Con gimnasia y buenos hábitos se enfrenta la ley de gravedad

Tener senos firmes y turgentes no es privilegio de las adolescentes. Si se conservan ciertos hábitos y cuidados es posible prolongar durante muchos años los atractivos femeninos más delicados, sin tener que recurrir a las cirugías. Tres son los problemas que afectan a las mujeres después de los 30 años: flaccidez, estrías y falta de firmeza. Para combatirlos hay una fórmula que nunca falla y consiste en sumar a la nutrición diaria de la piel, la gimnasia y los buenos hábitos.
"El estrés hace que el cuerpo tome una mala postura. Son muy efectivas las técnicas de relajación que ayudan a disipar las tensiones acumuladas que forman grandes contracturas. Mucha gente confía demasiado en las cremas reafirmantes; lo que no sabe es que por sí mismas no pueden actuar. Es necesario crear un ambiente favorable, que comienza con la recuperación muscular de los pectorales. Para ello es muy útil ayudar al relajamiento con técnicas de drenaje linfático manual, a través de masajes suaves y ondulantes que descomprimen las tensiones y liberan toxinas acumuladas en el organismo", explica Cecilia Carrizo El Alí, experta en estética biológica celular.

Un buen corpiño
Los buenos hábitos son fundamentales. Usar un buen corpiño (que sostenga bien y tenga breteles anchos), caminar con la espalda derecha y apoyar la espalda en el respaldo de la silla son algunas  costumbres tan sencillas como eficaces para conservar la buena postura.
Mantener la piel hidratada también es importante para evitar la flaccidez. Al bañarse hay que evitar el agua demasiado caliente y no olvidar de dar un último chorro de agua fría para tonificar. Al elegir un deporte, la natación es la que más favorece.

Aceites esenciales
Los aceites esenciales son de gran ayuda para mantener los senos firmes. Un masaje por las noches, después de bañarse y antes de acostarse es lo ideal para que los principios activos actúen de manera eficaz. Cada uno tiene sus beneficios, por ejemplo, el aceite de salvia ayuda a atenuar las estrías y a recomponer  los tejidos dañados. El germen de trigo es suavizante, nutritivo y antiage. Es ideal para pieles muy deshidratadas. El aceite de borraja (la hierba borrago officinalis) es emoliente y contiene ácidos grasos esenciales que previenen la deshidratación de la piel, aporta elasticidad, regenera, revitaliza y tonifica. Además ayuda a preservar las fibras de colágeno. El aceite de onagra asegura la regeneración de las fibras de colágeno, es hidratante y reestructurante. La palta es suavizante, tonifica e hidrata.

Mascarilla nutritiva
Una vez por semana, después del baño, conviene realizar una mascarilla nutritiva con ingredientes naturales. El preparado se realiza así: se coloca en un bol una cucharada de miel, otra de levadura de cerveza y una de aceite de oliva. Se mezcla y se agrega medio pocillo de leche apenas tibia. Se aplicar y dejar actuar durante 10 minutos. Se quita con agua fresca.

Nuevas cremas y tratamientos

La neuromética ofrece productos de acción profunda como las cremas voluminizantes que aumentan el tamaño de los adipositos y reafirman los tejidos.

Electroporación es un tratamiento con electrodos que genera electroestimulación en los pectores. Una sesión equivale a cinco horas de actividad física local.

Mediante la yesoterapia japonesa se aplican principios activos que dan firmeza y tonicidad a los tejidos.

Hay que incluir aceites en la dieta

Incluir pescados en la dieta, por lo menos una vez a la semana.

Aceite de bacalao ayuda a la estimulación dérmica.

Cereales. Los más recomendados son la malta, la cebada, el centeno, el trigo, el maíz y la avena.

Germen de trigo contiene gran cantidad de vitamina E y retrasa los procesos de degradación de los tejidos.

Evitar los hidratos de carbono que son de difícil eliminación.