridad y la organización en general funcionaron tal como fue planteada de antemano, aunque hubo que reforzar algunas áreas a último momento.
"Habíamos dispuesto que 50 agentes de seguridad privada custodiaran el vallado que dividía las plateas de las generales, y tuvimos que agregar 40 personas porque las mujeres empujaban demasiado mientras gritaban y lloraban", comentó uno de los responsables del área. Además, acotó que se habían colocado vallas nuevas, mucho más resistentes y difíciles de mover que las comunes. "Pero muchas veces es mejor trabajar con una banda del rock más pesado que con el público de artistas románticos", señaló la misma persona, que pidió que se mantuvieran en reserva sus datos por razones laborales.

Previa tumultuosa
También hubo algunos inconvenientes afuera del club una vez iniciado el recital de Arjona. "Hubo alrededor de 4.000 personas escuchando, pero el problema fue que algunas empezaron a empujar los portones de acceso, por lo que hubo que reforzar la seguridad", explicó la misma fuente.
Además, muchas personas se subieron a techos vecinos y a los semirremolques de los 10 camiones en los que se trasladaron las 25 toneladas de equipos del espectáculo. "Ahí hubo que interceder para que los camioneros y la gente que se trepaba no se agarraran a golpes", dijo. La valija de Arjona, en tanto, fue enviada a Buenos Aires por avión ayer a la mañana, sin que se conozca su contenido.

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