10 Octubre 2009
EN LA PLAZA. Los manifestantes dieron dos vueltas alrededor del paseo. LA GACETA / HECTOR PERALTA
Convocada por el Equipo Pastoral Tucumán, con el apoyo del arzobispado y la adhesión de las comunidades judía y musulmana, se realizó anoche en la plaza Independencia una marcha interreligiosa por la vida. "Estamos a favor de la vida y le decimos no a la ley del aborto. Esta marcha es en contra del Encuentro de Mujeres que viene a hacer esa propuesta", afirmó Fabiana Wierna, de la Iglesia Evangélica.
"Defendemos lo que Dios nos dio. No solamente estamos en contra del aborto sino a favor de disfrutar la vida plenamente", dijo Aimé Simoni, de 21 años, de la Iglesia Evangélica. "El niño concebido tiene derecho a nacer", agregó su amiga Maira Tapia, de 19 años, católica.
"El aborto es una irresponsabilidad, porque hay muchos métodos para evitar un embarazo. Las madres tienen que educar a las hijas. Pero muchas madres las dejan a su libre albedrío. El aborto es perjudicial para la salud, para la vida humana y para la vida espiritual", subrayó Elena Villafañe, de una iglesia cristiana. "Para nosotros es muy importante estar aquí", dijo categórico Ramón Cajal, a quien acompañaba su esposa, Liliana, y sus tres hijos. "Defendemos la vida, sobre todo; somos católicos y estamos en contra de la cultura de la muerte, ya que eso es el aborto", puntualizó.
Las comunidades cristianas y los católicos que participaron de la marcha se congregaron en la plaza y dieron dos vueltas a su alrededor por la vereda, debido a que la calzada de 25 de Mayo estaba ocupada con un evento deportivo. Además de cánticos alusivos al valor de la vida, los manifestantes llevaban pancartas con leyendas como "La vida y la familia son asunto de Dios", "No al aborto, sí a la vida", "Tucumán no acepta el aborto" y "El amor no mata. No al aborto".
Luego hablaron el pastor Rubén Luján y el apóstol José Valoy, del Equipo Pastoral, quienes enfatizaron los conceptos de defensa de la vida desde el momento de la concepción.
Breve incidente
Antes de los discursos, tres jóvenes irrumpieron en la zona del anfiteatro. Uno de ellos, completamente vestido de negro y con la cara pintada del mismo color, llamó la atención con una trompeta. De inmediato dos jovencitas, con el rostro pintado de blanco, se sacaron la ropa hasta quedar sólo en bombacha y mostraron las leyendas pintadas en el cuerpo: "Basta" y "Libertad para decidir". Hicieron una representación de dos minutos y se fueron. Le dijeron a LA GACETA que no pertenecían a ninguna agrupación.
"Defendemos lo que Dios nos dio. No solamente estamos en contra del aborto sino a favor de disfrutar la vida plenamente", dijo Aimé Simoni, de 21 años, de la Iglesia Evangélica. "El niño concebido tiene derecho a nacer", agregó su amiga Maira Tapia, de 19 años, católica.
"El aborto es una irresponsabilidad, porque hay muchos métodos para evitar un embarazo. Las madres tienen que educar a las hijas. Pero muchas madres las dejan a su libre albedrío. El aborto es perjudicial para la salud, para la vida humana y para la vida espiritual", subrayó Elena Villafañe, de una iglesia cristiana. "Para nosotros es muy importante estar aquí", dijo categórico Ramón Cajal, a quien acompañaba su esposa, Liliana, y sus tres hijos. "Defendemos la vida, sobre todo; somos católicos y estamos en contra de la cultura de la muerte, ya que eso es el aborto", puntualizó.
Las comunidades cristianas y los católicos que participaron de la marcha se congregaron en la plaza y dieron dos vueltas a su alrededor por la vereda, debido a que la calzada de 25 de Mayo estaba ocupada con un evento deportivo. Además de cánticos alusivos al valor de la vida, los manifestantes llevaban pancartas con leyendas como "La vida y la familia son asunto de Dios", "No al aborto, sí a la vida", "Tucumán no acepta el aborto" y "El amor no mata. No al aborto".
Luego hablaron el pastor Rubén Luján y el apóstol José Valoy, del Equipo Pastoral, quienes enfatizaron los conceptos de defensa de la vida desde el momento de la concepción.
Breve incidente
Antes de los discursos, tres jóvenes irrumpieron en la zona del anfiteatro. Uno de ellos, completamente vestido de negro y con la cara pintada del mismo color, llamó la atención con una trompeta. De inmediato dos jovencitas, con el rostro pintado de blanco, se sacaron la ropa hasta quedar sólo en bombacha y mostraron las leyendas pintadas en el cuerpo: "Basta" y "Libertad para decidir". Hicieron una representación de dos minutos y se fueron. Le dijeron a LA GACETA que no pertenecían a ninguna agrupación.
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