19 Octubre 2009
UN DIA COMPLICADO. Los bomberos llenan en dos minutos el tanque del avión tras cada aterrizaje en el aeroclub. En el cerro, el fuego deja un rastro de ceniza y humo entre la Gruta de la Virgen y el santuario del Gauchito Gil. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO
Realizó 25 vuelos hacia el cerro San Javier. El avión hidrante, que llegó desde Jujuy ayer para combatir el incendio que se desató el martes, ayudó a controlar tres nuevos focos que convirtieron parte de la montaña en un infierno. En uno de ellos, las llamas llegaron a menos de un kilómetro de la zona poblada. Durante la mañana de ayer se detectaron dos grandes incendios. Uno estaba ubicado en el paraje denominado El Tapial y el otro, entre la Gruta de la Virgen y el santuario del Gauchito Gil, donde durante la semana pasada ya se habían desatado otros focos ígneos. Por la tarde se descubrió otro siniestro al norte, dentro de la reserva Parque Sierra San Javier.
La presencia del avión hidrante fue fundamental para combatir el fuego. La aeronave, que tiene su base en Jujuy, fue provista por el Gobierno nacional mediante el Plan Nacional de Manejo del Fuego. Durante la mañana, el piloto, Javier Adem, realizó 10 vuelos desde el aeroclub de Horco Molle, y logró controlar las llamas en El Tapial. Por la tarde, voló otras 15 veces, y se centró en la zona de la Gruta de la Virgen.
En ese lugar, el fuego avanzó cuesta abajo y se acercó a unos 800 metros en línea recta de las viviendas que se encuentran en los alrededores de la Primera Confitería. "El avión humectó todo el sector. Eso nos da tranquilidad, porque va a impedir que el fuego siga avanzando hacia abajo", explicó el director de Defensa Civil provincial, Fernando Torres, El funcionario coordinó el operativo del que participaron bomberos voluntarios de Lules, de Tafí Viejo y de Yerba Buena y personal de la comuna de San Javier.
Mientras el avión realizaba los viajes, personal de los distintos cuerpos de bomberos y del parque Sierra San Javier trabajaba en el cerro para combatir las llamas. "Se están quemando troncos muy gruesos, que generan mucho humo y reducen la visibilidad; todo esto hace más difícil extinguir el fuego", explicó el piloto. El personal de tierra destacó que es muy complicado acceder a los sitios en llamas, ya que se trata de laderas muy escarpadas. De todos modos, los rescatistas trabajaron cargando mochilas con capacidad para 20 litros de agua.
Dos minutos en tierra
El despliegue fue impresionante. En el aeroclub se instalaron tres autobombas con las que se recargaba el avión. En cada vuelo, la aeronave sólo demoraba cinco minutos en despegar, arrojar el agua y aterrizar. En tierra permanecía dos minutos, tiempo suficiente para que los bomberos carguen 2.000 litros de agua. Las autobombas se aprovisionaban de una cisterna del aeroclub y de otra ubicada en Solano Vera y avenida Aconquija.
Alrededor de las 19, Torres sobrevoló el cerro en el helicóptero de la Provincia. "Calculamos que hoy (por ayer) se quemaron unas tres hectáreas; no más de eso. El problema fue que el material que se incendió produjo mucho humo. Por suerte, los tres focos fueron controlados. A última hora se detectó otro cerca de El Cadillal, en el que también estamos trabajando", informó. Debido a la falta de luz natural, el avión dejó de volar a las 19.30. Hoy, a primera hora, volverá a despegar para seguir arrojando agua y mantener la humedad en las áreas donde se produjeron los incendios y, en el caso de que se produzcan nuevos focos, combatirlos.
La presencia del avión hidrante fue fundamental para combatir el fuego. La aeronave, que tiene su base en Jujuy, fue provista por el Gobierno nacional mediante el Plan Nacional de Manejo del Fuego. Durante la mañana, el piloto, Javier Adem, realizó 10 vuelos desde el aeroclub de Horco Molle, y logró controlar las llamas en El Tapial. Por la tarde, voló otras 15 veces, y se centró en la zona de la Gruta de la Virgen.
En ese lugar, el fuego avanzó cuesta abajo y se acercó a unos 800 metros en línea recta de las viviendas que se encuentran en los alrededores de la Primera Confitería. "El avión humectó todo el sector. Eso nos da tranquilidad, porque va a impedir que el fuego siga avanzando hacia abajo", explicó el director de Defensa Civil provincial, Fernando Torres, El funcionario coordinó el operativo del que participaron bomberos voluntarios de Lules, de Tafí Viejo y de Yerba Buena y personal de la comuna de San Javier.
Mientras el avión realizaba los viajes, personal de los distintos cuerpos de bomberos y del parque Sierra San Javier trabajaba en el cerro para combatir las llamas. "Se están quemando troncos muy gruesos, que generan mucho humo y reducen la visibilidad; todo esto hace más difícil extinguir el fuego", explicó el piloto. El personal de tierra destacó que es muy complicado acceder a los sitios en llamas, ya que se trata de laderas muy escarpadas. De todos modos, los rescatistas trabajaron cargando mochilas con capacidad para 20 litros de agua.
Dos minutos en tierra
El despliegue fue impresionante. En el aeroclub se instalaron tres autobombas con las que se recargaba el avión. En cada vuelo, la aeronave sólo demoraba cinco minutos en despegar, arrojar el agua y aterrizar. En tierra permanecía dos minutos, tiempo suficiente para que los bomberos carguen 2.000 litros de agua. Las autobombas se aprovisionaban de una cisterna del aeroclub y de otra ubicada en Solano Vera y avenida Aconquija.
Alrededor de las 19, Torres sobrevoló el cerro en el helicóptero de la Provincia. "Calculamos que hoy (por ayer) se quemaron unas tres hectáreas; no más de eso. El problema fue que el material que se incendió produjo mucho humo. Por suerte, los tres focos fueron controlados. A última hora se detectó otro cerca de El Cadillal, en el que también estamos trabajando", informó. Debido a la falta de luz natural, el avión dejó de volar a las 19.30. Hoy, a primera hora, volverá a despegar para seguir arrojando agua y mantener la humedad en las áreas donde se produjeron los incendios y, en el caso de que se produzcan nuevos focos, combatirlos.